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Plante masivo de las víctimas de ETA al acto homenaje que ha organizado el Congreso

Plante masivo de las víctimas de ETA al acto homenaje que ha organizado el Congreso

Habrá plantón de las víctimas del terrorismo. El Congreso de los Diputados ha organizado un homenaje a las personas afectadas por la barbarie asesina en España. Sin embargo, será un acto que no contará con la mayoría de los homenajeados. Sienten que el PP y el Gobierno no les están tratando cómo se merecen.

 “No queremos saber nada del PP ni del Gobierno, no se están portando bien”. Son las palabras de una de las víctimas del terrorismo más representativas para explicar por qué no acudirán al homenaje que Jesús Posada ha organizado en la Cámara Baja el próximo jueves.

El Congreso quiere con este acto rendir homenaje a todas las víctimas del terrorismo, pero apenas asistirán asociaciones. Ya han comunicado que no estarán presentes:

-- La Asociación de Víctimas del Terrorismo.

-- El Colectivo de Víctimas del País Vasco (Covite).

-- La Asociación de Víctimas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

-- La Fundación Gregorio Ordóñez.

-- La Asociación Catalana de Víctimas.

Los motivos que estas víctimas expresan en privado para no acudir al acto del Congreso de los Diputados son, esencialmente, dos:

-- En primer lugar, no están de acuerdo con la política antiterrorista del Gobierno. Ya no solo con la inacción con respecto a Bildu, sino también en relación al continuo goteo de etarras puestos en libertad en lo que llevamos de legislatura.

En el colectivo de víctimas son especialmente sensibles con la situación de Bolinaga, que lleva un año en libertad a pesar de que se le diagnosticó un cáncer terminal. La mayoría de los afectados por el terrorismo en primera persona sigue sin entender por qué se le excarceló.

Algunas víctimas, off the record, tienen palabras muy duras con respecto a los máximos dirigentes del Gobierno y el PP: “No pienso saludar a los que están sacando a la calle a los asesinos”.

-- Posada, además, ha organizado un acto en el que las víctimas no tendrán voz. Y éstas no quieren participar en un homenaje donde solo hablen los políticos. Solo hay programadas unas palabras de Jesús Posada y un minuto de silencio.

 

El Confidencial Digital, 18/06/12

Rajoy y el 'proceso' con ETA (por Cayetano González)

Rajoy y el 'proceso' con ETA (por Cayetano González)

Un día es ver a Bolinaga, ese enfermo "terminal", torturador/secuestrador de Ortega Lara al que el Ministerio del Interior concedió hace diez meses el tercer grado penitenciario y un juez puso en libertad, tomando chiquitos por los bares de Mondragón. Otro es contemplar al sanguinario etarra Valentín Lasarte pasear tan ricamente por las calles de Lodosa disfrutando de un permiso penitenciario. O asistir atónitos al akelarre protagonizado este sábado en Biarritz por los huidos de ETA en un acto de evidente apología del terrorismo. O conocer que el Gobierno de Noruega financia con 1,1 millones de euros seminarios en los que se estudia "el movimiento vasco de autodeterminación" y en el que participan dirigentes de Sortu. O leer el "Informe de vulneración de Derechos Humanos en el caso vasco" encargado por el Gobierno de Vitoria y en el que se meten en el mismo saco los asesinatos de ETA con los cometidos por los GAL o por –según el citado informe– las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Son sólo cinco ejemplos tomados de la actualidad que sirven para confirmar lo que muchos nos temíamos y algunos quieren seguir sin ver: el Gobierno de Rajoy no se habrá sentado en los dieciocho meses que lleva en el poder en una mesa con ETA como hizo el Gobierno de Zapatero, pero está dejando que continúe lo que se conoce como el proceso de paz, que inició el expresidente socialista antes incluso de llegar a La Moncloa en 2004 y que fue pilotado en sus momentos clave por el actual líder de la oposición y secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El Gobierno del PP dirá que algunos de los hechos citados anteriormente han sido consecuencia de decisiones judiciales en las que él no tiene nada que ver, o tomadas por otras instituciones. Excusas de mal pagador para intentar repartir o diluir las responsabilidades.

Dejar hacer

La estrategia del actual Gobierno del PP es muy sencilla y al mismo tiempo muy propia de su jefe: se trata de que pase el tiempo y dejar hacer a otros, sean estos el actual Gobierno vasco del PNV, el PSE, el entorno de ETA, los mediadores internacionales o el Gobierno de Noruega. Eso sí, que no se note mucho. Si el proceso encalla, se le da un empujón y se promueve la puesta en libertad de algunos presos. Con Bolinaga se les fue la mano y tuvieron una reacción en la opinión pública que les asustó, porque, claro, esas cosas quitan votos, como se vio en las elecciones vascas del pasado mes de octubre, donde el PP se dio un batacazo monumental y pasó a ser la cuarta fuerza política en la Cámara autonómica. Tampoco es incompatible en esa estrategia que de vez en cuando se detenga a algún miembro de ETA o se hagan declaraciones altisonantes pero vacías de contenido –ese papel lo suele desempeñar el ministro Fernández– sobre la supuesta firmeza del Ejecutivo a la hora de plantar cara a la banda terrorista.

Tres hechos que no han sido explicados

En el pasado reciente hay tres hechos relevantes que no han sido suficientemente explicados por sus protagonistas –fundamentalmente Zapatero y Rajoy–, lo que no obsta para que vistos ya con una cierta perspectiva arrojen luz para entender lo que está sucediendo en el momento presente.

