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Foro El Salvador

Poder cultural y educación

España se ha rendido ante un puñado de adolescentes

España se ha rendido ante un puñado de adolescentes Los Servicios Sociales de algunas comunidades autónomas muy afectados por la llegada de inmigrantes adolescentes, como Andalucía y Cataluña, realizan un diagnóstico razonable en cuanto a las causas de su preocupación por estos jóvenes.

Son menores y se consideran adultos. Se lo consideran desde el punto de vista de su responsabilidad para trabajar y generar ingresos como sea. La necesidad les fuerza a ello. Ante este diagnóstico la atención social se las ve y se las desea para encontrar salidas razonables que incorporen la formación al trabajo. Es una preocupación digna de elogio.

Pero lo realmente apabullante es que nuestros propios adolescentes también se creen adultos. Lo que pasa que no lo aplican a un esfuerzo para trabajar sino a otros campos, el de las relaciones sexuales, que se inician ya en los 14 años, en el consumo temprano de droga que causa estragos entre ellos, en la práctica, no de consumir alcohol que ya sería un problema a estas edades, sino de hacerlo en grandes cantidades y en días tasados simplemente para emborracharse.

 

También se consideran adultos en el sentido de que no admiten que existan educadores que les marquen cual ha de ser su comportamiento.

 

Todo esto se traduce en muchos aspectos negativos: tendremos un porcentaje de población adulta terriblemente dañada por las enfermedades ligadas al sexo, las secuelas psicológicas de los abortos, los daños cerebrales del alcohol y la droga, la pérdida de capacidad auditiva por andar pegados horas y horas a los auriculares.

 

Ésta será una carga económica grave, que se producirá sobre una sociedad, además, muy envejecida, registrando un fenómeno combinado que nunca se ha dado en nuestra historia.

 

Pero además estos jóvenes que se consideran adultos son generadores de grandes costes económicos. El atender a los alumnos repetidores cuesta mil millones de euros al año, según el Secretario General del Ministerio de Educación. El impacto positivo que hubiera significado disminuir la tasa de alumnos que no llegan al Bachillerato, del 34% al 10%, utilizando un estudio del Canadá, hubiera representado un impacto positivo de 20.000 millones de euros entre 1989 y 2000.

 

Los empresarios se quejan de los niveles de formación con que les llegan muchos jóvenes, y también de su escasa capacidad para el esfuerzo.

 

En realidad lo que se ha producido en nuestro país es que un puñado creciente de adolescentes junto con los vividores del ocio que los alientan, han convencido a la sociedad que su estilo de vida, el descrito, ha de ser no sólo respetado sino favorecido, y todos los que hacen opinión y deciden, sobre todo, periodistas y políticos, han corrido detrás de ellos como bobalicones para ver quien les hacía la mejor oferta para que continuaran esta bola de nieve.

 

Si nos preocupamos de que los inmigrantes adolescentes no se conviertan en adultos anticipados para trabajar, todavía deberíamos preocuparnos más de que los nuestros no anticipen y magnifiquen conductas que incluso en adultos serían perjudiciales.

 

www.forumlibertas.com/

El Bloc de Josep Miró, 18/04/2007

 

 

El día que me fusilen

El día que me fusilen Invitado por el Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, pronuncié el sábado una conferencia sobre educación. Las tres o cuatro lectoras que todavía me soportan ya conocen sobradamente mi preocupación por este asunto, que juzgo primordial. Me había precedido en el uso de la palabra la viceconsejera de Educación, doña Carmen González, que en un determinado momento de su discurso se había referido de pasada a los «valores tradicionales» como algo sometido a revisión. Fuera por esta mención, o bien porque me presentaba Fernando Jiménez Guijarro, un querido profesor de Latín, decidí vertebrar mi conferencia sobre la defensa del concepto de «tradición», que como todos sabemos significa «entrega» o «transmisión». No existen otros valores, en el estricto sentido de la palabra, sino los tradicionales, los que entregamos a quienes vienen detrás de nosotros como llave para interpretar la realidad, para responder a los retos que la realidad nos plantea. La educación, a fin de cuentas, es la expresión máxima de la tradición: el maestro entrega a su discípulo un criterio para enjuiciar la realidad, una estructura de valores y significados que lo protege de la intemperie. Sólo cuando al discípulo se le ha hecho esa entrega es posible acicatear su libertad de juicio, para que luego él pueda someter los valores que le han sido entregados a inquisición y controversia, incluso a negación; cuando, por el contrario, no se le entrega ningún criterio ni valor, o los que se le entregan son contradictorios, se le condena al caos y a la desorientación. Acto seguido, hilvané un alegato a favor de las Humanidades, que son las disciplinas que, al vincularnos con el pasado, nos enseñan a descifrar el presente. Cuando un joven no conoce su propia historia, cuando ignora la genealogía de su propio idioma, cuando le han sido escamoteadas las disciplinas que le muestran la filiación de las arduas conquistas sociales, morales o jurídicas que adornan su cultura, se le está usurpando el derecho a saber quién es; y cuando uno no sabe quién es ya se ha convertido en víctima potencial de cualquier adoctrinamiento político travestido de «educación para la ciudadanía». Completada mi vindicación de la traditio, no me recaté de hacer un alegato a favor de la auctoritas (del supino del verbo augere, que significa «hacer crecer»): no existe educación posible sin reconocimiento de la autoridad del maestro; y ese reconocimiento actúa como un acicate para el discípulo, que sólo cuando siente que alguien le hace crecer halla en el proceso educativo una vocación de exigencia y esfuerzo.

