La izquierda abertzale da otro paso para transitar a la paz
La izquierda abertzale presentó ayer el documento «Viento de solución» que pretende fijar las coordenadas de la transición de un escenario de violencia a otro de paz justa y duradera. En ese camino, una de las principales aportaciones fue mostrar su «profundo pesar» y «lamentar» el daño que «de forma no deseada» su posición política haya podido causar a las víctimas de ETA. También recalcó que ninguna fuerza política puede eludir su responsabilidad en el conflicto.
La izquierda abertzale volvió ayer a dar un paso unilateral en su compromiso de alcanzar un escenario de paz justa y duradera, y lo hizo aportando instrumentos que puedan ayudar a transitar en ese camino, y haciendo también autocrítica de posiciones mantenidas históricamente. La presentación del documento «Viento de Solución» se llevó a cabo en el Kursaal donostiarra, con una intervención de Maribi Ugarteburu que pretendió ser didáctica y explicativa, al tiempo que trasmitía sinceridad. El acto, en su conjunto, pretendió acompañar el discurso de cierta serenidad poética, alejada de la épica que tantas veces inunda la escenografía política.
El documento de la izquierda abertzale pretende fijar algunas coordenadas que favorezcan la transición del momento actual, en el que se mantiene la violencia a pesar de que ETA ha puesto fin a la lucha armada, hacia un horizonte de paz. Para ello hace una serie de propuestas, como la necesidad de una justicia transicional que favorezca este tránsito y la creación de una comisión de la verdad neutral, pero también adopta compromisos desde la autocrítica.
«Reconocimiento mutuo»
El epicentro informativo del documento está en la nueva posición de la izquierda abertzale ante todas las víctimas del conflicto pero en especial ante las de las acciones armadas de ETA. El punto, englobado en la idea de «promover la reconciliación desde el reconocimiento mutuo», ha sido largamente debatido y para dar solemnidad a la declaración ayer se dieron cita en el Kursaal varias generaciones de militantes independentistas, además de delegaciones de EA, Aralar, Alternatiba y LAB, junto al apoyo y amparo del Sinn Féin y el Congreso Nacional Africano de Mandela.
La izquierda abertzale recuerda que decir que «ha habido víctimas en todas las partes no es un acto de propaganda sino un hecho real e inequívoco». Pero también «acepta que mediante sus declaraciones o actos ha podido proyectar una imagen de insensibilidad frente al dolor causado por las acciones de ETA. Ante ello, lamenta el daño que de manera no deseada haya podido añadir con su posición política». Reconoce que «en la crudeza del conflicto, nos ha faltado hacia unas víctimas la sensibilidad mostrada con otras». Y subraya que «lo reconocemos sin ambages, y deseamos que sea aceptado con la misma sinceridad con la que se muestra».
En el documento, la izquierda abertzale manifiesta «su profundo pesar tanto por las consecuencias dolorosas derivadas de la acción armada de ETA; como por nuestra posición política con respecto a las mismas, en la medida en que haya podido suponer -aunque no de manera intencionada- un dolor añadido o un sentimiento de humillación para las víctimas».
Y en el contexto de múltiples violencias, la izquierda abertzale considera que también «los estados español y francés deberán reconocer el dolor causado a Euskal Herria y a los miles de hombres y mujeres que han sufrido» sus acciones. Además, «recalca que ninguna fuerza política puede eludir su responsabilidad en este largo conflicto: que nadie trate de mostrarse como mero espectador o evaluador de un conflicto en el que ha tomado y toma parte».
Desmilitarización y vuelta a casa
El documento (que reproducimos íntegramente en las páginas siguientes) parte de que «el firme compromiso democrático de la izquierda abertzale» plasmado en en la resolución «Zutik Euskal Herria» ha llevado a la histórica decisión de ETA de poner fin a su actividad armada. Sin embargo, esto no ha supuesto el final de la violencia y Maribi Ugarteburu recordó, por ejemplo, la denuncia de torturas de los dos detenidos el pasado martes.
Por lo tanto, es preciso el cese de la violencia y la desmilitarización de Euskal Herria. «De ahí -se lee en el texto- que ETA deberá deshacer sus estructuras militares y poner las armas fuera de uso. Asimismo, los estados español y francés tendrán que deshacerse de, o readecuar, los operativos armados y represivos creados para el conflicto».
También es precisa «la vuelta al hogar de todos y todas las presas y exiliadas», poniendo además lo medios para que, «tras un largo periodo de ausencia, puedan adecuarse a la vida ordinaria».
Diálogo y acuerdo democrático
En opinión de la izquierda abertzale, tan importante como superar el conflicto es que no se vuelva a repetir lo ocurrido, por lo tanto es inaplazable el diálogo entre los agentes vascos y un acuerdo sobre el marco jurídico.
