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La Ejecutiva del PSN ratifica a Puras por unanimidad tras el pacto con Ferraz

La Ejecutiva del PSN ratifica a Puras por unanimidad tras el pacto con Ferraz

La designación de Fernando Puras como candidato para la Presidencia del Gobierno navarro recibió ayer el apoyo unánime de la Ejecutiva del PSN. Carlos Chivite, que compareció en solitario tras la reunión, declaró sentirse avalado por el partido en su cargo de secretario general. Puras expondrá el lunes, junto a Chivite, su postura ante el estatus de Nafarroa.

IRUÑEA

La Comisión Ejecutiva Regional ratificó por unanimidad ayer por la tarde la designación de Fernando Puras como candidato del PSN a la Presidencia del Gobierno de Nafarroa por parte del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, según indicó Carlos Chivite.

Chivite, que curiosamente compareció en la sede del PSN solo, sin la compañía de Puras, quiso destacar que el proceso de designación del candidato se ha producido siguiendo los cauces establecidos en la normativa del partido, pese a que en Nafarroa la dirección federal anuló expresamente la opción de realizar elecciones primarias entre las bases.

«Más allá de las primarias, éste ha sido un proceso completamente democrático, puesto que el secretario general del PSN ha propuesto un candidato, que ha sido ratificado por el Comité Federal y posteriormente ratificado por unanimidad por la Comisión Ejecutiva Regional», explicó.

Comité Regional a fin de mes

Formalmente, Puras aún tiene que pasar otro trámite para ser nombrado oficialmente candidato del PSN: el visto bueno del Comité Regional, que, según avanzó Chivite, se celebrará el 23 o el 30 de setiembre.

Chivite, asimismo, tampoco vio contradicción en que el candidato del PSN no sea el secretario general del partido en el herrialde, algo que ocurre por vez primera en Nafarroa, y subrayó que «en otras comunidades como Asturias o La Rioja sucede lo mismo. Por no hablar del PNV, donde, históricamente, los cargos del partido no han sido los candidatos».

Junto a ello, destacó que Puras es el «candidato idóneo del PSN para las próximas elecciones, mucho mejor que yo mismo» y rechazó que «no tenga carisma, como dicen algunos».

«Tener carisma no es hacer ruido, sino ser directo, concreto y coherente. No hace falta elevar el tono de voz para tener carisma, sino decir cosas interesantes», sentenció.

Junto a ello, Chivite subrayó que Puras cuenta con «toda la legitimidad democrática porque pertenece a la mayoría del VIII Congreso del PSN», celebrado en julio de 2004 y en el que Juan José Lizarbe, el anterior secretario general, fue desbancado por el propio Chivite.

«Estamos en la misma posición que hace dos años. Hemos recuperado el discurso que tuvimos en el VII Congreso, cuando dijimos que el candidato del partido sería elegido por el partido. Y así ha sido», resaltó.

Otro de los activos de Puras citados por Chivite fue la labor que ha desarrollado como portavoz del grupo del PSN en el Parlamento navarro, «en unas circunstancias difíciles que todos recordamos». Se refería al conato de insumisión que los parlamentarios del sector próximo a Lizarbe protagonizaron cuando Chivite les requirió que se sometieran a los criterios de la nueva Secretaría General y aceptaran a Fernando Puras como portavoz.

Sector de Chivite

De este modo, la designación de Puras puede interpretarse como una victoria del sector de Chivite a la hora de designar candidato. El propio Chivite reconoció sentirse «entusiasmado, contento y feliz» porque Ferraz hubiera aceptado su propuesta. Llegó hasta el punto de manifestar que «me siento avalado» por la dirección del partido en Madrid pese a no haberse celebrado primarias y no haberse podido presentar directamente como candidato.

En cualquier caso, Puras, que sólo tiene una antigüedad de cinco años como militante del PSN aunque fue consejero de Salud en el Gobierno de Javier Otano en 1995, representa una línea claramente reacia a aceptar cambios en el actual esquema institucional de Nafarroa, que el propio Chivite mantuvo cuando llegó al cargo de secretario general y que en los últimos tiempos ha atemperado, aparentemente, siguiendo los designios marcados por Ferraz.

Tras el impasse de los últimos meses, esta misma semana el PSN ha hecho pública una nota en la que destacaba que para llegar a acuerdos de gobernabilidad en Nafarroa ponía como condición imprescindible que se respetase el actual estatus jurídico-político del herrialde.