 

 

Por supuesto, sabía que mi conferencia era sumamente provocadora. Hablar de tradición y autoridad constituye una herejía inadmisible para quienes han convertido la educación en una charca de ranas que ha desgraciado ya a varias generaciones; para quienes, embriagados por un apetito de destrucción, aspiran a arrasar el cuerpo social desde sus cimientos, fabricando remesas de jóvenes aturdidos por el relativismo y la banalidad, carnaza para el adoctrinamiento. Estos concienzudos destructores sociales, amparados en delicuescentes teorías pedagógicas, han logrado, como aquellos sastres de la fábula, convencernos de que el rey está vestido; cuando aparece alguien que se atreve a burlarse de la desnudez del rey se revuelven como basiliscos, pues saben que el día en que por fin aceptemos que nos hemos equivocado se les habrá acabado el chollete. Pero el chollete no se les acaba de momento (quizá cuando por fin se les acabe ya habrán completado su designio destructivo), y cualquier voz que se atreva a exponer desnudamente la magnitud del destrozo los enardece hasta el espumarajo. A esto ya estamos acostumbrados; y confesaremos que nada nos complace más que contemplar cómo algunos se transforman en la niña del exorcista, mientras nos oyen hablar. Pero el otro día, al acabar mi intervención, alguno me asaltó e increpó, con esa seguridad que otorga saberse el amo de la finca; con escasas razones y una infinita munición de odio. Supe que, si hubiesen podido fusilarme, lo habrían hecho; sé que lo harán en cuanto puedan. Sólo ruego que, llegado ese trance, un segundo antes de recibir la descarga del plomo, tenga el valor de dispensarles la misma sonrisa irónica que el otro día engalanaba mis labios.

 

Juan Manuel de Prada

ABC, 18 de abril de 2007

El Manifiesto, “periódico políticamente incorrecto” de la derecha, llega a Internet de la mano de Ruiz Portella, Esparza, Duque y Jacobo Machover

El Manifiesto, “periódico políticamente incorrecto” de la derecha, llega a Internet de la mano de Ruiz Portella, Esparza, Duque y Jacobo Machover El jueves 12 de abril se editaba por primera vez elmanifiesto.com, “periódico políticamente incorrecto” que continúa –desde los ámbitos de la actualidad- el camino del “Manifiesto contra la muerte del espíritu y la tierra” y la revista de pensamiento homónima.

Tras elmanifiesto.com está –como en el resto de iniciativas- el editor barcelonés Javier Ruiz Portella, fundador de la editorial Áltera en 1994. Con un amplio fondo editorial que cuenta entre sus autores a nombres como Álvaro Mutis, Aquilino Duque, Alain de Benoist o Eugenio d’Ors, Áltera está entre las editoriales pioneras de un cierto movimiento que viene a ofrecer un pensamiento y una estética alejadas de los paradigmas de la izquierda, como la Biblioteca Homo Legens, Ciudadela o Libros Libres. El escritor y blogger Pedro Fernández Barbadillo actúa de número dos de una editorial que ahora publica libros como el de Felix Schlayer – Matanzas en el Madrid republicano- que cuestionan la Memoria Histórica postulada desde el Gobierno.

Elmanifiesto.com viene a ser continuidad del “Manifiesto contra la muerte del espíritu y la tierra”, iniciativa lanzada en 2002 por el premio Cervantes Álvaro Mutis y el propio Ruiz Portella. Desde las páginas de El Mundo, dicho manifiesto alcanzó notable eco en ámbitos culturales y suscitó adhesiones de gentes como Eugenio Trías o Fernando Sánchez Dragó, para seguidamente dar pasos a ciclos de conferencias, cursos de verano, etc.

 

En la misma línea, 2004 ve nacer la revista trimestral –últimamente bimestral- llamada El Manifiesto, entre cuyos objetivos fundacionales está “defender la cultura, el pensamiento, la belleza”. Colaboradores habituales son Sánchez Dragó, Mutis, Abel Posse, José Javier Esparza, el politólogo francés Alain de Benoist y el propio Portella. Los últimos números han estado consagrados a la defensa de la idea de España y al análisis de la inmigración.

 

Elmanifiesto.com, dirigido por José Javier Esparza, resume en su bienvenida las características de un medio que se autodefine como inconformista y no alineado con ningún partido. Entre sus firmas, Esparza, Portella, Aquilino Duque y Jacobo Machover.

 

El Confidencial Digital, 19 de abril de 2007

La desilusión atea

La desilusión atea Los críticos de la religión siguen manos a la obra

ROMA, domingo, 8 abril 2007 (ZENIT.org).- El aumento de los ataques contra Dios y contra la religión no han quedado sin respuesta. Entre las respuestas al libro del año pasado «The God Delusion» (La Desilusión de Dios), del profesor de Oxford Richard Dawkins está el libro recientemente publicado por Alister McGrath, «The Dawkins Delusion?» (¿La Desilusión de Dawkins?). McGrath es profesor de teología histórica en Oxford.

