Blogia
Foro El Salvador

Terrorismo internacional

El caso de Mohamed Merah en el contexto actual de la amenaza terrorista, por Javier Jordán

El caso de Mohamed Merah en el contexto actual de la amenaza terrorista, por Javier Jordán

Los asesinatos sucesivos de tres soldados, y de un profesor y varios niños judíos en Toulouse, así como el cerco de más de un día de duración y, por último, la muerte del terrorista al resistirse violentamente al asalto policial, han provocado una comprensible atención mediática. El espectro del terrorismo yihadista se pasea de nuevo por Europa.

Ahora que todo parece haber terminado, resulta interesante apartar la mirada del relato en tiempo real para situar los hechos en el marco general del terrorismo yihadista europeo. Lo que ha sucedido en Toulouse no es un caso aislado, pero tampoco significa que hayamos vuelto a mediados de la década de 2000, con los atentados del 11-S todavía frescos en la memoria y con la conmoción generada por las masacres de los trenes de Madrid en marzo de 2004 y del sistema de transporte urbano de Londres en julio de 2005. Aunque parezca una conclusión contraintuitiva, el nivel de amenaza a día de hoy es sustancialmente menor.

Desde los atentados de Londres, Europa ha sido escenario de numerosos complots terroristas, la mayoría de ellos desarticulados a tiempo por las fuerzas de seguridad, y en unos cuantos casos ejecutados de manera fallida. Entre estos últimos se encontrarían los ataques frustrados de Estocolmo y Copenhague cometidos respectivamente en diciembre y septiembre de 2010, el de Milán en octubre de 2009 y el de Exeter en mayo de 2008. En todos ellos los únicos muertos o heridos fueron los propios terroristas.

A esos casos se añaden el apuñalamiento de un parlamentario británico en mayo de 2010, por parte de la joven de origen blangladeshí, Roshonara Choudhry, y el asalto armado por parte de un individuo de origen somalí contra el domicilio del caricaturista danés Kurt Westergaard en enero de 2010, que finalizó con el terrorista herido a resultas de su enfrentamiento con la policía. El único atentado yihadista ejecutado con éxito durante todo este periodo (hasta los asesinatos de Toulouse) fue el protagonizado por el joven de origen albano-kosovar, Arid Uka, que en marzo de 2011 mató con su pistola a dos norteamericanos e hirió a otros dos en un autobús militar en el aeropuerto de Frankfurt.

En total entre los años 2006 y 2011 han tenido lugar 49 incidentes terroristas en Europa Occidental inspirados por el salafismo yihadista, la inmensa mayoría de ellos -como acabamos de señalar- desarticulados a tiempo o con desenlace fallido. Una de las principales diferencias entre esos 49 sucesos y los 42 correspondientes al periodo 2001-2005, es que desde mediados de década se ha incrementado el número de incidentes protagonizados por pequeños grupos no vinculados organizaciones mayores (como, por ejemplo, Al Qaeda) y por individuos que actuaban por cuenta propia (lobos solitarios). Pero junto a ellos, han seguido estando presentes a lo largo de toda la década de 2000 las células vinculadas a organizaciones más amplias. Este hecho refleja por tanto un escenario híbrido en términos de estructura organizativa.

El análisis de la estructura organizativa del terrorismo yihadista no obedece a mera curiosidad académica, sino que constituye un paso necesario en la valoración de la amenaza terrorista. Los atentados más letales cometidos en Europa (Madrid y Londres, con un balance total de 243 muertos y al menos 2.628 heridos) han sido obra de actores vinculados a organizaciones ‘madre’, concretamente a Al Qaeda central; mientras que los grupos no vinculados sólo han sido responsables de la muerte de Theo Van Gogh en noviembre de 2004 y del asesinato de los dos norteamericanos ya mencionados en el aeropuerto de Frankfurt en marzo de 2011. Aunque en todos los casos se trata de dramas humanos, lo cierto es que los actores vinculados a una organización superior han supuesto hasta el momento una amenaza más grave. Esto es lógico ya que con frecuencia sus miembros han tenido la oportunidad de pasar por un campo de entrenamiento (desde mediados de década la mayor parte de los casos se refieren a Pakistán) y, por tanto, pueden haber adquirido la habilidad necesaria para fabricar explosivos o manejar con soltura armas de fuego, además de recibir directrices y enseñanzas de instructores experimentados.

