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Las estelas que faltan en Pamplona

Las estelas que faltan en Pamplona El Ayuntamiento de Pamplona ha repuesto en Carlos III la estela de Germán Rodriguez, a mí que se haya repuesto la estela que recuerda los acontecimientos ocurridos en los San Fermines de 1978 en los que murió Germán me parece bien, si con ello se consigue que hechos tan graves no se vuelvan producir en Pamplona me parecerá todavía mejor.

 

La estela de Germán sirve para que cada 8 de julio se reunan en el lugar donde cayó muerto Germán, sus familiares y amigos, amén de las Peñas -que incluso dejan de animar con su música la corrida de toros de ese día en recuerdo de Germán, algo que no hacen con las Víctimas del Terrorismo (todavía recordamos como se negaron a dejar de tocar el 12 de julio de 1997 cuando se sabía que Miguel Angel Blanco había aparecido con dos tiros en la cabeza)- y de otras personas que acuden al lugar a recordar su memoria y hasta hay todo perfecto. Incluso se sacaron de la manga los amigos de Germán una asociación llamada Hilaria -estela en vasco-, asociación por supuesto nacionalista y por supuesto próxima a los postulados mas radicales del nacionalismo vasco independentista, para solicitar al Ayuntamiento Pamplones que repusiera la estela de Germán.

 

Pero yo echo de menos poder acudir a la Bajada de Javier y poder poner un ramo de flores y rezar un Padre un Nuestro -si me da la gana- un 30 de mayo, en el lugar donde fueron asesinados el niño de 14 años Alfredo Aguirre y el Policía Nacional Francisco Miguel Sánchez, poder ir a la Plaza del Castillo los 1 de enero y colocar un ramo de flores y rezar otro Padre Nuestro en el lugar en el que cayó muerto Francisco Berlanga o ir al lugar donde han caido muertos por la sinrazón criminal etarra, tantos pamplones, tan pamploneses cuando menos como lo era Germán Rodriguez, por que en esos lugares no hay estelas, ni cruces, ni nada que recuerde su memoria, es más hace unos años en la Vuelta del Castillo, en el lugar donde fué asesinado el General Juan Atares Peña, sus familiares y amigos colocaron una cruz, cruz que fue sistemáticamente destruida cada vez que se reponia y así hasta que desistieron de volver a colocarla.

 

Aquí van los lugares, los nombres y las fechas en las que fueron asesinados otros pamploneses, tan pamploneses por lo menos como lo era Germán Rodriguez, para que la oposición en el Ayuntamiento de Pamplona -ANV, Nafarroa Bai y PSN- que con tanto ardor han luchado para que la estela de Germán fuera repuesta, pida al Gobierno municipal con el mismo ardor que en el caso de Germán, que coloque una estela o una cruz en el lugar donde fueron asesinados por los criminales de eta estos pamploneses:

 

En el exterior de la Plaza de Toros por Joaquín Imaz Martínez, asesinado con dos tiros en 1977.

 

En la avenida de San Jorge por José Manuel Baena Martín, asesinado a tiros en 1978.

 

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En la avenida de Guipúzcoa por Manuel López González, muerto en 1978 como consecuencia de las heridas provocadas por una bomba colocada al paso de su Jeep.

 

En la Bajada del Labrit por Carlos Sanz Biurrun, asesinado a tiros en 1979.

 

En la calle Navarro Villoslada por Pedro Fernández Serrano, asesinado en 1979 al explotar una bomba colocada en los servicios de la cafetería de su propiedad.

 

En la Plaza del Castillo por Francisco Berlanga Robles, que murió en 1979 al hacer explosión una bomba que estaba intentando desactivar.

 

En la calle Tirapu por Ángel Postigo Megías, asesinado de seis disparos en 1980.

 

En la avenida de Barañáin por José Luis Prieto Gracia, asesinado por la espalda en 1981 cuando se dirigía a Misa.

 

En la calle Castillo de Maya por Alberto Toca Echevarría, asesinado a quemarropa en 1982.

 

En la Magdalena por Vicente Luis Garcera López, asesinado en 1982 al explotar una granada al paso de la tanqueta en donde viajaba.

 

En la avenida de Bayona por Jesús Blanco Cereceda, asesinado en 1982 de tres disparos a quemarropa.

 

En el Paseo de Sarasate por Antonio Conejo Salguero y Fidel Lázaro Aparicio, asesinados en 1983 en la central de Correos.

 

En las cercanías del Estadio del Sadar por Diego Torrente Reverte, asesinado en 1984 de dos tiros en el corazón.

 

En la 2ª Agrupación Orvina por Luis Ollo Ochoa, asesinado por medio de una bomba lapa.

 

En Mercairuña por Tomás Palacín y Juan José Visiedo asesinados al explotar un coche-bomba, y por Jesús Alcocer asesinado de dos disparos.

 

En la Vuelta del Castillo por Juan Atarés Peña, asesinado de tres disparos en la nuca en 1985.

 

En la Bajada de Javier por Francisco Miguel Sánchez y el niño Alfredo Aguirre Belascoáin asesinados con una bomba trampa.

 

En Cortes de Navarra por Maricruz Yoldi Orradre, asesinada en 1987 por una bomba-trampa.

 

En la avenida Zaragoza por Javier Biurrun Monreal, asesinado por un paquete bomba.

 

En la cuesta Larreina por Julio Gangoso Otero, asesinado en 1988 por la explosión de un coche bomba al paso de su tanqueta.

 

En la Rochapea por Francisco Almagro Carmona, asesinado en 1990 con dos disparos en el portal de su casa.

 

En Santa María la Real por Tomás Caballero Pastor, asesinado de tres disparos en 1998.

 

Blog Sancho el Fuerte (Reportero Digital Navarra), 26 de noviembre de 2007

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