Preguntado por si este emplazamiento suponía que el PSN cerraba desde ya la puerta a un posible entendimiento con Nafarroa Bai o la izquierda abertzale, Chivite respondió, visiblemente molesto, «que éste no es el momento para hablar de eso», y se remitió a la rueda de prensa que él mismo y Puras darán el próximo lunes «para presentar los ejes de la estrategia del partido en los ámbitos de la paz y la libertad y el modelo institucional».

«En cualquier caso, el PSN tiene un proyecto propio, autónomo y diferenciado tanto frente a UPN como a frente a los nacionalistas», destacó Chivite, que insistió en que su partido es capaz de vencer al de Miguel Sanz en las elecciones únicamente con sus propias fuerzas.

A la cuestión de qué papel podría jugar Puras en la situación actual, Chivite respondió que «en el proceso de paz todos somos importantes todos, Fernando Puras, Carlos Chivite, el PSN, los medios de comunicación, todos los afiliados, todos los ciudadanos. Pero quien tiene el mando, la dirección y la responsabilidad es José Luis Rodríguez Zapatero».

Preguntado por las palabras de Sanz en las que señalaba que la designación de Puras había sido decidida en Madrid, Chivite respondió que «a Sanz no le contesto. Lo que tiene que hacer es preocuparse por la razón por la que ha tenido que cesar a José Ignacio Palacios y por qué mantiene a Francisco Iribarren cuando ha dicho públicamente que ya no tiene ideas».

Responsabilidad de Sanz

En esta línea, afirmó que «ésta es una buena oportunidad para llamar a la responsabilidad democrática a un tal Miguel Sanz. Espero que UPN, sus votantes, sus militantes y todo su gobierno se unan al compromiso colectivo que significa esta apuesta por alcanzar la paz definitiva e irreversible a la que aspiramos todos los ciudadanos».

Chivite, por otra parte, negó que haya tenido rencillas con José Blanco en relación con el nombramiento de Puras y reveló que «tenemos una buena relación desde que éramos diputados de a pie en la Comisión de Agricultura y teníamos despachos contiguos en el Congreso».

Cuando le preguntaron si entendía que unas eventuales elecciones primarias en el PSN hubieran deparado un resultado como el actual, del que reconoció reiteradamente sentirse satisfecho, Carlos Chivite contestó que «yo no miro al pasado, sino que miro al futuro. Y veo las banderas de Navarra, España, Europa y de mi partido [están colocadas en la sala donde el PSN ofrece las ruedas de prensa en su sede de Iruñea] y ésa es mi única preocupación: hacer que nuestro partido gobierne en Navarra, en concordancia con el Gobierno de España y estando siempre abiertos hacia Europa».



Sanz teme que Madrid «también decida sobre el estatus oficial de Navarra»

El presidente de UPN y del Gobierno navarro, Miguel Sanz, destacó ayer que la designación de Fernando Puras como candidato del PSN para las próximas elecciones forales «ha sido directamente tomada en Madrid por José Blanco y ni siquiera han sido capaces de mantener las formas». Y, al hilo de ello, Sanz mostró su preocupación por que «del mismo modo, también desde Madrid, puedan tomar otras decisiones que afecten al futuro del estatus actual de Navarra».

«UPN nunca hubiera aceptado que desde Madrid llegara una designación de este tipo», añadió Miguel Sanz.

CDN: «Papelón»

El portavoz de CDN, Carlos Pérez-Nievas, señaló que a Puras «le han dejado un papelón importante porque no es el candidato que quería el PSN y tendrá que defender las posturas de Madrid».

José Miguel Nuin, portavoz de IUN, deseó «suerte y éxito a Puras» y destacó que «lo que nos interesa es saber qué línea va a seguir el PSN, la de reproducir acuerdos con UPN o la de abrirse a acuerdos y pactos con otras formaciones sobre programas progresistas y plurales».

Txentxo Jiménez, coordinador de Aralar en Nafarroa, mostró su esperanza en que el PSN «deje de mirar a UPN, lo que sería la gran novedad, más allá de la persona».

«Confío en que Fernando Puras esté convencido de que hay que cambiar el Gobierno de UPN y que eso tiene que pasar por la pluralidad», añadió Txentxo Jiménez.

