Lo importante a partir del 9 M: un nuevo entramado social. Mayor Oreja en la presentación del manifiesto de la CdO sobre las elecciones
“Si Zapatero vuelve a se presidente del Gobierno, habrá una segunda parte de la negociación, pero esta vez con dimensión internacional”. Jaime Mayor Oreja vaticina una segunda parte de las ofensivas nacionalista y laicista radical que han caracterizado el proyecto de Zapatero durante esta legislatura, “más preocupado por destruir que por gobernar, pues la primera verdad es que su proyecto ha sido el de hacer a España irreconocible”.
“Todas las campañas tienen un efecto narcotizante, pero nunca antes ha habido un debate tan claro entre los que cuentan lo que ha pasado y los que tratan de falsear lo que ha pasado. Es una batalla entre la mentira, que flota como un corcho en el agua, que se queda en la superficie de las cosas; y la verdad, que pesa, que hay que empeñarse para hacerla emerger”. Una mentira que se resume en los eslóganes “extrema Iglesia” y “extrema derecha”. Dos eslóganes cuya falsedad demuestra mirando hacia lo que realmente han sido estos cuatro años: “Respecto a lo primero, la ofensiva laicista radical del Gobierno Zapatero ha sido mucho más agresiva y protagonista en este tiempo que la Iglesia. Respecto a lo segundo, ETA ha sido mucho más protagonista que el PP”.
Y su vaticinio (y Mayor Oreja en sus predicciones sobre terrorismo suele acertar, desgraciadamente) apunta a que este protagonismo de ETA continuará más allá de nuestras fronteras si Zapatero vuelve a ser presidente del Gobierno. “ETA y el nacionalismo han visto que España ha reaccionado, se ha movilizado, y le ha obligado a cambiar de estrategia. Zapatero ha tenido que engañar, ETA lo sabe y entiende por eso que la autodeterminación necesita un impulso desde el exterior. Y ya tiene un referente en Serbia”.
La ofensiva laicista, la más difícil
Mayor Oreja participó ayer en la presentación del manifiesto que la Compañía de las Obras ha publicado de cara a las elecciones generales del próximo domingo, un acto en el que reflexionó sobre los dos grandes desafíos que ha planteado esta legislatura. “Ha habido dos grandes ofensivas, distintas pero simultáneas: la ofensiva nacionalista, protagonizada por ETA; y la ofensiva laicista radical, protagonizada por el Gobierno. Ambas son complementarias porque a las dos les sobra lo mismo: España. Lo que las diferencia es que mientras que la ofensiva nacionalista tiene un proyecto sustitutivo, la laicista sólo busca la destrucción de lo que hay, de los valores comunes, que no son sólo los de nuestra tradición, sino que también afecta a los valores constitucionales”.
Una ofensiva que nadie diagnostica, salvo la Iglesia. Una ofensiva que hace que el adversario siempre esté presente, “sea cual sea el resultado de las elecciones del 9 de marzo, porque esta ofensiva es más difícil de combatir que cualquier otra cosa. Hay un miedo reverencial a hacer frente a esta mentalidad, un miedo que es más difícil de superar que el miedo físico a que te peguen un tiro”. Una ofensiva que con la victoria de Zapatero también tendría una segunda parte garantizada en el ámbito internacional. “Los europeos saben que el modelo económico-social ha sido sustituido en España por este proyecto laicista radical en el ámbito de los valores. Aquí Zapatero no es que haya entrado como elefante en cacharrería; es que no tiene límites. En la ofensiva nacionalista se cuida más, pero aquí no. Todo lo transforma en ampliación de derechos”.
Mayor Oreja subrayó anoche la importancia de generar un entramado social comprometido, protagonista de la vida pública, que sea el interlocutor de los partidos políticos. “Lo importante es que a partir del 9-M sepamos interpretar un nuevo papel en la sociedad española”.
Yolanda Menéndez
Páginas Digital, 29 de febrero de 2008
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