España tras el 3 0 D
En un artículo mío, publicado en el diario EL MUNDO, acerca del “alto el fuego permanente de ETA, -jueves 16 de noviembre de 2006-, decía claramente que no habíamos avanzado mucho, ya que en el comunicado en el que los etarras nos manifestaban sus propósitos –22 de marzo de 2006– no mencionaban el abandono y la entrega de las armas ni su disolución.
Sin embargo, hace poco, en un balance de fin de año, el presidente don José Luis Rodríguez Zapatero manifestaba que el año 2006 había sido, en cuanto a terrorismo, mucho mejor que el año anterior y que el próximo sería mucho mejor incluso que el año que se estaba acabando. Dichas declaraciones tuvieron una vida muy efímera en cuanto a credibilidad. Pues, a las pocas horas de esas declaraciones, ETA cometía uno de los mayores atentados de su historia en la T-4 del aeropuerto internacional de Madrid, una de las obras más emblemáticas de la España moderna y actual, y la admiración para todos los extranjeros que entran en España por Madrid. Es el “amor” que ETA tiene a España. ¿Se puede dialogar, negociar, con gente que te odia a muerte? Creo que ETA no desprecia ni odia a ningún país del planeta como odia y desprecia a España. Es un virus, este odio que llevan los nacionalistas en su raíz, que les convierten en totalmente irracionales.
El día del bombazo en Barajas estaba en el País Vasco y, al ser sábado, los centros públicos, como bares y cafeterías, son más frecuentados. Entré con unos amigos en tres cafeterías que estaban llenas de gente, mucha más que en cualquier fin de semana, ante nuestra sorpresa. Nos llamó mucho la atención, la euforia y la alegría que se palpaba en el ambiente. Algunos “conocidos” me preguntaban por el proceso de paz, recordándome y subrayando la fortaleza de ETA.
Al día siguiente nos concentrábamos en Bilbao, en el lugar de siempre –en la plaza Federico Moyúa– cerca de 200 personas para condenar el atentado y solidarizarnos con las dos víctimas. La concentración fue convocada por distintos foros cívicos. Poca gente para ser un domingo a las 13 horas, ya que el terrorismo de ETA está imponiendo, hasta en Bilbao, una dictadura del terror.
Mientras el Gobierno nos ha estado vendiendo la gran mentira o engaño de que ETA no ha cometido ningún acto violento en los últimos meses, y que “en tres años no ha matado a nadie”, sin embargo he constatado que la población vasca no nacionalista tiene muchísimo miedo, no disfruta de libertad; de modo que es una vida miserable para ellos, pues les falta “el pulso” de la libertad. La vida para un no nacionalista en el País Vasco es una auténtica heroicidad en estos últimos tiempos en los que los etarras se están haciendo más fuertes y dueños de las calles. El rearme de ETA, con la adquisición y robo de gran gran cantidad de armas, ha afectado efectivamente a la población vasca.
Me decía un amigo, que frecuenta los montes vascos los sábados, que en los últimos tiempos han notado movimientos extraños de gente que no presagian nada bueno. Se nos acercan tiempos muy difíciles.
En mi artículo, anteriormente citado, decía “que la tregua no era una decisión autónoma de ETA. No es una expresión de la bondad y de la magnanimidad de los terroristas. Es el resultado de los pactos previos de ETA y del Gobierno Socialista. El PSOE ha acordado con ETA la declaración de la tregua. Y se ha hecho con las cartas marcadas. Por tanto la tregua permanente terminará, cuando el PSOE se tire para atrás, o no cumpla con lo acordado”.
Esta premonición, o profecía mía, se ha cumplido tristemente. Y lo peor, lo cual no puede ocultarse a los españoles, es que el Gobierno es responsable; y no culpable, porque culpable material es ETA. Pero el Gobierno es responsable porque, en una negociación entre dos partes, ambas son corresponsables de las acciones que toma cada una de las partes mientras dure la negociación. No es extraño que los mismos etarras y algunos políticos nacionalistas echaran la “culpa” al Gobierno por no cumplir con los compromisos contraídos. Dudo de que el Gobierno de España tenga las manos libres para tomar las decisiones mejores para España. Está muy comprometido con ETA y con el apoyo que recibe de los nacionalistas periféricos, a los que muy poco les importa España. El futuro se nos presenta muy preocupante.
El sábado que viene se han organizado unas manifestaciones, tanto en Bilbao como en Madrid, contra el terrorismo de ETA. ¿Pero sólo contra el terrorismo de ETA? ¿Y los que se sientan con ETA a negociar y les reconocen como interlocutores válidos para conseguir con ellos una reforma del Estado Español?