En la introducción al libro del que es coautor, McGrath admite que, como lo es actualmente Dawkins, en los años sesenta era ateo. Dawkins es un experto en biología evolutiva; de igual forma, McGrath comenzó en la ciencia, logrando un doctorado en biofísica molecular.

Pero luego cambió a la teología y, cómo él explica: «Me persuadí en consecuencia de que el cristianismo era una visión del mundo mucho más interesante e intelectualmente excitante que el ateísmo».

 

McGrath declara que se sintió decepcionado por el nivel de la argumentación del libro de Dawkins, que describe como «el equivalente ateo de la predicación sobre los fuegos del infierno, que sustituye el pensamiento cuidadoso y basado en la evidencia por la retórica turbo cargada y gran manipulación selectiva de los hechos». Y añade: «Las prédicas de Dawkins a sus coros de odio a Dios», se basan en especulación pseudocientífica y en sucesos agregados convenientemente.

 

¿Una desilusión?

McGrath dedica un capítulo a explicar porqué Dios no es una desilusión, como mantenía Dawkins. Observa que las definiciones usadas por Dawkins para describir la fe, tales como «proceso de no pensamiento», son extrañas a la definición cristiana de la fe.

 

Dawkins argumenta correctamente que necesitamos examinar nuestras creencias, reconoce McGrath. A este fin, es necesario que los niños reciban una instrucción verdadera y cuidadosa del cristianismo. Sería con mucho más perjudicial para ellos, afirma, llenar sus cabezas con los argumentos superficiales y erróneos que Dawkins utiliza.

 

La mayoría de nosotros, apunta McGrath, tenemos muchas creencias que no podemos probar que sean verdad, pero son, no obstante, razonables de sostener. Así, estas creencias son justificables, sin estar absolutamente probadas en un sentido empírico. Esta situación tiene lugar no sólo en el área de la religión, sino también en la ciencia, donde hay muchas teorías que no han alcanzado el estatus de ser probadas de modo concluyente.

 

McGrath también cita lo que algunos eminentes científicos, como Stephen Jay Gould, un biólogo de Estados Unidos, y sir Martin Rees, presidente de la British Royal Society, han dicho sobre la religión. Ambos admitían los límites de la ciencia y aceptaban que la ciencia y la religión no son por naturaleza mutuamente exclusivas.

 

Por otra parte, muchas de las grandes cuestiones sobre la vida, precisa McGrath, se pueden explicar por varias teorías y no ha una prueba científica absoluta que esté disponible. Además, hay cuestiones que van más allá del objeto del método científico, tales como decidir si hay un propósito dentro de la naturaleza.

 

Otro eminente científico, sir Peter Medawar, que logró el premio Nobel en medicina en 1960 por su trabajo en inmunología, se ocupó de este tema en su libro «The Limits of Science» (Los Límites de la Ciencia). McGrath explica que Medawar distinguía entre las cuestiones trascendentes, que se dejan mejor a la religión y a la metafísica, y las investigaciones sobre la organización y estructura del universo material.

 

Una demostración más de que Dawkins no es un representante del pensamiento científico es el hecho de que en el 2006, el año en que apareció «The God Delusion», tres científicos de investigación de primer orden publicaron libros que admitían la validez de un espacio para lo divino en el universo. Estos eran: Owen Gingerich, «God’s Universe»; Francis Collins, «The Language of God»; y Paul Davies «The Goldilocks Enigma».

 

«Dawkins se ve forzado», concluye McGrath, «a luchar contra el hecho altamente contradictorio de que su opinión de que las ciencias naturales son una autopista intelectual hacia el ateísmo es rechazado es rechazada por la mayoría de los científicos, independientemente de sus puntos de vista religiosos».

 

Ser malvado

Otro argumento utilizado por Dawkins es que Dios y la religión son malvados, siendo responsables de toda suerte de violencias y abusos en la historia de la humanidad. McGrath admite que la violencia que se inspira en la religión es algo que hay que rechazar.

 

McGrath, que creció en Irlanda del Norte, tiene mucha experiencia de la violencia religiosa. Sin embargo, apunta que es una proposición enteramente diferente sostener que la violencia es un elemento inherente a la religión. Dawkins también yerra al convertir el ateísmo en una influencia universalmente benigna. Un vistazo a la historia del siglo XX proporciona con facilidad abundantes ejemplos de la violencia motivada políticamente, mucha de la cual fue cometida por el régimen ateo de la Unión Soviética.

 

McGraith precisa que, claramente, la gente es capaz tanto de la violencia como de la excelencia moral, y ambas cualidades pueden ser provocadas por visiones del mundo diferentes, religiosas o no. Al mismo tiempo, una sociedad que rechaza a Dios tiende luego a tomar por absolutos otras realidades o conceptos. Así, la Revolución Francesa en su esfuerzo por reemplazar al cristianismo con ideales laicos llevó a cabo una violenta represión para lograr imponer sus principios.