Propone que el diálogo se dé sobre la aceptación de los Principios Mitchell de no uso de la violencia ni de su amenaza. Otra de las bases es la de diferenciar los proyectos políticos de cada cual, todos legítimos, de las soluciones democráticas que deben posibilitar que cualquiera de ellos sea materializable. Además ha de reconocerse la existencia de Euskal Herria como una realidad y de su pluralidad. La izquierda abertzale sostiene por último que «construir la paz conlleva el reconocimiento y respeto de todos los derechos, incluido el de autodeterminación».
Apoyo del ACN y el Sinn Féin
El acto del Kursaal fue sencillo y diferente a los usos políticos habituales. El concepto de viento, visualizado en el vuelo de las semillas de la flor diente de león (sorgin belarra), hizo de hilo conductor. Un trío de flauta y dos violines, una pareja de bailarines y una acróbata aérea que hizo piruetas en dos telas que colgaban verticales sobre el escenario, compusieron el ambiente que acompaño a los discursos políticos.
Kopeng Obed Bapela, viceministro del Gobierno surafricano, y el irlandés Alex Maskey, mostraron el apoyo del ACN (Congreso Nacional Africano) y Sinn Féin al camino emprendido por la izquierda abertzale y al proceso de resolución del conflicto. Ambos partieron del conocimiento de las dificultades de los procesos que se dieron en sus respectivos paises. Maskey demandó del Gobierno español la legalización de partidos, la libertad de dirigentes como Arnaldo Otegi y la humanización de la política penitenciaria.
Al inicio del acto, un vídeo repasó los principales hitos del proceso desarrollado por la izquierda abertzale desde la aprobación de «Zutik Euskal Herria». La aparición de Arnaldo Otegi declarando en la Audiencia Nacional provocó la ovación de las más de 650 personas que llenaban la sala del Kursaal. Entre ellas, además de dirigentes de la izquierda abertzale y las delegaciones de otros partidos, estaban el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, y el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano. También acudieron varios diputados y senadores de Amaiur.
Aro berria, irudi berria
Euskal Herriak aro berria bizi duen bezala, irudia berritu du ezker abertzaleak ere. Batetik, «Askatasun haizea dabil» hartu du lelotzat, eta, bestetik, webgune berria jarri du abian: «www.ezkerabertzalea.info». Itxuraldatuta dator, tresna eta eduki berriekin. Eta asteartero, arratsaldez, ezker abertzaleko ordezkari batek gai jakin baten gainean egiten duen gogoeta eskegiko dute «.info» izeneko hausnarketarako atalean.
GARA
Justicia transicional y comisión de la verdad
El documento de la izquierda abertzale introduce el concepto de justicia transicional, que aunque en el contexto del conflicto de Euskal Herria ha sido poco utilizado hasta ahora, es común en la terminología que se emplea en las sociedades que pasan de una dictadura a la democracia o que tienen que superar conflictos armados. Se entiende como un conjunto de medidas para equilibrar las exigencias jurídicas, como la garantía de los derechos de las víctimas a la verdad, justicia, reparación y no repetición de las conculcaciones de derechos, y las exigencias políticas, la necesidad de paz, que requieren estas transiciones de situaciones de conflicto a situaciones democráticas.
La izquierda abertzale considera necesaria una justicia transicional que sirva de instrumento para superar las consecuencias del conflicto y eliminar las causas que lo originaron. Además, deberá promover «la reconciliación desde el respeto mutuo buscando la verdad y la necesaria reparación» de todas las víctimas.
A su entender, además, en este proceso de transición no se debe buscar «vencedores y vencidos, sino una solución de la que todo el país salga vencedor. Una justicia que aporte lo necesario para alcanzar la paz y la reconciliación».
En opinión de la izquierda abertzale, una lectura positiva y realizada con voluntad política de solución del conflicto de la actual legislación española podría ser también útil para avanzar en este terreno.
La propuesta de la izquierda abertzale recoge además el concepto de comisión de la verdad, como una herramienta que ha resultado también de gran utilidad en la superación de otros conflictos. A su entender, dicha comisión debería ser «de naturaleza internacional e independiente, políticamente neutral, con una participación abierta y sin ningún tipo de exclusión. Correspondería a esta comisión analizar las causas y consecuencias del conflicto».
En opinión de la izquierda abertzale «nuestro pueblo necesita saber la verdad, pero debe ser toda la verdad sobre el conflicto político y sus consecuencias». Por ello, se muestra «decidida a apoyar la formación de dicha comisión de la verdad» y pide «a los demás partidos políticos y a los estados francés y español que muestren la misma disposición y voluntad». Esta comisión necesitaría de la cooperación de todas las partes, con la implicación tanto de gobiernos, partidos políticos y sociedad civil. El documento sostiene que «la organización de la comisión, sus objetivos así como su actividad deberían acordarse entre todos los participantes. I.I.
Iñaki IRIONDO | DONOSTIA
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