Primer hecho relevante: el 23 de julio de 2008, a los cuatro meses de haber perdido por segunda vez con Zapatero unas elecciones generales, Rajoy acudió al Palacio de La Moncloa para entrevistarse con aquél. Tras la reunión se dijo que habían alcanzado un pacto en política antiterrorista, pero nunca se ha conocido un documento escrito del mismo. Lo único que sucedió es que en los meses siguientes el líder del PP empezó a apoyar al Gobierno socialista en su política antiterrorista, llegando incluso a afirmar que había cambiado sustancialmente respecto a la seguida en la primera legislatura.

Segundo hecho relevante. El 20 de octubre de 2011 ETA anunció el "cese definitivo" de su "actividad armada". Ese día Rajoy hizo una declaración formal ante los medios en la sede del PP de la calle Génova y para asombro de propios y extraños afirmó que el anuncio de ETA se había producido "sin ningún tipo de concesión política". Posteriormente se supo que esa frase fue añadida por el propio Rajoy al texto que le habían preparado sus colaboradores después de haber conversado telefónicamente con Zapatero.

Tercer hecho relevante. El 10 de enero de 2012, cuando no había pasado ni un mes de su salida de La Moncloa, Zapatero se reunió durante dos horas en la sede del Ministerio del Interior con el titular de esta cartera, Jorge Fernández Díaz. Es de suponer que ese encuentro se celebró con el visto bueno del ya presidente Rajoy. Y también es de suponer que en el mismo Zapatero le transmitió al nuevo ministro del Interior los compromisos que su Gobierno había adquirido con ETA, como habían sido las negociaciones en Oslo, y en definitiva en qué punto se encontraba el proceso.

Rajoy: Gobierno como si ETA no existiera

Rajoy suele comentar, las pocas veces que no habla sólo de economía, que gobierna como si ETA no existiera. Craso error, porque ETA ya lo creo que existe. El presidente del Gobierno, que fue, aunque por un breve espacio de tiempo, ministro del Interior, sabe de sobra que ETA es algo mas que los comandos que integran sus pistoleros. ETA es un proyecto político que hasta hace año y medio ha matado a 857 personas para conseguir la independencia de lo que ellos llaman Euskal Herria e instaurar en ese territorio –lo dicen sus documentos– una república socialista. Para eso, ETA necesita el poder, y de momento –gracias a Zapatero, a los seis vocales del Tribunal Constitucional, comandados por Pascual Sala, que legalizaron a su brazo político y a la inacción de Rajoy– han conseguido ya gobernar en Guipúzcoa, en San Sebastián, en muchos otros ayuntamientos del País Vasco y de Navarra y ser la segunda fuerza política del Parlamento vasco, amén de tener siete diputados en el Congreso a través de la coalición Amaiur, con la que por cierto el ministro Wert se reúne para explicarle su reforma educativa, dándole de esa manera carta de naturaleza y de normalidad: "Se les trata como al resto de grupos políticos", explican de forma torticera portavoces del Ministerio de Educación.

Falsear el relato de lo sucedido

Pero además la actitud de Rajoy de gobernar como si ETA no existiera lleva aparejada el riesgo, que ya es una realidad, de dejar que el relato de lo que ha sucedido en el País Vasco en los últimos cincuenta y cuatro años –ETA nació en 1959– lo elaboren, lo escriban y lo cuenten los amigos de los terroristas, eso que se ha venido en denominar "la izquierda abertzale", o los nacionalistas del PNV, que nunca han arrimado el hombro para conseguir la derrota de quienes nacieron en su seno, porque no les ven como sus enemigos sino simplemente como su hijos descarriados.

Ese falseamiento del relato supone, entre otras cosas, la equiparación de víctimas y verdugos; que no haya vencedores y vencidos; o que incluso –como pidieron los etarras huidos este pasado sábado en Biarritz– que los procedimientos judiciales se suspendan y que el Estado asuma la verdad por ellos defendida.

Los que, quizás con un cierto punto de ingenuidad o de perplejidad, se pregunten por qué este Gobierno del PP no da la batalla política e ideológica para que, en el supuesto final de ETA, no se falsee la historia y no se ofenda la memoria y la dignidad de las víctimas del terrorismo, puede que encuentren en las líneas precedentes una explicación. No puede ni quiere hacerlo porque está en el proceso. Es parte del mismo. Participa de una manera distinta a como lo hizo Zapatero, pero ya se sabe que, en la ascética tradicional, los pecados pueden ser cometidos por acción o por omisión. Lo de Rajoy es claramente lo segundo. Pero también conviene recordar, en este caso echando mano del refranero popular, que en el pecado se lleva la penitencia. Veremos si los ciudadanos tienen memoria a la hora de acudir por tres veces en los próximos dos años a las urnas.

http://www.libertaddigital.com/opinion/cayetano-gonzalez/rajoy-y-el-proceso-con-eta-68731/

17/06/13

Iglesia y Terrorismo

Iglesia y Terrorismo

Declaro mi total desacuerdo con Mons. Uriarte, pues no es lo mismo que le peguen a uno un tiro en la nuca que matar en legítima defensa. No es lo mismo ser víctima que morir cuando se quiere ser verdugo. Pienso además que la postura de la Iglesia no es la de Mons. Uriarte.

 

Urkullu y Mons. Uriarte, obispo emérito de San Sebastián, acaban de presentar conjuntamente un documento sobre la vulneración de derechos humanos en Euskadi que, empleando el término más suave que se me ocurre, es francamente desafortunado.