Maiorga Ramírez, presidente de EA en Nafarroa, por su parte, también se refirió a la designación de Puras, destacando sobre todo su experiencia como consejero en el Gobierno tripartito (PSN-CDN-EA) que presidió Javier Otano.

En este sentido, Ramírez insistió en la necesidad de que las fuerzas abertzales y de izquierdas lleguen a un acuerdo para conformar un gobierno alternativo a UPN y CDN tras las próximas elecciones al Parlamento.



Consejero con Otano, portavoz con Chivite
En la biografía política de Fernando Puras, nacido en Tutera en 1954, destaca que en 1995 ocupó el cargo de consejero de Salud en el Gobierno de Javier Otano. Tras la caída del tripartito formado por PSN, IU y EA tras descubrirse que Otano titulaba una cuenta en Suiza, Puras abrió un bufete de abogados y desapareció de la primera línea de la escena política. En diciembre de 2000 se afilió al PSN y Lizarbe le encargó poner paz en la Agrupación de Iruñea. Posteriormente, tuvo discrepancias con Lizarbe y fue Chivite quien le introdujo en la Ejecutiva. De acusado perfil técnico, ha sido el portavoz parlamentario del PSN tras la caída de Lizarbe en 2004. -



La nota y el candidato, dos malas noticias para un proceso real
Ramón SOLA

El día en que, antes del verano, la dirección federal del PSOE dejó claro que no contaba con Carlos Chivite para encabezar la lista y aspirar a la Presidencia del Gobierno navarro, se abrieron expectativas de que este partido pueda implicarse en un cambio político real en Nafarroa. Que apueste por la devolución a la ciudadanía navarra de la decisión sobre su estatus político. Que rebobine hasta finales de los 70, cuando su giro fulminante hizo que se impusiera la partición territorial sin que se preguntara a los navarros y navarras, por si acaso, qué es lo que querían ser.

El PSN ha evitado «mojarse» en los últimos meses, pero en este verano han aflorado otros datos. Por ejemplo, que el acuerdo alcanzado por el Gobierno español y ETA en febrero pasado, del que dio cuenta este medio en julio, incluía el compromiso de que el Gobierno español respetaría los acuerdos alcanzados entre los partidos y otros agentes vascos, y que éstos se referirían al futuro de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Si José Luis Rodríguez Zapatero tiene intención de incumplir también este compromiso, sólo él lo sabe. De momento, los portavoces del Ejecutivo español se han limitado a entonar junto a UPN-PP el falso discurso de que «Navarra no será moneda de cambio», cuando la única moneda de cambio hasta ahora es la decisión secuestrada a su ciudadanía durante 25 años.

Así las cosas, la elección del cabeza de lista en Nafarroa es una cuestión esencial en el proceso, en la medida en que da una pista de la disposición del PSN a que los navarros participen efectivamente en el mismo y desde el inicio. Pero la primera y mayor mala noticia para esta cuestión de fondo llegó antes incluso de que ayer se confirmara el nombre de Fernando Puras. En la nota emitida el martes para aclarar su posición ante eventuales pactos, el PSN no sólo no apuesta en ningún momento por que la ciudadanía decida en lo sucesivo, sino que sentencia que «el futuro de Navarra siempre pasará por el respeto y el refuerzo de su marco jurídico-institucional como comunidad propia y diferenciada», «integrada en España» según remarca a continuación.

Si ésta es la «hoja de ruta», Puras pa- rece efectivamente un candidato adecuado. Fue él quien, por ejemplo, estrenó su cargo de portavoz parlamentario proponiendo a UPN revocar la Disposición Transitoria Cuarta. O quien, en una entrevista en octubre pasado, apuntaba que «no es una novedad que el PSN-PSOE vaya a garantizar el futuro de Navarra, el estatus institucional de la Comunidad Foral». Y avisaba de que «los pactos no deben ponerlo en cuestión».

Con la golosa perspectiva de apartar a UPN del Gobierno en el horizonte, hay quien ya destaca positivamente que Puras participó en el efímero Ejecutivo alternativo formado por PSN, CDN y EA en 1996. Si ése es el objetivo final, efectivamente igual se pueden hallar lecturas positivas. Pero si la finalidad es más ambiciosa, que Nafarroa participe efectivamente en un proceso de solución y recupere la decisión, ni la nota ni la persona suponen una buena noticia.

 

Gara, 8 de septiembre de 2006

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