Del odio fascista al amor cristiano: entrevista a Joseph Pearce
Este estudioso de J.R.R.Tolkien y G.K. Chesterton se convirtió al catolicismo leyendo en prisión
De adolescente y con 20 años era miembro de un partido semifascista en Gran Bretaña. Incluso le encarcelaron por odio racial. Leyendo a G. K. Chesterton llegó a ser católico y abandonó sus creencias extremistas.
Ha escrito 12 libros sobre figures como Chesterton, C. S. Lewis y E.F. Schumacher, así como un volumen sobre conversos del mundo literario. Con 40 años, residente en el Ave Maria College in Ypsilanti, Michigan, habló recientemente con el corresponsal del National Catholic Register, Paul Burnell.
-¿Puedes hablarnos de tu familia?
Mis padres eran de la clase trabajadora del East End de Londres. Mi padre era carpintero y mi madre hacía varios trabajos que no requerían capacitación. Dejé la escuela a los 16 años y me metí en políticas dudosas.
-¿A qué políticas te refieres?
-Me apunté a un curso de ingeniería, pero me involucré en política de extrema derecha y abandoné el curso para seguir una carrera política. Terminé editando el periódico del “National Front”.
-¿Cómo te metiste en ese tipo de política?
-A mediados de los años 70, en los barrios de clase obrera, no era raro para la gente meterse en esto. Teníamos más de 30 personas a sueldo en el Young National Front de nuestra zona. Yo me involucré cuando tenía 14 ó 15 años. En la Inglaterra de los 70 mucha gente estaba convencida de que había un problema con la inmigración.
-¿Te viste envuelto en alguna de las actividades más notorias del Nacional Front?
-Siempre había violencia, era parte del trasfondo. Solíamos tener escaramuzas con el Socialist Worker Party. Fui arrestado y encarcelado bajo el Acta de Relaciones Raciales por incitar al odio racial con la revista llamada Bulldog, que yo editaba para el Young National Front. Cumplí dos sentencias de prisión por separado.
-¿Realemente odiabas a los negros y los judíos?
-Es muy difícil entender las emociones tras mi comportamiento, especialmente un cuarto de siglo después. Pero no pienso que nunca odiase a nadie como personas –era en abstracto. Tenía una vision de los negros y los judíos que estaban muy lejos de la cristiana.
-¿Cómo empezaste a cambiar?
-Los trostkistas solían provocarnos diciéndonos que éramos la infantería del capitalismo. Siendo un chico del East End, no me gustaba nada esa idea. No estaba dispuesto a dejarla pasar.
Intenté investigar algo, cuando alguien me sugirió leer sobre el distribucionismo de Chesterton y Hillaire Belloc. Compré un libro sobre el distribucionismo de Chesterton, y un libro llevó a otro. Soy un bibliófilo entusiasta, y empecé a leer más libros suyos. Comencé a leer su defensa contra los ataques al Catolicismo.
En esta época yo era miembro de la Orden de Orange en Londres, oponiéndome a la visita del Papa a Gran Bretaña.
Teníamos lazos muy fuertes con la UDF y la UDA [paramilitares protestantes de Irlanda del Norte]. Había tres logias de Orange en Londres. Yo no era miembro por ser protestante; era solo una cosa política, por la connexion del National Front con estos grupos.
Leí Ortodoxia [de G.K. Chesterton] y realmente encontré que sus argumentos eran razonables. Me encontré a mi mismo simpatizando con la postura católica. En 1986 unos Testigos de Jehová llamaron a la puerta y pensé que sería divertido si les hacía creer que yo era católico. Estaba convencido de que podía ganar la discusión. Eso fue en 1986. En 1989, fue acogido en la Iglesia Católica.
-Descubriste parcialmente tu fe en prisión, ¿no es cierto?
-De 1982 a 1986 leí mucho en la cárcel. Hubo un tiempo que estaba en régimen de aislamiento. Desgraciadamente, miembros del partido protestaron tanto que me sacaron del régimen de aislamiento. ¡Lo había estado disfrutando!
Había empezado leyendo sobre todo materias políticas, pero me había dado cuenta de que lamentaba no tener una fe. Entonces vino el problema de cuadrarlo con mi política.
Empecé a ir a misa en 1986. No pienso que yo lo entendiera realmente. Fui a ver a un sacerdote. Iba a misa cada domingo. El cura era más joven que yo. Fue una época difícil, porque yo estaba intentando desligarme de la política y cortar mis lazos con ciertos amigos y conocidos.
Me mudé a Norfolk (en el sudeste de Inglaterra) en 1988 y volví a asistir a misa y atender instrucción regularmente. Cuando la gente me preguntaba por mi pasado, se lo explicaba.
-¿Cómo reaccionaba la gente?
De forma muy positiva. Cuando me recibieron en la parroquia me sentí como si hubiese llegado a casa.
-¿Qué pensaron tus padres de este cambio?
-Me apoyaron mucho. Desde entonces mi padre se ha hecho católico.
-¿Cómo entraste en esto de escribir?
-No tengo claro cómo me lo hice. Conseguí un trabajo en una librería donde trabajé de 1988 a 1996. Había leído libros sobre distintos aspectos de Chesterton, pero nunca sentí que hubiese un libro que cubriese todas las areas de su vida. Me puse a investigar y escribir cuando llegaba a casa tras todo un día de trabajo. Tenía que decidirme y dedicarme a tiempo completo. Me di cuenta que no tendría un adelanto a menos que tuviese ya un manuscrito para enseñar a un editor.
Dios realmente me bendijo. Conseguí un gran editor para el libro. El libro consiguió algunas reseñas muy buenas. Ha sido una gran bendición para mi ser un escritor a tiempo completo.
Me animé a escribir al Ave Maria College porque pensé que casándome y esperando empezar una familia escribir por libre es muy precario. Dios ha sido muy, muy bueno conmigo, su ritmo ha sido impecable. Ahora esperamos nuestro primer hijo.
Esta entrevista ha sido publicada en ingles en http://catholic.net , aunque no en su web hermana en español, http://es.catholic.net.
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