Algunos hombres buenos
La voluntad del etarra José Ignacio De Juana Chaos no es, resulta evidente, llevar la huelga de hambre hasta el extremo sino convertirse en mártir de la banda asesina ETA. Más allá de que el pulso que este autor de más de 25 asesinatos ya ha ganado a la Fiscalía del Estado, es un ejemplo para los que han defendido el uso del terror frente a la parte de ETA-Batasuna partidaria de abandonar el crimen.
Todo movimiento mesiánico necesita sus mitos. Si sus referentes son discutibles los refuerza hasta imponerlos como verdades indiscutidas y, si no los tiene, simplemente se los inventa. La mitología de los iluminados tiene mucho más de locura que de rigor.
Llegados a la locura, la cuestión que debe resolver la sociedad a través de sus instituciones, es si el Estado de Derecho debe proteger al asesino de su propia locura. Probablemente sí. Sin embargo y hasta el momento, nadie ha probado que De Juana esté loco.
Su voluntad de convertirse en mito con el que humillar a España una vez doblegadas sus instituciones judiciales, es el resultado de una elección libre y lúcida. No cabe pues el atenuante de la locura para quien está en sus cabales.
Conviene además subrayar que este mito se está construyendo, lamentablemente, gracias al atajo de la compasión de parte de la sociedad española. La repugnancia que el ajusticiamiento provoca en quienes no han sufrido de cerca el crimen etarra es el atajo por el que la huelga de hambre, sirve de coartada para la salida de prisión y, con esta, la victoria del asesino lúcido frente a la doblez institucional.
Sin embargo, si junto a las repicadas imágenes de este asesino, las televisiones volcasen las de sus crímenes y víctimas, estamos seguros que esta compasión mal entendida estaría más con los muertos que con el criminal.
Este es el pago que se cobra la cortedad de memoria del ser humano pero es también el reto que MinutoDigital asumió, con la misma libertad que De Juana se puso el huelga de hambre, de luchar por la libertad en esta España maltrecha donde se navajea a los muertos de ETA día sí, día también.
Ayer, un puñado de hombres buenos, consiguieron primero que la petición del criminal se ventilase en el Pleno de la Audiencia Nacional en lugar de en su Sala Tercera, sospechosamente interesada y, segundo, transmitir a la sociedad la certeza de que aún existen instituciones sólidas, garantes eficaces de la Justicia y de la Libertad de las mujeres y hombres que sostienen el pulso de la Patria.
Editorial de Minuto Digital, 26 de enero de 2007
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