 

Otro libro, del 2006, también trataba la cuestión de la violencia y contestaba a las críticas hechas contra la religión. Keith Ward, profesor de teología en el Gresham Collage, de Londres, en su «Is Religión Dangerous?» (¿Es la Religión Peligrosa?) sostiene que el mundo estaría mucho peor sin la religión.

 

Ward admite que hay ejemplos de violencia inspirada en la religión, pero que una falta de fe puede también llevar a impulsos destructivos y al mal. Es verdad que los textos religiosos como la Biblia pueden emplearse para fines inapropiados. Pero esto sólo puede ocurrir cuando se ignoran preceptos vitales como el amor a Dios y al prójimo, y cuando los textos se sacan fuera de su contexto.

 

Buscar el bien

Todos los seres humanos, sostiene Ward, son susceptibles a la tentación del mal, sea religioso o no. ¿Cómo guardarse contra esto? Una de las mejores formas, sugiere, es un sistema de creencias que enseñe los principios del bien y del mal y nos motive al arrepentimiento y a buscar el bien.

 

En lugar de hacer acusaciones genéricas sobre «que la religión es peligrosa», debemos preguntarnos si una religión en particular en su contexto específico puede ser peligrosa, sostiene Ward. La respuesta a esta cuestión variará según las circunstancias. En general, continúa, la mayoría de la actual religión es una de las fuerzas que actúan por la estabilidad social y por el debate y la reforma moral serios.

 

Es cierto que la amenaza del terrorismo islámico ha traído consigo la preocupación por la violencia inspirada en la religión. Pero esta es sólo una de las formas que interpretan el Islam. Una serie de otros factores sociales y políticos, no de naturaleza religiosa, han jugado también un papel en la promoción de esta violencia. Y aunque los medios prestan más atención a la violencia religiosa, existen un montón de conflictos en el mundo de hoy que tienen poco que ver con la religión. Además, cuando la religión promueve la violencia es en ocasiones en una situación donde la religión se ha mezclado con las instituciones políticas, y es usada como un instrumento para justificar el uso de la fuerza.

 

Debemos recordar también todas las aportaciones positivas hechas por la religión, explica Ward en un capítulo. El ejemplo de caridad que nos ha dejado Jesús ha inspirado a personas durante siglos a seguir una vida de amor a los demás. El cristianismo ha inspirado también incontables hospitales, colegios y universidades, así como grades obras de arte, literatura y música.

 

La fe cristiana también ha animado a la investigación racional en el mundo material y dio lugar a la ciencia moderna. La creencia cristiana en la dignidad de la vida humana jugó un papel crucial en el desarrollo de los ideales de los derechos humanos. La religión, concluye Ward, puede ser una de las fuerzas más positivas para el bien en la vida humana.

 

Por el padre John Flynn

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El gurú ideológico de Zapatero: pensamiento de ‘alto riesgo’

El gurú ideológico de Zapatero: pensamiento de ‘alto riesgo’

La irresponsabilidad del Gobierno en muchas iniciativas tiene como fuente de inspiración la ideología de José Andrés Torres Mora

 

¿En quién se inspira Zapatero cuando decide de forma irresponsable convertir en leyes iniciativas que emanan de la voluntad de grupos minoritarios o cuando antepone el derecho ‘positivo’ al derecho natural? Todo apunta hacia José Andrés Torres Mora, su particular gurú ideológico.

 

El pensamiento de ‘alto riesgo’ que practica con sus declaraciones el sociólogo y diputado socialista (desde 2004) Torres Mora es el reflejo de muchas de las iniciativas que toma el actual Gobierno español, casi nunca compartidas por la mayoría de ciudadanos españoles y casi siempre controvertidas.

 

La actual polémica política y ciudadana creada con la excarcelación del etarra De Juana Chaos es el ejemplo más reciente, pero hay otros muchos.

 

Las nuevas leyes del matrimonio homosexual y del divorcio, los vacíos de la de violencia de género, la de identidad sexual, la de emancipación sexual del menor, o el proyecto de Ley de Memoria Histórica que tramita el Congreso son, entre otros, algunos ejemplos más. Ninguno de ellos ha contado con el consenso mayoritario de la ciudadanía, sino que más bien la han enfrentado.

 

“Desconfiamos de las verdades”

 

Precisamente, el ideólogo socialista fue nombrado por Zapatero responsable de todo lo concerniente a la espinosa Memoria Histórica.

 

Pero, ¿qué ideología encierra el pensamiento de Torres Mora? En una entrevista que el diario EL MUNDO publicó el pasado 22 de enero, el también vicepresidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados reconocía que él y los que piensan como él “desconfiamos de las verdades”.

 

“Para nosotros la democracia es todo el sistema, desconfiamos de las verdades, certezas y ortodoxias que están más allá del acuerdo, de la voluntad libre de la gente. Quizá por eso los mayores suelan pensar que nos falta un plan”, decía en la entrevista Torres Mora.

 

"Republicanismo cívico"

 

El profesor de Sociología fue impulsor del llamado republicanismo cívico o Nueva Vía, un grupo “muy plural” y con una “concepción fuerte de la democracia y de la ciudadanía”, como él mismo lo define.

