Zapatero expone sus cinco principios "al día de hoy" para alcanzar la paz
Se había destacado que se trataba de la primera comparecencia pública del presidente del Gobierno español en Euskal Herria desde el 30 de diciembre -aunque luego no hizo ninguna referencia al atentado de ese día- y desde la Moncloa se buscó que el discurso de ayer sirviera para que José Luis Rodríguez Zapatero fijara cuáles son los cimientos sobre los que desea reconstruir el proceso.
Ante un buen número de cargos municipales y forales y candidatos a las próximas elecciones, y rodeado de algo más de un millar de simpatizantes que llenaban el polideportivo del Centro Cívico Europa, en Gasteiz, José Luis Rodríguez Zapatero asentó primero la premisa de que «la historia la construyen los valientes de buena fe». Y luego agradeció a los militantes del PSE por una parte, por «resistir ante los violentos que atacan nuestras sedes», y por otra, «por soportar a los que nos llevan a los tribunales simplemente por buscar la paz». También les agradeció que no hagan una utilización de las víctimas y que «soporten -de nuevo el mismo verbo- que otros lo hagan».
Aprovechado el primer minuto para los cumplidos, fue ya directo al grano: «Compañeras y compañeros, ciudadanos de Euskadi, quiero expresaros cuáles son, nuevamente, y al día de hoy, los principios que mantengo para el futuro de esta tierra, para alcanzar la convivencia libre y en paz, desde la democracia y por la democracia». Rodríguez Zapatero anunció que sus principios eran cinco y los enumeró uno a uno separados entre sí por la ovación de los asistentes.
Sin novedades
No hubo novedades en su exposición. Se trata de una recapitulación de lo dicho en otros discursos a lo largo de los últimos meses. Su mayor valor puede estar en que se vuelvan a repetir y de forma sistematizada en este preciso momento.
El primer principio señala que «para hablar de paz hay que olvidar completamente y para siempre la violencia en esta tierra y en el conjunto de España».
El segundo tiene un carácter más coyuntural y fue dirigido específicamente a Batasuna, aunque sin nombrarla. Zapatero le advirtió de que «para concurrir a las elecciones hay que respetar las leyes» e hizo especial hincapié en que hay que respetarlas «todas, también la Ley de Partidos». Y adelantándose a lo que los tribunales pudieran determinar en su caso, también especificó cómo debe cumplirse esa ley. «Hay que aceptar -manifestó- que en política sólo valen los medios democráticos y hay que rechazar la violencia, la coacción o cualquier tipo de amenaza».
El presidente del Gobierno español aceptó, en su tercer principio, que «el futuro de esta tierra exige un acuerdo plural entre partidos, decidido por los ciudadanos». Y luego puso la condición de que todo ello ha de darse «en el marco de la Constitución y de las leyes».
Reiteró, en el cuarto punto, que «el Partido Socialista siempre apostará por ese acuerdo plural», aunque especificó y aclaró que «no dará un paso adelante mientras subsista la violencia o la amenaza de violencia».
El quinto y último punto expuesto por Zapatero fue la afirmación de que mantiene «intacta» su «determinación por alcanzar la paz, por ver el fin de la violencia, uniendo a todos los vascos, a todos los partidos vascos y uniendo a todos los ciudadanos de España».
El presidente del Gobierno español, redondeó esta parte de su discurso destacando que este es el momento de la historia en el que hay «más regímenes democráticos en el mundo» y, por tanto, añadió que «si la violencia nunca tuvo justificación en la política, hoy es aún más inaceptable».
Alta velocidad
Rodríguez Zapatero cerró este capítulo haciendo un elogio del uso de la palabra. En esa línea, se refirió después a la restauración del «diálogo institucional» con el lehendakari y con el Gobierno de Lakua. Destacó que en ese terreno se ha pasado «del enfrentamiento» que caracterizó la etapa de su antecesor en la Moncloa al «respeto y la colaboración», sin que eso «suponga ninguna renuncia a los principios y a la visión que cada uno puede tener sobre cómo ha de ser el modelo de convivencia».
Aprovechó la mención al Gobierno de Lakua para recordar que es el Ejecutivo español quien financia las obras de la llamada «Y vasca». Y tirando del hilo de la alta velocidad, aprovecho para hacer un repaso a la acción de gobierno del PSOE y asegurar que tanto la economía, como el avance en el bienestar y la ampliación de derechos «todo va en alta velocidad».
Por eso, ante tanto logro, la estrategia del PP le parece a Rodríguez Zapatero el mejor ejemplo de cómo no se hace oposición y pidió que cuando el PSOE pierda el gobierno vuelvan «a hacer una oposición útil».
El presidente español cerró su intervención volviendo al principio y afirmando que «la paz, la libertad y la democracia» son la mejor garantía para el mantenimiento de la identidad vasca, su cultura, su lengua y su vocación de autogobierno».
mas listas
Durante el sábado y el domingo el PSE ha fijado en Gasteiz las bases de su programa marco para las próximas elecciones municipales y forales. Patxi López destacó que han hecho «más listas que nunca" y esta vez «sin ayuda de nadie, sólo con socialistas vascos".
Los cinco principios de Zapatero
1.Para hablar de paz hay que olvidar completamente y para siempre la violencia en esta tierra y en el conjunto de España. 2.Para concurrir a las elecciones hay que respetar las leyes, todas las leyes y por tanto también la Ley de Partidos. Para respetar la Ley de Partidos hay que aceptar que en política sólo valen los medios democráticos y hay que rechazar la violencia, la coacción o cualquier tipo de amenaza. 3.El futuro de esta tierra exige un acuerdo plural entre partidos, decidido por los ciudadanos en el marco de la Constitución y de las leyes. 4.El Partido Socialista siempre apostará por ese acuerdo plural pero no dará un paso adelante mientras subsista la violencia o la amenaza de violencia. 5. Mantengo intacta mi determinación por alcanzar la paz, por ver el fin de la violencia, uniendo a todos los vascos, a todos los partidos vascos y uniendo a todos los ciudadanos de España.
I. IRIONDO | GASTEIZ
Gara, 19 de febrero de 2007
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