Con la información disponible en estos momentos, el caso de Mohamed Merah se correspondería con el de un actor vinculado. Aunque, según ha confesado durante el cerco policial, él ha sido el único responsable de todos los asesinatos, no se trata de un lobo solitario. El lobo solitario es una figura que, como ya hemos tratado en otros análisis, se caracteriza por la ausencia de relación con otros grupos u organizaciones terroristas. Sin embargo, Mohamed Merah afirmó actuar en nombre de Al Qaeda central y, según las autoridades francesas, había viajado dos veces a Pakistán y se había entrenado con Al Qaeda en Waziristan.

Por tanto, el caso de Mohamed Merah demuestra nuevamente el peligro comparativamente mayor que suponen los actores vinculados en relación a los grupos independientes y los lobos solitarios, pero al mismo tiempo el modus operandi del terrorista de Toulouse pone en evidencia las dificultades que encuentra Al Qaeda y el terrorismo yihadista en general a la hora de atentar en Europa. Las razones son las siguientes:

De confirmarse los datos ofrecidos por las autoridades francesas, éste sería el primer atentado con éxito que comete Al Qaeda en Europa desde julio de 2005. Desde aquel verano -y varias veces cada año- tanto la organización fundada por Bin Laden como otras organizaciones asociadas han tratado de golpear de nuevo el territorio europeo, pero sus planes han sido abortados a tiempo por las fuerzas de seguridad o sus acciones han resultados fallidas. Por el momento, los atentados de Merah son la excepción que confirma la regla.

A pesar de la mayor peligrosidad comparativa de los actores vinculados a una organización madre, el deterioro que ha sufrido la infraestructura yihadista en Europa como consecuencia de la acción policial y de inteligencia ha reducido sustancialmente el apoyo horizontal que solían recibir ese tipo de células. En varias ocasiones los individuos que han pasado por Pakistán han tenido que valerse por sí mismos (como puede haber sido el caso de Mohamed Merah) o han mantenido comunicación con sus contactos de Al Qaeda central a través de internet, lo cual les ha hecho vulnerables y ha facilitado su detección y posterior desarticulación.

En cuanto a las células independientes y lobos solitarios, el incremento de su protagonismo en la segunda mitad de la década, no ha tenido un paralelo en términos de eficacia. El único atentado exitoso fue el de Frankfurt en marzo de 2011, pero por su simplicidad apenas tuvo el impacto mediático internacional que anhelan los terroristas. Las células independientes y los lobos solitarios resultan más difíciles de descubrir, lo que les permite culminar más etapas en la preparación de los complots terroristas. Sin embargo, el deseo de imitar las acciones altamente letales cometidas por las grandes organizaciones les lleva a optar por atentados con explosivos, un recurso que no es fácil de adquirir o de fabricar con medios caseros. Al existir un desequilibrio entre su preparación técnica y sus ambiciones, los resultados han acabado siendo vanos o incluso fatales para los propios terroristas

Como consecuencia de esto último, tanto Al Qaeda central como Al Qaeda en la Península Arábiga (a través de la revista Inspire) han venido recomendando en los últimos años la realización de atentados sencillos con armas blancas o armas de fuego (a semejanza de varios ataques terroristas ejecutados en Estados Unidos en 2009).

Lo cual supone una merma a la hora de provocar destrucción y terror a gran escala (en comparación con el 11-S, o los atentados de Madrid y de Londres), a no ser que se sume a esa dinámica un elevado número de individuos que siembren el desorden y el miedo por doquier, lo que no ha sido el caso. Al Qaeda se enfrenta a los límites que impone la lógica de la acción colectiva. Sólo una ínfima minoría de los asiduos a la propaganda yihadista cruzan la enorme distancia que dista entre la simpatía pasiva y el compromiso militante. La aspiración yihadista de la ‘resistencia sin líderes’ sería una pesadilla para las agencias antiterroristas en caso de materilizarse, pero es mucho más difícil de llevar a la práctica de lo que a simple vista puede parecer.