 

“Nosotros encontramos en la tradición filosófica del republicanismo cívico una magnífica forma de expresar lo que pensamos. Asumimos la tradición liberal igualitaria, pero a eso sumamos la tradición de la democracia participativa y deliberativa, lo que llamamos el socialismo de los ciudadanos”, dice en otro momento de la entrevista.

 

De sus declaraciones cabe deducir que lo que cuenta es esa “voluntad libre de la gente” y, por supuesto, la improvisación. Todo lo que tenga que ver con la tradición o con el seguimiento de “un plan” preconcebido no es necesario.

 

Sin embargo, se olvida Torres Mora de que el derecho positivo, practicado sobre la marcha, no se puede anteponer al derecho natural.

 

“La acción se elige, no se deduce”

 

Sus ideas no son nada nuevo. El 27 de noviembre de 2006, el gurú de ZP publicaba en EL PAÍS el artículo Fortuna y virtud, donde se podían leer afirmaciones como éstas: “La esperanza de que exista una idea teórica de la que extraer deductivamente las respuestas precisas a cada circunstancia que se presente en la vida política es tan vieja como fallida. Lo cierto es que los razonamientos políticos terminan en una elección”.

 

“Finalmente, después de haber considerado racionalmente todas las posibilidades, el curso de la acción se elige, no se deduce. Al cabo, hay siempre un paso en la oscuridad, que exige fortuna además de virtud. Esa es la esencia de la libertad humana, y por ende de la política”, dice el sociólogo.

 

 

“Gobernar democráticamente implica aceptar que el resultado es más fruto del acuerdo entre muchos, siempre contingente, que de un plan necesario”, añade.

 

De esta manera, Torres Mora constataba en ese artículo que sus ideas y su discurso vienen a coincidir plenamente con la irresponsable política que practica el actual Gobierno, fruto de la improvisación, la elección sobre la marcha y la contingencia, o sea, un auténtico “paso en la oscuridad”.

 

Isabel Ordóñez

Forum Libertas, 21 de marzo de 2007

La Ley de Igualdad discrimina al varón

La Ley de Igualdad discrimina al varón La Ley “de igualdad” sólo tiene de igualdad el nombre, si tenemos en cuenta que quienes la han redactado, pensado y elaborado son feministas radicales de género, pues la han parido arrimando toda el ascua a su sardina, como ya hicieron con la custodia compartida a la que se negaron, con la ley de divorcio express donde el hombre lleva todas las de perder y con la aberrante ley de violencia de género que acumula más de 110 recursos de inconstitucionalidad.

Si hablamos de constitucionalidad, podemos decir que esta ley de “igualdad” es claramente inconstitucional, pues se entromete en la libertad y en el ámbito privado de decisión de las empresas para imponer de manera fascista y represora los criterios de cuota sexual que a una minoría de mujeres resentidas y sexistas pero con mucho poder se les ha ocurrido.

No se puede obligar a un empresario a tener que contratar por sexos, eso es fascismo y quedar fuera de la constitución. Lamentable la foto de los varones del PSOE, el señor Zapatero y Caldera junto a mujeres feministas radicales, lamentable y grave que un presidente de un gobirno se manifieste y se proclame constantemente feminista radical, cuando el feminismo español es mucho peor que el machismo de antaño, a la vista estamos viendo las aberraciones que desde este feminismo de-generado se están cometiendo contra los hombres en forma de leyes y de discriminaciones “positivas”.

A continuación y dirigido a todos los hombres de este país (mujeres que quieran de verdad la igualdad y no la revancha y el ventajismo) les dejo una serie de puntos en los que se demuestra con claridad meriadiana QUE LA LEY DE IGUALDAD DE LAS FEMINISTAS RADICALES DE GENERO NO SUPONE NADA MAS QUE DISCRIMINACIONES A LOS VARONES Y VENTAJISMOS, PREBENDAS Y REGALÍAS PARA LAS MUJERES:

La Ley de ¿Igualdad? Se nos está vendiendo abombo y platillo que la ley es buena para el hombre porque establece un permiso de paternidad de 15 días intransferible que podremos disfrutar. Tanto si eres hombre como si eres mujer, conviene que te pares a pensar y conozcas algunos aspectos de esta ley y de cómo va a cambiar tu futuro. Después juzga por ti mismo:

- Debes saber que la ley entiende que únicamente la mujer es discriminada. El hombre nunca es discriminado y por tanto no goza de protección frente a la discriminación (art.1).

- Debes saber que la ley entiende que no constituye discriminación destinar a los hombres a realizar las tareas de mayor esfuerzo o más penosas. Los hombres somos fuerza de trabajo y como tal se nos puede tratar (art.4).

- Debes saber que esta ley entiende por “acoso sexual” cualquier comportamiento que “produzca el efecto” de atentar contra la dignidad de una mujer, independientemente del acto o de las intenciones. Ello significa que si, por ejemplo, tienes un tic nervioso y guiñas el ojo a una mujer, y esta se siente ultrajada, estas cometiendo acoso. (art.6).

- Debes saber que esta ley consagra la discriminación positiva. Ello significa que las mujeres podrán tener preferencia para acceder a puestos de trabajo y privilegios sólo por ser mujeres. Es importante señalar que la discriminación positiva sólo la entiende esta ley hacia la mujer (esto es, no podrán adoptarse medidas favorables ni de discriminación positiva para con los hombres). (art.10).