Este informe, encargado por el Gobierno vasco, cuantifica en 1.004 personas las víctimas mortales por vulneraciones de derechos humanos entre 1960 y 2013, entre las que se incluyen 837 muertos por ETA, 94 por las fuerzas de seguridad del Estado y 73 por grupos parapoliciales y de extrema derecha. El «informe de Vulneración de Derechos Humanos» ha sido elaborado, entre otros, por el obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte.

El PNV voy a recordar, fue un Partido que presumió, a pesar de un racismo que hubiese avergonzado a Adolfo Hitler, durante mucho tiempo de ser un Partido Católico. Hoy, evidentemente, no lo es, y Urkullu se encargó de dejarlo suficientemente claro cuando ordenó a sus diputados que votasen por disciplina de Partido a favor de la Ley del Aborto, es decir lo que para la Iglesia es un crimen abominable (Gaudiun et Spes nº 51).

Como sacerdote católico tengo muy claro la frase de Jesús: «La Verdad os hará libres» (Jn 8,32). Declaro mi total desacuerdo con Mons. Uriarte, pues no es lo mismo que le peguen a uno un tiro en la nuca que matar en legítima defensa. No es lo mismo ser víctima que morir cuando se quiere ser verdugo. Pienso además que la postura de la Iglesia no es la de Mons. Uriarte.

En efecto, en su viaje a Irlanda en 1997 Juan Pablo II, dirigiéndose a los terroristas y a sus simpatizantes de ambos bandos, incluidos los sacerdotes nacionalistas: «De rodillas os suplico que abandonéis el camino de la violencia y retoméis la senda de la paz… La violencia destruye el trabajo de la justicia… La continuidad de la violencia en Irlanda sólo arrastrará a la ruina a la tierra que decís amar y a los valores que decís respetar».

El 6 de Noviembre de 1982, Juan Pablo II dijo en Loyola: «Pero hay también, desgraciadamente, quienes se dejan tentar por ideologías materialistas y de violencia. Querría decirles con afecto y firmeza, y mi voz es la de quien ha sufrido personalmente la violencia, que reflexionen en su camino. Que no dejen instrumentar su eventual generosidad y altruismo. La violencia no es un medio de construcción. Ofende a Dios, a quien la sufre, y a quien la practica».

Y el 24 de Octubre de 1986 dijo a los obispos españoles: «Finalmente, con harto dolor, tengo que referirme, para, una vez más, lamentar que en algunas de vuestras diócesis persista el incalificable azote del terrorismo… ¡Cese, pues, el odio, generador de muerte y destrucción!, y que naturalmente esta actitud de beligerancia no halle ya jamás el más mínimo respaldo en personas que se dicen católicas o animadas de buena voluntad». Podría seguir citando montones de textos no sólo del Papa, sino de nuestros Obispos y de nuestra Conferencia Episcopal. Bastantes de ellos se encuentran en un grueso volumen de la BAC, editado en el 2001 y cuyo título es «La Iglesia frente al terrorismo de ETA».

Entre los bastantes más de cincuenta documentos de nuestra Conferencia Episcopal sobre ETA, sin contar los varios cientos de nuestros Obispos individualmente, al que con más frecuencia me refiero, es uno, publicado en el 2002, y cuyo título es: «Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias», y del que recojo algunas de sus afirmaciones:

Son frases de este documento: «El terrorismo merece la misma calificación moral absolutamente negativa que la eliminación directa y voluntaria de un ser humano inocente, prohibida por la ley natural y por el quinto mandamiento del Decálogo»(nº 12); «el llamado terrorismo de baja intensidad o kale borroka merece igualmente un juicio moral negativo. En primer lugar, porque sus agentes actúan con las mismas intenciones totalitarias del terrorismo propiamente dicho»(nº 13); «nunca puede existir razón moral alguna para el terrorismo. Quien, rechazando la acción terrorista, quisiera servirse del fenómeno terrorista para sus intereses políticos cometería una gravísima inmoralidad»(nº 14); «tampoco es admisible el silencio sistemático ante el terrorismo. Esto obliga a todos a expresar responsablemente el rechazo y la condena del terrorismo y de cualquier forma de colaboración con quienes lo ejercitan o lo justifican, particularmente a quienes tienen alguna representación pública o ejercen alguna responsabilidad en la sociedad. No se puede ser neutral ante el terrorismo. Querer serlo resulta un modo de aceptación del mismo y un escándalo público»(nº 15); «junto con el miedo, el terrorismo busca intencionadamente provocar y hacer crecer el odio para alimentar una espiral de violencia que facilite sus propósitos»(nº 20); «la Iglesia subraya el valor del diálogo respetuoso, leal y libre como la forma más digna y recomendable para superar las dificultades surgidas de la convivencia. Al hablar del diálogo no nos referimos a ETA, que no puede ser considerada como interlocutor político de un Estado legítimo, ni representa políticamente a nadie, sino al necesario diálogo y colaboración entre las diferentes instituciones sociales y políticas para eliminar la presencia del terrorismo»(nº 40).

Esto es lo que la Iglesia dice y piensa del terrorismo. Creo es suficientemente clara su postura.

 

Pedro Trevijano, sacerdote

http://www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=17647

El regreso de sus exiliados es incompatible con una organización terrorista activa

El regreso de sus exiliados es incompatible con una organización terrorista activa

(de una entrevista a Fernando José Vaquero Oroquieta para TeInteresa, por José Barros, Madrid)

Lo que ahora reclaman los abertzales es que el Gobierno se mueva de una vez.

Para ponernos en situación, recordemos que en su momento se realizó una negociación entre Zapatero y ETA, en la que se estableció el inicio de un calendario, y esto ahora está bloqueado.

