El secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe califica el aborto de “terrorismo humano propagado por los medios de comunicación social”

Monseñor Angelo Amato, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, denunció ayer la manipulación mediática que sufren algunas noticias en contra de la vida

Además del terrorismo suicida que acaba con la vida de inocentes casi a diario y que se asemeja a “una película perversa sobre el mal”, existe también un terrorismo “propagado de manera subliminal por los medios de comunicación social”. Para monseñor Amato, en esta categoría entran el aborto, la eutanasia, la píldora abortiva RU-486, los laboratorios en donde se manipulan embriones y los políticos que promueven leyes contra la vida. A su juicio, se trata de “sectas satánicas” que practican “un culto al mal”. Así de rotundo, se mostró ayer el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe en una conferencia que pronunció sobre “El problema del mal. Reflexiones filosóficas y teológicas” en el marco de un seminario mundial de capellanes católicos en Roma.

En su reflexión, abordó algunas de las cuestiones que el Vaticano considera como formas de terrorismo humano, y se refirió a las clínicas que practican abortos como “auténticos mataderos de seres humanos”.

También, criticó que los periódicos “recojan estas noticias repugnantes con propaganda subliminal, manipulando el arte y el lenguaje tradicional con expresiones que esconden la trágica realidad de los hechos” y puso como ejemplos cuando se llama al aborto “interrupción voluntaria del embarazo en lugar de asesinato de un ser humano indefenso” o a la eutanasia “muerte digna”.

Monseñor Amato rechazó considerar como “progreso para la humanidad” la cultura de la muerte que se propaga por nuestra sociedad y lanzó un llamamiento para que los parlamentarios no promulguen leyes contrarias al ser humano.

Finalmente, manifestó que “leyendo los periódicos, navegando por Internet o viendo la televisión, todos los días asistimos a una película perversa sobre el mal que recorre el mundo con escenas nuevas que contrastan con las amenazas reales del terrorismo internacional”.

La cultura de la muerte que impera hoy no es sólo la acción de una persona o grupos individuales sino que proviene de laboratorios, de potencias que manipulan nuestras mentes con mensajes falsos, “tachando de ridículo y retrógrado un comportamiento acorde al Evangelio”. “Por desgracia, -añadió- no podemos cerrar las videotecas del mal que se reproducen como un virus letal, pero podemos pedir a Dios que refuerce, mediante la formación de una recta conciencia, la idea de que el que busca la verdad y el bien, evita el mal”.

Análisis Digital, 24 de abril de 2007