- Debes saber que ante la denuncia de discriminación o acoso, la ley invierte la carga de la prueba, y corresponde al denunciado demostrar su inocencia, y no al denunciante demostrar los hechos. La presunción de inocencia, un principio básico de derecho, queda erradicada por esta ley (art.12).

- Debes saber que los poderes públicos se van a limitar a potenciar el trabajo y el empresariado femenino. El masculino queda aparcado de momento. (art.13).

- Debes saber que los poderes públicos se van a esforzar por dar voz y voto a las asociaciones feministas radicales. Se trata de asociaciones que propugnan el odio y el rechazo al varón. Asociaciones a las que nadie ha votado y que sin embargo están marcando la política de asuntos sociales del actual gobierno. (art.13).

- Debes saber que la ley establece que se adoptarán y financiarán de manera sistemática iniciativas destinadas a promover de manera específica la salud de la mujer. (art.24) Ello pese a que la esperanza de vida femenina es muy superior a la masculina, pese a que casi el doble de muertes prematuras son masculinas y pese a que las enfermedades femeninas, como el cáncer de mama, reciben casi el doble de fondos públicos que las enfermedades masculinas, como el cáncer de próstata.

- Debes saber que el gobierno va a gastar nuestro dinero en crear programas de formación exclusivos para la mujer en asuntos como Internet, informática y sociedad de la información. (art.25). Ello pese a que, hasta la fecha, nadie ha encontrado una tienda de informática que discrimine y no venda a mujeres. Empieza a darte cuenta que a los hombres nos están encaminando a ser la fuerza de trabajo, mientras que a las mujeres les facilitan ser las mentes intelectuales.

- Debes saber que, si perteneces a un pueblo o piensas dedicarte a la agricultura t eres hombre, no tendrás formación y estarás el último a la hora de recibir subvenciones. Tanto éstas como los cursos se reservan prioritariamente a mujeres. (art. 26).

- Debes saber que las mujeres emigrantes tendrán preferencia sobre los hombres españoles a la hora de acceder a una VPO de adjudicación directa, algo que no sucede en ningún país del mundo excepto en España. (art. 27).

- Debes saber que RTVE se convierte en un instrumento de publicidad de la mujer, y que va a dedicar sus recursos a promover sus bondades y milagros exclusivamente, así como su ascenso a puestos directivos. (art.32). Si eres hombre, olvídate de ascender: eres fuerza de trabajo, nada más.

- Debes saber que la publicidad que use a la mujer de manera ilícita será perseguida y castigada. No sucederá así con la publicidad que trate al hombre como un estúpido, un ignorante o un imbécil (por ejemplo, los anuncios donde se nos dice “por fin podéis hacer dos cosas a la vez, chicos”). Esa publicidad es permisible e incluso divertida para esta ley. (art.36).

- Debes saber que las políticas de empleo y formación se van a dirigir a mejorar la empleabilidad de las mujeres y su acceso al mercado de trabajo. (art.37) Los hombres no tendremos cursos ni subvenciones, y por supuesto, dado que somos mulos de carga, nuestra empleabilidad no necesita mejorarse. Una nueva muestra del interés que tiene esta ley de convertirnos en fuerza e trabajo, frente a las mujeres intelectuales.

- Debes saber que esta ley permitirá a los sindicatos de tu empresa negociar “discriminaciones positivas” en tu empresa. Si eres hombre y en tu trabajo hay pocas mujeres, empieza a temblar. (art.38).

- Debes saber que las empresas deberán instruir planes de igualdad para que accedan y promocionen mujeres. Si estas en una empresa, debes saber que tu promoción no dependerá de tu esfuerzo y resultados, sino de tu entrepierna y de cuantas mujeres haya por arriba de ti (si hay alguna compitiendo contigo por el ascenso, olvídate). Si vas a incorporarte al mundo laboral o te han despedido, las mujeres tendrán preferencia antes que tú para entrar a trabajar en cualquier parte. Tus hijos lo tendrán mucho más complicado a la hora de empezar a trabajar. (arts. 41-44)

- Debes saber que en el acceso a los puestos de funcionario también podrá observarse que el hecho de ser mujer sea una ventaja. Si eres funcionario, ten claro que el 40% de las plazas de los cursos de formación se reservan a mujeres (el otro 60% son para hombres o mujeres). (arts. 52 y 55).

- Debes saber que no se prohíbe la discriminación del hombre a la hora de hacer un seguro de automóvil (si eres hombre es mas caro), pero sí se prohíbe la discriminación de una mujer al contratar un seguro médico (a las mujeres en edad fértil se les cobra más por la atención en embarazos). (art.66).

- Debes saber que el 40% de todos los puestos de consejos de dirección de este país quedan reservados a mujeres, y que en los próximos cuatro años sólo se incorporarán mujeres a estos puestos. (art.70). Si pensabas ascender, olvídalo. Sin embargo, si en tu empresa hay pocas mujeres, felicítalas porque, independientemente de su valía, van a ascenderlas por ley.