Lo que ahora reclaman los abertzales con toda esta retahíla de plataformas, manifestaciones y manifiestos, con el intento de revitalización de la Urdaibitza, es que el Gobierno se mueva de una vez.

ETA ha dado los pasos que había que dar, pero el Gobierno está bloqueado. Según ETA, lo que tendría que hacer ahora el Gobierno es acercar a los presos, liberar a los que estén enfermos y derogar la doctrina Parot. Como no ven movimientos decisivos, creen que hay una paralización del proceso que empezaron con Zapatero. Otras organizaciones ’independientes’, como Lokarri o la conferencia de Ayete, también quieren que el Gobierno realice los movimientos correspondientes.

El permiso a Lasarte no parece más que la resolución de un juez, pero no un movimiento del Gobierno, que se mantiene dentro de la legalidad.

El Gobierno quiere que ETA entregue sus arsenales y se disuelva. Una vez cumplida estas dos condiciones, el Gobierno sí que se movería. No sé si lo haría con la ruta del ZP o con una propia. Si  ETA realiza estos dos actos, el Gobierno se tiene que mover. Tanto Fernández Diez como Basagoiti lo han reclamado.

Mientras tanto, el mundo abertzale sigue ahí: Bildu, Segui, Lab, las herriko tabernas... No se ha actuado contra ellos.

¿Qué paso daría el Gobierno? Claramente acercaría a los presos de Madrid hacia arriba, y a los etarras de penas más cortas los acercaría al País Vasco y Navarra. También dejaría de poner trabas a la derogación de la doctrina Parot y facilitaría el mutuo conocimiento para facilitar la empatía y el conocimiento entre las dos partes. Similar a como se ha hecho en Irlanda del norte. El Gobierno exigiría el compromiso escrito de petición de perdón a las víctimas, y el gobierno daría una indemnización a las víctimas, porque las organizaciones abertzales están sin un duro. Sería un acercamiento cauteloso.

Pero esto entra dentro de lo futurible. Lo cierto es que, hoy por hoy, lo único que vemos es la estrategia abertzale, que está siendo de permanente llamada de atención a favor de los presos de ETA, de los ’exiliados’. Quieren que regresen pronto, así que no les interesa que haya ningún tipo de fricción. Harán todo lo posible para que no haya escisiones dentro de ellos, como en Irlanda del Norte, para que no se deslegitime un proceso que está muy pensado y legitimado internacionalmente. Sería la pérdida de esa respetabilidad. Recordemos que ya están gobernando en Guipúzcoa, el “corazón de Euskalerría”, el “paraíso verde”. No es una nueva Albania. No les interesa perder semejante caudal político. Por el contrario, los abertzales están tratando de arrastras al PNV a sus posicionamientos, cosa que en parte están consiguiendo.

En cuanto a ETA, a nivel organizativo se encuentra como el penúltimo GRAPO. Es una época de decadencia, ya no tienen apenas militantes, su estructura es mínima. Podrían activar a algunos militantes, pero a nivel organizativo no tiene una base importante.

Los últimos etarras que han detenido son gente de poco nivel y trayectoria. Es cierto que guardan la organización como baza ante el Estado y un hipotético cambio radical, pero tendrían que inyectar muchos militantes y mucho dinero con el impuesto revolucionario.

Llevan un tiempo sin robos de coches ni explosivos. Al contrario de lo que solía suceder antes, la información sobre estos hechos está siendo minina, señal de que no están ocurriendo.

Además, si quieren regresar los exiliados, esto es incompatible con la tensión permanente de una estructura terrorista en activo.

http://www.teinteresa.es/espana/regreso-exiliados-incompatible-organizacion-terrorista_0_935906885.html

 

Los “lobos solitarios”, y la “yihad global”

Los “lobos solitarios”, y la “yihad global”

Los recientes atentados terroristas protagonizados en Londres y París, por “lobos solitarios” de ideología radical islamista, han recordado el riesgo permanente al que está sometido nuestra indolente sociedad desde la estrategia terrorista. Con motivo de dos casos análogos, protagonizados por Anders Behring Breivik, autor de los 2 atentados que en el mes de julio de 2011 costaron 77 vidas humanas en Noruega y de Mohamed Merah, responsable de sendos atentados en Toulouse y Montauban, en los que asesinó a 7 personas en marzo de 2012, el Director de Opinión de DiarioYa.es, José Luis Orella, entrevisto el 23 de abril de 2012 en Pamplona a Fernando José Vaquero Oroquieta, estudioso del terrorismo, colaborador ocasional de este medio y autor del libro “La ruta del odio”. Hemos querido rescatar dicha entrevista pues en ella se analizaba y se anticipaban hechos como los que, desgraciadamente, se han vuelto a sufrir, proporcionando claves totalmente vigente y con proyección de futuro. Recordémosla.

Pregunta: En su libro “La ruta del odio”, en el apartado expresamente dedicado al fenómeno de los terroristas solitarios, concluye que “el terrorismo no es para solitarios”. Los casos de Breivik y Merah, ¿no contradicen su tesis?

