Navarra como trasunto valenciano
El cambio (aparente) de actitud del señor Rodríguez con respecto a los nacionalismos y el barullo de las últimas elecciones legislativas han alejado de la actualidad el proceso de anexión de Navarra por parte del nacionalismo vasco con la colaboración del PSOE. El escritor navarro Fernando José Vaquero Oroquieta señalaba no hace demasiado tiempo la importancia fundamental que, para los planes nacionalistas, tiene la batalla de las ideas, y denunciaba la hegemonía que han conseguido los etnicistas en el terreno cultural.
Frente a ello, Vaquero Oroquieta reclama más responsabilidad y capacidad combativa a quienes se resisten a ser asimilados, y se pregunta si “el navarrismo permanecerá expectante ante la larga batalla cultural que ha sido desplegada por el nacionalismo vasco”.
¿A que todo esto le suena? Leyendo sus textos, que se pueden encontrar en internet (escriba en cualquier buscador “Crónicas navarras”), se tiene permanentemente la sensación de que, en buena parte, podrían ser asumidos como propios en Valencia. Vaquero Oroquieta analiza el papel que han jugado los partidos navarristas y se muestra particularmente crítico:
“El navarrismo, para afrontar el futuro, debe encarar y estar presente en esas dimensiones que ha abandonado en gran medida. La lucha cultural (investigación, difusión), la formación de activistas socio-culturales, el impulso de nuevas entidades cívicas sin pretender su instrumentalización, la formación política y el encuadramiento de militante y simpatizantes, el apoyo sin complejos a medios de comunicación afines, la movilización cotidiana, etc., son dimensiones decisivas que todo partido político realista debe desarrollar. Y más cuando en su ámbito territorial e histórico operan, con bastante éxito por cierto, partidos y movimientos sociales que persiguen con entusiasmo y convicción un cambio histórico rupturista y sectario.”
La batalla de las ideas, a la que con frecuencia aludimos desde aquí como primera y prioritaria actividad para quienes disienten del país que se nos propone desde el gobierno socialista y desde el voraz gran hermano catalanista, es la gran ausente en la Comunidad Valenciana. Con acierto Vaquero Oroquieta señala:
“Los partidos políticos del centro-derecha español rebajaron ciertas dimensiones ideológicas de sus expresiones organizativas y discursivas. Se transformaron gradualmente en estructuras movilizadas casi exclusivamente con motivo de las diversas convocatorias electorales; rehuyendo verdaderos debates políticos internos.”
Ni en Navarra, ni en Valencia gobierna la izquierda. Pero la hegemonía cultural se decanta cada día más y de manera más peligrosa del lado del izquierdismo étnico anexionista. Y quien triunfa en las ideas, termina triunfando en las urnas.
Miguel Vidal Santos
http://www.valenciahui.com/opinion/mvidalsantos.php/2008/03/30/navarra_como_trasunto_valenciano
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