- Debes saber que se crea, aparte del instituto de la mujer, un consejo de participación de la mujer, que se encargará de que todo lo anteriormente descrito suceda, y de que los hombres nos limitemos a trabajar y a estarnos quietecitos. (art.73).

- Debes saber que se promocionará la atención a la salud laboral de la mujer, aunque el 90% de los muertos por accidente de trabajo sean hombres. 1 mujer accidentada vale más que 10 hombres según esta ley. (Disp.adic.).

Y ahora que sabes todo esto, párate a pensar si 15 días de permiso de paternidad valen la pena por hipotecar tu futuro y el de tus hijos. Esto ya no pertenece ni a izquierda ni a derecha. Si crees que lo que has leído aquí vale la pena, dale difusión. Haz circular este correo entre todas aquellas personas que creas pueden leerlo con la suficiente mente abierta. Sólo unidos los ciudadanos que creemos en la auténtica igualdad y en el respeto, podremos parar esto.

Javier Díaz

Hispanidad.com, 6 de marzo de 2007

Se pierde el «sentido del pecado» y aumentan los «complejos de culpa», constata el Papa

Se pierde el «sentido del pecado» y aumentan los «complejos de culpa», constata el Papa

Discurso a sacerdotes ordenados recientemente

CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 16 marzo 2007 (ZENIT.org).- Benedicto XVI constata que a la pérdida del «sentido del pecado», que caracteriza a la sociedad actual, le ha seguido un aumento de los «complejos de culpa».

Este fenómeno, añade, demuestra la necesidad que tiene el ser humano de recibir el perdón de Dios, que tiene lugar a través del sacramento de la confesión.

 

Así lo constató el Papa al recibir en audiencia a los participantes en el curso sobre el foro interno (es decir, todo lo que está ligado a las cuestiones de conciencia), ofrecido por el Tribunal de la Penitenciaría Apostólica a sacerdotes ordenados recientemente.

 

Al hacer un análisis de la realidad actual, explicó que en estos momentos puede percibirse «una humanidad que querría ser autosuficiente, pues muchos consideran casi pueden prescindir de Dios para vivir bien».

 

Y, sin embargo, reconoció, «¡cuántos parecen quedar tristemente condenados a afrontar dramáticas situaciones de vacío existencial, cuánta violencia hay todavía en la tierra, cuánta soledad pesa sobre el espíritu del hombre de la era de la comunicación!».

 

«En una palabra --dijo--, parece que hoy se ha perdido el “sentido del pecado”, pero en cambio han aumentado los “complejos de culpa”».

 

«¿Quién podrá liberar el corazón de los hombres de este yugo de muerte, si no es Aquel que al morir derrotó para siempre la potencia del amor divino?», se preguntó el Papa.

 

«El sacerdote, en el sacramento de la Confesión, es instrumento de este amor misericordioso de Dios», aseguró.

 

«El compromiso del sacerdote y del confesor consiste principalmente en esto: llevar a cada uno a hacer la experiencia del amor de Cristo para él, encontrándole en el camino de la propia vida».

 

Por ello, concluyó, «que el sacerdote, el ministro del sacramento de la Reconciliación, sienta siempre como una tarea propia la de reflejar, en las obras y en el modo de acercarse al penitente, el amor misericordioso de Dios».

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Porno subvencionado, muerte del arte, política de la estupidez

Porno subvencionado, muerte del arte, política de la estupidez La Junta de Extremadura ha pagado y promovido un libro de pornografía antirreligiosa. Su autor es el fotógrafo Montoya. Él dice que es arte. La Junta, también. No es verdad.

La historia tiene dos protagonistas: J.A.M. Montoya (Badajoz, 1953), fotógrafo, más conocido por sus exploraciones técnicas que por sus logros expresivos; Francisco Muñoz (también Badajoz, también 1953), político profesional desde los ochenta, socialista, consejero de Cultura del gobierno extremeño. Montoya ha concebido una serie de fotografías, Sanctorum, que combina imaginería religiosa y sexo explícito, representando a figuras relevantes del universo cristiano –santos, ángeles, la Virgen, el propio Cristo- en poses procaces, con penes erectos y vulvas expuestas. Muñoz ha sufragado, editado y prologado un nuevo libro del autor, In breeding, 1995-1998, donde aparecen esas fotografías. Ha saltado el escándalo. Con razón.

Mi admirado Carlos Herrera entrevistó al autor en Onda Cero. Las explicaciones de Montoya son de rima: "No son fotografías pornográficas –dice el artista-. A usted le parecen pornográficas… Pero ¿usted qué preparación tiene en el ámbito plástico? Usted no tiene formación para decir que eso es pornografía". Y el genio añade: "Cualquier fotógrafo que vea eso, lo que menos le sorprende es el contenido. Se va a fijar en otras cuestiones, por supuesto, inaccesibles para los neófitos en la materia". Al "neófito" Herrera hay que ponerle un monumento: a la Paciencia encarnada. Respecto a Montoya, es interesante subrayar ese tonillo de genio incomprendido, esa pose de talento ofendido que mira displicente a la plebe inculta. Es una actitud muy común entre los "artistas contemporáneos", que tantas veces parecen eternos adolescentes –por eso suelen ser tan insoportables.