Respuesta: En absoluto. Son la excepción, junto a otros, de la norma general. En el apartado 28 de mi libro hablo de otros casos significativos y excepcionales de esta rara especie. Fue el caso de Theodore Kaczynski, “unabomber”. Este antiguo profesor universitario rompió con el mundo industrializado hacia 1970 y se recluyó en una cabaña aislada de un recóndito paraje del estado de Montana. Desde 1978 a 1995 explotaron 16 bombas por él confeccionadas, causando 3 muertos y 23 heridos. Se definía como “anarquista anti-tecnología”. Y actuó sólo, sin que nadie siguiera su legado. Pero para que el terrorismo sea eficaz y su estrategia tenga continuidad, se requiere de una cierta estructura especializada y jerarquizada, con medios humanos y materiales, una cultura organizativa, unas tácticas elaboradas, todo ello aderezado con una ideología de orientación totalitaria. Una única persona difícilmente puede conseguir todo lo anterior, si bien Internet lo está facilitando y mucho. No obstante, para el común de los mortales, sigue siendo un propósito muy complejo. Me remito a la experiencia. Si usted, por ejemplo, pretende hacerse con una pistola en el “mercado negro”, tiene muchas más posibilidades de ser engañad en el intento, de ser extorsionado, incluso detenido, que de conseguirla.

P.: Ya que los ha mencionado, los de inspiración anarquista, ¿son otro supuesto de terroristas solitarios?

R.: En su inmensa mayoría, especialmente a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, su “edad de oro”, los protagonizaron pequeños grupos caracterizados por un voluntarismo y fanatismo formidables. Su extremo individualismo, tributo de su ideología libertaria y su rechazo de cualquier disciplina externa y de toda jerarquía, les arrastró a que el número de sus integrantes fuera muy pequeño: incluso de unos escasos dos o tres sujetos. Pero, al igual que en la categoría de los terroristas suicidas, ya existía, no tanto una gran organización que les empujara a ello de alguna manera (España fue la excepción, con una CNT y una FAI permanentemente proclives a la insurrección, salvo en el momento actual en que son un pálido reflejo de lo que fueron), como un caldo de cultivo, un entorno social proclives, que podían facilitarles medios, técnicas y excusas.

P.: Los terroristas suicidas: ¿no son, según su criterio, otro supuesto de esta atípica variedad?

R.: No. Los terroristas suicidas –tamiles, palestinos, libaneses, iraquíes, afganos, argelinos…- cuentan siempre con redes terroristas que les han reclutado y adiestrado, proporcionándoles las técnicas y medios para consumar esos atentados en muchas ocasiones dramáticamente letales. La última fase de ejecución de esta modalidad es la individual: su explosión lo más cerca posible del objetivo elegido por esos otros; una comisaría de policía, un puesto de control del ejército, una oficina de alistamiento, una mezquita rival, un mercado público, un autobús de línea…

P.: Sin duda Merah contaba con el submundo de la Yihad terrorista de Al Qaeda y grupos análogos, pero ¿Breivik?

R.: Todo indica que actuó solo. Existen, ciertamente, grupitos que preconizan la “supremacía blanca” y otras zarandajas similares (como la resistencia frente un supuesto “Gobierno mundial sionista”), pero su realidad es mucho más endeble y precaria que la del terrorismo yihadista. Mucho desequilibrado anda suelto por esos feudos. Breivik es otra cosa. De hecho saludó al Tribunal con el brazo extendido, pero con el puño cerrado (un gesto propio de la izquierda revolucionaria, y no fascista, tal y como nos aseguran desde los mayoritarios medios de comunicación), formaba parte de una secta paramasónica más excéntrica de lo habitual, odia al catolicismo, profesa un protestantismo cuanto menos extrañísimo. Es un sujeto que sufre –diciéndolo llanamente- un descomunal “cacao mental”. Y letal, ciertamente, pero no tanto por sus propias cualidades, como por las carencias de la seguridad noruega. Ese interés mediático en etiquetar a este sujeto como un ultraderechista parece más relacionado con ciertas maniobras orquestadas frente al auge de las opciones políticas identitarias en buena parte de Europa (España vuelve a ser la excepción).

P.: Entonces, ¿qué une a Merah y Breivik?

R.: Un odio feroz, Internet, el terror como instrumento al servicio de su delirio, cierto caldo de cultivo totalitario, un seguro desajuste personal y social, una Europa desorientada...

P.: ¿Pueden las democracias extraer alguna enseñanza de todo ello?

R.: Sin duda. Deben permanecer vigilantes y en movimiento. Las quiebras de seguridad desveladas por los preparativos de Breivik y Merah deben rectificarse: mayor control de la llamada “delincuencia común”, especialmente del tráfico de armas y explosivos; un control del movimiento de personas por los diversos espacios geopolíticos; intercambio de información eficaz entre los Servicios de Inteligencia, nacionales y extranjeros; intervención decidida del antiterrorismo estatal y de la contrainteligencia en Internet y redes sociales. No en vano, Internet no es sólo comunicación: es un instrumento extraordinario para la adquisición de conocimientos y mercaderías; acaso letales. Así es: un aspirante a terrorista puede encontrar vía Internet todo lo necesario para perpetrar un atentado con explosivos. No obstante, se me antoja que la crisis es, ante todo, moral: de nada sirve la tecnología sin una moral colectiva seria, razonable y coherente.

P.: Solitarios, inadaptados, terroristas camuflados en la “normalidad”, ¿vivimos, acaso, en una sociedad que, de alguna manera, favorece estos terroríficos comportamientos?

R.: En cierto modo así es. Y no sólo me refiero a las casi infinitas posibilidades que ofrece Internet, sino al carácter intrínseco de nuestra sociedad actual, enferma en buena medida: camufla solitarios, alimenta mitómanos, es indiferente ante la soledad y el sufrimiento, desarticula a la familia y a las comunidades, impone pautas de comportamiento por mandato cultural y mediático, relativizaa toda creencia, elimina lo sagrado, desarraiga al hombre de la naturaleza, infantiliza a las personas mediante la satisfacción de sus instintos, destroza a la autoridad tradicional y, sobre todo, según afirmaba Hannah Arendt, banaliza el mal.