Hace mes y medio la AVT organizó la manifestación en la que el lema era: ETA, NO. NEGOCIACIÓN, EN MI NOMBRE; NO. (Hay que recordar que la AVT son simplemente víctimas del terrorismo de ETA. No es un partido político que quiere el poder. Sólo pide para sus muertos dignidad y justicia). Pues bien, cerca de un millón de personas apoyamos a las víctimas en esta manifestación y pedimos al Gobierno que las respete y que no negocie con los terroristas. El Gobierno tiene que darse cuenta de que la soberanía está en el pueblo español, que se manifestó el 25 de noviembre, y que tiene que escuchar su clamor. De otra forma, sería abuso de poder.
Viendo la situación, como un observador atento, llaman la atención algunos rasgos de la próxima manifestación. Yo creo que no hay nadie en España que no quiera la paz y la libertad, avaladas y defendidas por la Constitución, y su defensa es la primera misión del Gobierno. Por tanto es una auténtica tautología pedir paz y libertad.
La AVT, que no apoya y no va a la manifestación, es la más consecuente con su trayectoria: no van a la manifestación porque no apoyan la política antiterrorista de Rodríguez Zapatero. Creen en pocos milagros y menos en los que puedan hacer Rodríguez Zapatero y ETA.
También nosotros, los del Foro EL SALVADOR, por los mismos motivos, no apoyamos ni vamos a la manifestación.
Me extraña el celo de la UGT y CC.OO, que nunca han apoyado a la AVT –muchos de ellos afiliados o simpatizantes de los dos sindicatos– y sin embargo ahora están a favor de la manifestación contra el terrorismo, en estos momentos en los que el Gobierno ha sido humillado por sus socios negociadores y no da pruebas claras de ruptura con ellos.
Y otro de los rasgos que destacan en estos momentos es la postura de algunos políticos socialistas invitando a los simpatizantes del Partido Popular a asistir “cerca de los demócratas” a la manifestación del día 13. ¡Qué desfachatez! Yo diría, cerca de los tramposos, embusteros, “pesebreros”. ¿Cuándo un demócrata se sienta a negociar con terroristas? En este país, frecuentemente, los términos “demócrata” y “progresista” se usan con un significado muy distinto al que tiene al Norte de los Pirineos. ¡Qué país el nuestro! Mientras, ETA se recupera de la maldad del bárbaro atentado en la T-4 de Barajas, y la AVT y el PP son presentados como insolidarios y obstáculos para la paz. ¡Qué maldad y obscenidad!
Jaime Larrínaga.
Presidente del Foro El Salvador y ex párroco de Maruri (Vizcaya).
Sin embargo, hace poco, en un balance de fin de año, el presidente don José Luis Rodríguez Zapatero manifestaba que el año 2006 había sido, en cuanto a terrorismo, mucho mejor que el año anterior y que el próximo sería mucho mejor incluso que el año que se estaba acabando. Dichas declaraciones tuvieron una vida muy efímera en cuanto a credibilidad. Pues, a las pocas horas de esas declaraciones, ETA cometía uno de los mayores atentados de su historia en la T-4 del aeropuerto internacional de Madrid, una de las obras más emblemáticas de la España moderna y actual, y la admiración para todos los extranjeros que entran en España por Madrid. Es el “amor” que ETA tiene a España. ¿Se puede dialogar, negociar, con gente que te odia a muerte? Creo que ETA no desprecia ni odia a ningún país del planeta como odia y desprecia a España. Es un virus, este odio que llevan los nacionalistas en su raíz, que les convierten en totalmente irracionales.
El día del bombazo en Barajas estaba en el País Vasco y, al ser sábado, los centros públicos, como bares y cafeterías, son más frecuentados. Entré con unos amigos en tres cafeterías que estaban llenas de gente, mucha más que en cualquier fin de semana, ante nuestra sorpresa. Nos llamó mucho la atención, la euforia y la alegría que se palpaba en el ambiente. Algunos “conocidos” me preguntaban por el proceso de paz, recordándome y subrayando la fortaleza de ETA.
Al día siguiente nos concentrábamos en Bilbao, en el lugar de siempre –en la plaza Federico Moyúa– cerca de 200 personas para condenar el atentado y solidarizarnos con las dos víctimas. La concentración fue convocada por distintos foros cívicos. Poca gente para ser un domingo a las 13 horas, ya que el terrorismo de ETA está imponiendo, hasta en Bilbao, una dictadura del terror.