Veamos: ¿esto de Montoya es arte? Psé. En realidad, cualquier representación sensible de una realidad física o psíquica puede ser definida como arte. Eso vale tanto para el cómic porno como para una tela de Rembrandt. A partir de ahí, sólo la perfección formal de la obra nos permite trazar jerarquías. Pero, precisamente por eso, la mera definición técnica del objeto-arte no nos lleva a ningún lado. Ante una realidad tan fluida, conviene tomar pie en otros terrenos algo más sólidos. Aquí intervienen la historia, la tradición cultural y, por supuesto, la filosofía y la ética. También la ley.

 

¿Quiere Montoya que interpretemos "su arte"? Sea. La representación directa de lo obvio, de lo evidente, siempre se ha considerado un rasgo de calidad inferior, y por eso se le tributa el adjetivo de obsceno. Un pene erecto o un coito no nos descubren nada que no sepamos; más aún, esas cosas nos ocultan todo lo demás, porque reducen el universo expresivo al órgano sexual. Por eso –por la irrelevancia de lo obvio- los griegos o los romanos, que tenían una vida erótica bastante aliviada, ignoraban la evidencia sexual y no consideraban arte la pornografía. Ésta quedaba reservada para los grafitis populares y las paredes de los burdeles, es decir, para aquello que jamás un griego o un romano llamarían "arte".

 

Montoya, en su web, exhibe una cita del "accionista" austriaco Otto Mühl y reivindica la obscenidad y la perversidad como "camino moral" para la "redención de la sociedad". Bueno, pero, ¿por qué? ¿Una página porno de Internet es también un camino moral para la redención de la sociedad? ¿Dónde está la diferencia? ¿Sólo en el uso del blanco y negro o en el tratamiento técnico de la imagen? Pero ésas no son cualidades determinantes: se trata de destrezas que el pornógrafo profesional puede aprender y aplicar sin cambiar lo más mínimo su mirada. Una obscenidad no se convierte en arte por el mero hecho de ser técnicamente correcta.

 

Respecto a ese Otto Mühl que Montoya cita con reverencia, conviene recordar que en 1991 fue juzgado y cumplió condena –íntegra- por abusos sexuales a menores. El "maestro" había creado una comuna en la que impuso una especie de despotismo sexual. En marzo de 2004, cuando la estupidez del mundillo del arte rescató su figura para rendirle homenaje, los periódicos publicaron los testimonios de sus víctimas. "A la edad de 10 años –contaba una de ellas- me metieron desnuda en una camisa de fuerza y me ataron los pies a una silla, con las piernas abiertas. Me puse a gritar y a escupir, así que me amordazaron". El canalla de Mühl vive hoy en otra comuna en Faro, Portugal. Por fortuna para las autoridades locales, el parkinson le ha dejado impotente. Amistades peligrosas, en todo caso.

 

¿Ante qué estamos? Dejémonos de pamplinas: es obvio que Montoya no ha perpetrado esta obscenidad para animar el debate sobre el arte contemporáneo, sino para provocar, molestar, irritar, indignar. Y, evidentemente, no irritar o indignar al poderoso –a Polanco, a Zapatero, al Rey, qué sé yo-, sino a quien se puede zaherir impunemente porque nunca contesta, porque aguanta todos los ultrajes, porque ha sido designado como pimpampum por el poder de nuestro tiempo y acepta las bofetadas con insólita resignación. O sea, los cristianos, vale decir: media España (por lo menos). Y no hay más misterio que ese en la "obra" de Montoya y en la subvención pública del cacique de turno.

 

Esto lleva el asunto a otro terreno que es el de la ley, el de lo público. Y aquí, a decir verdad, hay más delito, porque Montoya puede hacer lo que le venga en gana, pero pagarle las obsesiones sexuales con dinero ciudadano ya es harina de otro costal. La Junta de Extremadura ha protegido a Montoya, ha confirmado a Muñoz y ha dicho que las expresiones artísticas no tienen por qué coincidir con los gustos personales de los dirigentes políticos. Pero es que aquí no se trata de gustos personales, sino de gastos públicos. Y se pongan como se pongan, es inadmisible que con dinero público se sufrague una iniciativa expresamente dirigida a agredir a un amplio sector de la sociedad –sector que, por cierto, aporta ese mismo dinero público.

 

Hace algunas semanas la editorial Almuzara me publicó Los ocho pecados capitales del arte contemporáneo. De entre esos pecados, hay dos que encajan perfectamente en este asunto. Uno: el nihilismo, la carrera desenfrenada por destruir cualquier referencia sólida, estable. El otro: la sumisión a un poder que se concibe a sí mismo como subversión, la connivencia con el poder –el de verdad, el que manda- so pretexto de ruptura y progreso. En este episodio de Muñoz y Montoya se mezclan la voluntad nihilista de la cultura moderna y la prepotencia cursi de un poder que jalea la destrucción; el artista que nos escupe mierda y el guardia de la porra que protege al gamberro. Un ajustado retrato de nuestro tiempo. El rostro mismo de aquello contra lo que debemos resistir.

 

José Javier Esparza

El Semanal Digital, 16 de marzo de 2007