P.: ¿Padeceremos nuevos golpes de terroristas solitarios?

R.: Probablemente sí. El terrorismo ha demostrado a lo largo de su triste historia una enorme capacidad de adaptación, incluso de anticipación a la respuesta estatal. La persistencia y transformación de ideologías que justifican el terrorismo encuentra en nuestro mundo globalizado nuevas oportunidades para la “acción directa”, que pasan por sujetos solitarios, o casi. Los entramados terroristas se sirven de cualquier táctica que resulte rentable desde una perspectiva coste/beneficio. La “red de redes” de Al Qaeda ha revolucionado la cultura organizativa de los grupos terroristas. En esa nueva dinámica, la acción de sujetos a título individual encaja en su estrategia a largo plazo. Por ello, dado además que las nuevas tecnologías y las nuevas realidades supranacionales de la globalización lo facilitan; todo ello augura que conoceremos nuevas expresiones terroristas de la mano de sujetos solitarios, aparentemente locos, excéntricos o desesperados. Y no olvidemos, por último, las viejas tácticas de infiltración, provocación o instrumentalización de sujetos de esas características al servicio de intereses ocultos. La historia es rica en esos supuestos: los asesinatos de Sarajevo, el incendio del Reichstag, el asesinato de John F. Kennedy… y tantos otros, algunos de gigantescas repercusiones planetarias, todavía sin resolver.

Entrevistador: Seguiremos atentos. Muchas gracias, Fernando, y hasta otra.

Entrevistado: A vosotros. Siempre es un honor reflexionar sobre estas cuestiones junto a los lectores de DiarioYa.es.

Entrevista realizada por José Luis Orella

http://www.diarioya.es/content/el-%E2%80%9Clobo-solitario%E2%80%9D-%C2%BFnueva-especie-terrorista

Londres: la policía investiga una red yihadista mientras los musulmanes multiplican su población

Londres: la policía investiga una red yihadista mientras los musulmanes multiplican su población

En Gran Bretaña, los cristianos disminuyen en número frente al aumento creciente de seguidores del Islam
La Policía está investigando si los dos yihadistas que el pasado miércoles mataron a machetazos a un soldado británico en el sureste de Londres actuaron solos o, por el contrario, son parte de una conspiración mayor. Según Reuters, el MI5 conocía a los dos agresores por sus vínculos islamistas. Otra fuente ha apuntado que, a pesar de ello, el ataque era muy difícil de prevenir debido a la multiculturalidad de Londres y a la sencillez del ataque.

 Hablando de la multiculturalidad de Londres y de Gran Bretaña, este viernes La Razón aportaba las conclusiones del último censo de 2011 en ese país. Por ejemplo, que el número de cristianos ha disminuido con respecto a 2001 un 50%, mucho más rápido de lo esperado, mientras que ya uno de cada diez menores de 25 años se considera musulmán.

El número total de personas en Inglaterra y Gales que se definen como cristianos se redujo en 4,1 millones, una disminución del 10%, añade este periódico. Al mismo tiempo, el número de musulmanes aumentó en un 75% -cifra impulsada por casi 600.000 extranjeros nacidos de la fe islámica–. Mientras que casi la mitad de los musulmanes son menores de 25 años, casi una cuarta parte de los cristianos superan los 65. El doctor Fraser Watts, teólogo de Cambridge, cree «muy posible» que los cristianos puedan convertirse en una minoría en la próxima década.

 Pero es que en Londres -prosigue La Razón- el 37,4% de la población musulmana de Inglaterra y Gales vive en la capital. Un millón de personas, el 12,4% de los londinenses, son seguidores del Islam. Han aumentado en la última década un 67%, en comparación con los cristianos que han caído un 13%.

 Aquello de que los musulmanes conquistarán Europa con los úteros de sus mujeres comienza a ser  una realidad ya. Aunque el problema no son los musulmanes, sino los yihadistas, lo que no quita para que el primer ministro británico, Cameron, adoptase una postura tibia ante el ataque.

Andrés Velázquez
http://www.hispanidad.com/Breves/londres-la-polica-investiga-una-red-yihadista-mientras-los-musulmanes-20130524-156770.html

La CIA afirma que, cada vez en mayor medida, el terrorismo permitirá a los enemigos de la democracia poner en peligro infraestructuras estratégicas (EIG. Redacción. San Sebastián)

La CIA afirma que, cada vez en mayor medida, el terrorismo permitirá a los enemigos de la democracia poner en peligro infraestructuras estratégicas (EIG. Redacción. San Sebastián)

El reciente atentado de Boston, en el que han sido asesinadas tres personas y casi otras doscientas han resultado heridas de distinta consideración,  sitúa en línea de máxima actualidad un informe que acaba de hacer público la Central de Inteligencia Americana, CIA, y que trata de aproximarse a cómo será el mundo en el año 2030.

Para los analistas del Gobierno norteamericano, que vislumbran un planeta multipolar donde EE.UU. habrá de compartir su hegemonía con otros líderes regionales, “las incertidumbres de futuro son hoy más numerosas que nunca”, aunque hay algunos elementos que parecen dibujarse con bastante claridad: la población mundial alcanzará los 8.400 millones de personas; la urbanización será creciente, especialmente en África; las clases medias aumentarán a lo largo y ancho del planeta; el incremento de los niveles de educación y salud, impulsará la emancipación de los individuos; se agravarán los conflictos por los recursos y... hombres y mujeres de los cinco continentes tendrán también un acceso más sencillo “a tecnologías mortíferas y devastadoras que escaparán al control de los estados”.