Mientras el Gobierno nos ha estado vendiendo la gran mentira o engaño de que ETA no ha cometido ningún acto violento en los últimos meses, y que “en tres años no ha matado a nadie”, sin embargo he constatado que la población vasca no nacionalista tiene muchísimo miedo, no disfruta de libertad; de modo que es una vida miserable para ellos, pues les falta “el pulso” de la libertad. La vida para un no nacionalista en el País Vasco es una auténtica heroicidad en estos últimos tiempos en los que los etarras se están haciendo más fuertes y dueños de las calles. El rearme de ETA, con la adquisición y robo de gran gran cantidad de armas, ha afectado efectivamente a la población vasca.
Me decía un amigo, que frecuenta los montes vascos los sábados, que en los últimos tiempos han notado movimientos extraños de gente que no presagian nada bueno. Se nos acercan tiempos muy difíciles.
En mi artículo, anteriormente citado, decía “que la tregua no era una decisión autónoma de ETA. No es una expresión de la bondad y de la magnanimidad de los terroristas. Es el resultado de los pactos previos de ETA y del Gobierno Socialista. El PSOE ha acordado con ETA la declaración de la tregua. Y se ha hecho con las cartas marcadas. Por tanto la tregua permanente terminará, cuando el PSOE se tire para atrás, o no cumpla con lo acordado”.
Esta premonición, o profecía mía, se ha cumplido tristemente. Y lo peor, lo cual no puede ocultarse a los españoles, es que el Gobierno es responsable; y no culpable, porque culpable material es ETA. Pero el Gobierno es responsable porque, en una negociación entre dos partes, ambas son corresponsables de las acciones que toma cada una de las partes mientras dure la negociación. No es extraño que los mismos etarras y algunos políticos nacionalistas echaran la “culpa” al Gobierno por no cumplir con los compromisos contraídos. Dudo de que el Gobierno de España tenga las manos libres para tomar las decisiones mejores para España. Está muy comprometido con ETA y con el apoyo que recibe de los nacionalistas periféricos, a los que muy poco les importa España. El futuro se nos presenta muy preocupante.
El sábado que viene se han organizado unas manifestaciones, tanto en Bilbao como en Madrid, contra el terrorismo de ETA. ¿Pero sólo contra el terrorismo de ETA? ¿Y los que se sientan con ETA a negociar y les reconocen como interlocutores válidos para conseguir con ellos una reforma del Estado Español?
Hace mes y medio la AVT organizó la manifestación en la que el lema era: ETA, NO. NEGOCIACIÓN, EN MI NOMBRE; NO. (Hay que recordar que la AVT son simplemente víctimas del terrorismo de ETA. No es un partido político que quiere el poder. Sólo pide para sus muertos dignidad y justicia). Pues bien, cerca de un millón de personas apoyamos a las víctimas en esta manifestación y pedimos al Gobierno que las respete y que no negocie con los terroristas. El Gobierno tiene que darse cuenta de que la soberanía está en el pueblo español, que se manifestó el 25 de noviembre, y que tiene que escuchar su clamor. De otra forma, sería abuso de poder.
Viendo la situación, como un observador atento, llaman la atención algunos rasgos de la próxima manifestación. Yo creo que no hay nadie en España que no quiera la paz y la libertad, avaladas y defendidas por la Constitución, y su defensa es la primera misión del Gobierno. Por tanto es una auténtica tautología pedir paz y libertad.
La AVT, que no apoya y no va a la manifestación, es la más consecuente con su trayectoria: no van a la manifestación porque no apoyan la política antiterrorista de Rodríguez Zapatero. Creen en pocos milagros y menos en los que puedan hacer Rodríguez Zapatero y ETA.
También nosotros, los del Foro EL SALVADOR, por los mismos motivos, no apoyamos ni vamos a la manifestación.
Me extraña el celo de la UGT y CC.OO, que nunca han apoyado a la AVT –muchos de ellos afiliados o simpatizantes de los dos sindicatos– y sin embargo ahora están a favor de la manifestación contra el terrorismo, en estos momentos en los que el Gobierno ha sido humillado por sus socios negociadores y no da pruebas claras de ruptura con ellos.
Y otro de los rasgos que destacan en estos momentos es la postura de algunos políticos socialistas invitando a los simpatizantes del Partido Popular a asistir “cerca de los demócratas” a la manifestación del día 13. ¡Qué desfachatez! Yo diría, cerca de los tramposos, embusteros, “pesebreros”. ¿Cuándo un demócrata se sienta a negociar con terroristas? En este país, frecuentemente, los términos “demócrata” y “progresista” se usan con un significado muy distinto al que tiene al Norte de los Pirineos. ¡Qué país el nuestro! Mientras, ETA se recupera de la maldad del bárbaro atentado en la T-4 de Barajas, y la AVT y el PP son presentados como insolidarios y obstáculos para la paz. ¡Qué maldad y obscenidad!
Jaime Larrínaga.
Presidente del Foro El Salvador y ex párroco de Maruri (Vizcaya).
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