El documento “Global Trends 2030: Alternative Worlds”, que se publicó en diciembre de 2012 en Estados Unidos y que ahora mismo acaba de ser difundido en Francia por “Editions des Équateurs”, explica, en relación a la evolución futura del terrorismo internacional, que “en los próximos veinte años, la variedad de los instrumentos de guerra en circulación aumentará. El acceso a armas de precisión y armas cibernéticas y bioterroristas, será mucho más fácil”. Y añade: “La proliferación de armamento guiado con la máxima precisión permitirá a un número creciente de enemigos potenciales poner en peligro infraestructuras estratégicas”.

En relación al terrorismo de Al Qaeda y organizaciones similares, los expertos de la CIA aseguran que “varias circunstancias determinan el fin de la fase actual del terrorismo islamista. Es posible pensar que, tal y como ocurrió con otras oleadas terroristas -los movimientos anarquistas de los años 1880-1890, los movimientos anticoloniales de la posguerra y la nueva izquierda de las universidades norteamericanas en los años setenta-, esta etapa de fundamentalismo religioso podría terminar de aquí a 2030. Por el contario, es poco probable que el terrorismo desaparezca, porque no es fruto de una única causa".

http://www.paisvasco-informacion.com/2013/04/la-cia-afirma-que-cada-vez-en-mayor.html

La calculada negligencia de ETA (de Euskadi Información Global)

La calculada negligencia de ETA (de Euskadi Información Global)

Uno de los últimos episodios dentro de la campaña que se realiza a favor de la rehabilitación y posterior glorificación de los criminales de ETA, ha sido la declaración de Garikoitz Aspiazu Rubina, "Txeroki" cuando al ser juzgado en París "lamentó" haber causado víctimas que "no tenían nada que ver con el conflicto". Es decir, si tuvieron "algo que ver", están bien muertas. El problema es que la banda no ha explicado cuál es su criterio para explicar qué entiende por "algo que ver", a fin de incluir a unos en una lista de la pena y el dolor, y al resto al cajón de los bien muertos.

Si preguntáramos a los simpatizantes de la Izquierda Patriótica o incluso a muchos ciudadanos vascos, ellos nos responderían que establecer la diferencia es sencilla. Desde siempre han afirmado, orgullosamente, que ETA no ha ejercido el terrorismo indiscriminado. Así, a un lado estarían los policías, militares, políticos, chivatos, traficantes de droga y, al otro lado de la línea, aquellos que "pasaban por allí" y casualmente fueron alcanzados por una bomba o una bala perdida. Sin embargo, cuando examinamos en detalle las listas de víctimas, por un lado nos encontramos que las "bajas colaterales" han sido sorprendentemente altas y por otro que la diferenciación entre víctimas relacionadas o no con el conflicto no está tan clara como pretenden los propagandistas de la banda asesina.

Por ejemplo, ETA llevó a cabo una campaña de enorme brutalidad contra jubilados de las FSE y Ejército. En total asesinaron a 31 personas que ya habían dejado de pertenecer a cuerpo armado alguno y que, por lo tanto, a efectos prácticos, eran civiles con una nula relación con el "conflicto". Además hubo casos verdaderamente asombrosos. Así a Luis Azcarraga Pérez-Caballero lo asesinan con 81 años y cuando ni tan siquiera residía en el País Vasco, a donde acudió en unas vacaciones.

El vizcaíno Francisco Díaz de Cerio es asesinado el 31 de enero de 1991 cuando abandonó la Guardia Civil en 1980 para trabajar de revisor de contadores de la luz de Iberduero. Con el guipuzcoano Ignacio Urrutia Bilbao, 74 años, que es asesinado el 28 de junio de 1990, la relación con "el conflicto" se remontaba nada menos que a 1975, cuando dejó el Ejercito, donde como teniente se había encargado de labores de construcción y electricidad.

Jamás la banda explicó porqué atacó a este colectivo y la única causa racional que encontramos es que buscaban engordar artificialmente la lista de bajas entre policías y militares "enemigos". Una pista de esto nos lo ofrece Iñaki Egaña que se ha ufanado de que la banda mató más generales que todos los que cayeron durante las guerras de la independencia americanas. El hecho de que compare la muerte en el campo de batalla con el tiro en la nuca a personas indefensas que salían de misa o paseaban tranquilamente por la calle, retrata perfectamente la calidad moral del señor Egaña, el cual se "olvida" de consignar que una cuarta parte de estos asesinados ya no estaba en activo.

Con los civiles, el "rigor" de la selección aun es menor y la actitud de ETA aun más escandalosa, si cabe.

Muchas personas fueron asesinadas acusadas de ser "confidentes" y "chivatos". La realidad es que prácticamente todas las víctimas por estas causas lo fueron durante los “años de plomo”. El perfil de la mayoría era habitantes de pequeñas y medianas localidades, que no habían ocultado sus ideas políticas alejadas del nacionalismo y/o mantenían unas normales relaciones de vecindad con los miembros de los cuerpos de seguridad. Bajo estas premisas, mal podían ser chivatos ni confidentes dado que les era imposible introducirse en los círculos de simpatizantes de la banda. Sólo aquellos que eran militantes de HB o colaboradores de Gestoras podían ofrecer datos policialmente interesantes.

En realidad, estas personas fueron asesinadas dentro de un plan de limpieza ideológica y amedrentamiento, en las pequeñas y medianas localidades. La alemana Marianne Heiberg, que vivió el "conflicto" en Elgueta, entre febrero de 1975 y septiembre de 1976, denuncia con toda crudeza la dinámica, basada en falsedades y mentiras, que instauró ETA: "El paralelismo entre las acusaciones de chivatazo y las acusaciones de brujería de otras partes del mundo era realmente sorprendente. Estas víctimas, salvajemente asesinadas en base acusaciones completamente falsas y por motivos que nunca ha reconocido la banda criminal, ¿son de ‘lamentar’ o no?" (Nota 1)

Respecto a los muertos por "tráfico de drogas" también nos encontramos con esa falta de rigor y seriedad que es consustancial a la banda. Sin negar que algunos de los asesinados sí eran traficantes, hubo otros casos en que sin la menor prueba o tan siquiera de indicio, se les adjudicó esta condición, como Sebastián Azpiri y Francisco Zabaleta. Finalmente el grueso de las víctimas por esta causa fueron simples drogadictos que a lo sumo podían hacer menudeo para el autoconsumo, es decir, pobres enfermos muy alejados de la imagen del traficante que se hacía rico sembrando la muerte. Un ejemplo puede ser Ángel Facal, al que le dieron un tiro en la cabeza comiendo a mediodía sentado en un bordillo de la calle con un bocadillo en la mano. Sus compañeros de trabajo en nota pública explicaron que era tan pobre que constantemente les pedía dinero simplemente para poder comer.

Florencio Domínguez Iribarren ha consignado que casi el 40 % de los civiles muertos son eso que se ha llamado eufemísticamente "daños colaterales". Es decir, personas contra las que inicialmente, la banda criminal no pretendía atentar. La tipología es muy variada. Hay escandalosas negligencias como la de Hipercor, magníficamente denunciada por María José Grech en Inmemorian.

Hay familiares de miembros de las fuerzas de seguridad como las víctimas en el cuartel de Zaragoza, sobre las que no pesaba amenaza alguna, dado que hasta entonces los avisos de la banda se habían limitado a las instalaciones policiales sitas en el País Vasco y Navarra. Hay errores de identificación como el cometido por un comando que confundió a Luis Reina, pescadero, con Luis Reina, vendedor de coches. Avisos de bomba tardíos y confusos como los que costaron la vida a Ramón Iturriondo García y a Aníbal Izquierdo Emperador.

Por más que, una vez tras otra, en sus comunicados, ETA lamentara estas muertes, hiciera rimbombantes autocríticas y prometiera poner todos los medios para evitar que se repitieran, jamás la banda abrió una investigación interna ni mucho menos tomó medidas disciplinarias contra los incompetentes que habían cometido los más garrafales errores. Matar a personas "ajenas al conflicto" siempre ha salido gratis en ETA y no ha supuesto el menor impedimento para tanto ascender en la jerarquía como a la hora de recibir el homenaje y ensalzamiento tras la salida de prisión, tal como se pudo comprobar al ser liberados los descerebrados miembros del comando Barcelona que mató a 21 personas en Hipercor.

Conclusiones finales. Con motivo de los atentados terroristas del 11-M, oímos a periodistas, comentaristas e incluso a algún reputado político decir que “ETA no miente”. La banda criminal, cuando ha hablado de sus objetivos, sus movimientos y gestiones en el ámbito político, incluidos procesos negociadores, ha sido descarnadamente sincera. Muy distinta ha sido su actuación respecto a los "aspectos operativos", es decir, su trayectoria en el delito y el crimen, donde ha demostrado una capacidad ilimitada a la hora de camuflar, manipular y falsear de la manera más descarada y fragrante la realidad.

Florencio Domínguez ha señalado que debe quedar claro para el futuro que los miembros de ETA han sido los verdugos. Pero creo que también debe destacarse que en su acción criminal se han mostrado inconsecuentes, caprichosos, descuidados e incluso gravemente negligentes. No han buscado voluntariamente "víctimas colaterales", pero a la vez en la mayoría de sus acciones han hecho poco o nada por evitarlas. La prioridad operativa de ETA siempre ha sido la impunidad del comando y a ello se ha sacrificado todo, incluido cualquier ciudadano "ajeno al conflicto" que pasara por allí. Cuando no les ha quedado otro remedio que asumir el error, todo ha quedado en retórica vacía que no ha ido acompañada ni por medidas disciplinarias en los casos de negligencia más grave ni por modificaciones en la forma de atentar.

Esta situación se ha mantenido durante cuarenta años fundamentalmente porque a la postre, ha sido algo rentable para la banda. Contando con unos seguidores sumisos y serviles hasta la humillación, capaces de tragar cualquier barbaridad, mediante el goteo constante de "errores" mandaban un mensaje a la sociedad: cualquiera podía caer en la lotería siniestra en que se convirtió el terrorismo etarra. Todos, absolutamente todos, teníamos números y a todos nos podía tocar. Sólo la victoria de ETA supondría el fin del sangriento sorteo terrorista.

No hay más que ver los resultados de últimos procesos electorales para comprobar hasta qué punto han tenido éxito.

 

 

Nota 1. En 2004, participó en el congreso El Derecho Humano a la Paz, organizado por el Gobierno Ibarretxe. Según relata Florencio Domínguez Iribarre en “La Agonía de ETA” (pág. 148), su intervención crítica con el nacionalismo fue acogida con tales "abucheos, gritos y malos modos que bajó del estrado llorando". Los nacionalistas apelan siempre a la libertad y derecho de elección, pero a la hora de la verdad ni tan siquiera permiten a los extranjeros disentir públicamente de sus planteamientos. En la práctica lo que ellos llaman "derecho a decidir" es el "deber de obedecer".

 

Por) Andrónico; pseudónimo de un conocido especialista en la historia reciente del País Vasco

http://www.paisvasco-informacion.com/2013/04/cualquiera-podia-caer-en-la-loteria.html