Por tanto, la campaña terrorista de Mohamed Merah se inscribe en el marco de los numerosos intentos protagonizados por Al Qaeda para atentar en Europa. Intentos frustrados desde julio de 2005 hasta los asesinatos de Toulouse. Mohamed Merah, ha causado la muerte de siete personas y ha conseguido una amplia cobertura mediática, sobre todo a través de la prolongación temporal del cerco y de su suicidio. Este hecho constituye un éxito en sí mismo para los terroristas, sedientos de la atención de la opinión pública (aunque habrá que ver si al asesinato a sangre fría de tres niños judíos y de soldados musulmanes no daña aún más la maltrecha imagen de los yihadistas). Pero si nos fijamos en las capacidades de Al Qaeda, las acciones terroristas de Merah continúan poniendo al descubierto las carencias de dicha organización a la hora de repetir en territorio occidental atentados terroristas complejos y altamente letales. En este sentido, el trágico episodio de Toulouse no supone una novedad significativa.

No obstante, los atentados cometidos por Merah pueden servir de fuente de inspiración a otros actores vinculados, o a potenciales células independientes y lobos solitarios. Hasta el momento muchos de ellos habían tratado de emular los grandes atentados de Al Qaeda mediante el uso (fallido) de explosivos. A partir de ahora la opción de los asesinatos con armas blancas o armas de fuego (sobre todo si se cometen en serie) puede parecerles igualmente atractiva. El atentado de Frankfurt de marzo de 2011, ya supuso un precedente en ese sentido. Convendrá mantener la atención al respecto, sobre todo de cara a los Juegos Olímpicos de Londres el próximo verano.

 

Javier Jordán es Profesor Titular de Ciencia Política en la Universidad de Granada

http://www.minutodigital.com/2012/03/26/el-caso-de-mohamed-merah-en-el-contexto-actual-de-la-amenaza-terrorista/

Yihadismo. Terrorismo en el Sahel

Yihadismo. Terrorismo en el Sahel

El doble atentado suicida realizado en la ciudad meridional argelina de Tamanrasset el 3 de marzo representa un hito en lo que al activismo terrorista en la zona respecta. El ataque tiene gran importancia y no sólo por los 23 heridos producidos, a saber: por ser el primer ataque terrorista realizado en una ciudad que desde 2010 alberga el Comité de Estado Mayor Operativo Conjunto dinamizado por Argelia y que agrupa también a Malí, Mauritania y Níger; porque lo han ejecutado los terroristas escindidos de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) que también han reivindicado el secuestro de dos cooperantes españoles y de una italiana, en Rabuni el 23 de octubre; y porque, aunque aún sometido a análisis de los expertos de la Gendarmería Nacional argelina atacada, el ataque podría estar relacionado con la diseminación de armas y explosivos desde Libia.

Atacar Tamanrasset marca un hito, independientemente de si el atentado es más o menos luctuoso. Si el que ataca es el grupo "Movimiento para la Unidad y el Yihad en el África Occidental" (MUJAO, en sus siglas en francés) tal "hazaña", unida a la de mantener a tres secuestrados desde octubre, le permite ganar puntos en el concurrido mundo del terrorismo saheliano. Precisamente, el ministro español de Asuntos Exteriores acaba de visitar Malí para tratar con sus autoridades del secuestro. En la vecina Francia, la cuestión de los secuestros de AQMI es central, máxime si tenemos en cuenta que los cuatro rehenes de dicha nacionalidad capturados en Níger en septiembre de 2010 y que aún están en manos de los terroristas son tema del debate nacional: los 90 millones de euros que los terroristas exigen –aparte de otras exigencias también delirantes– doblan la ayuda oficial que París concede anualmente a Malí o a Níger.

Volviendo a Argelia, el liderazgo de este país en la lucha contra el terrorismo yihadista en la región ha sido ahora desafiado y ello exigirá respuestas. La volatilidad del Sahel, las sospechas de que el MUJAO se nutre de terroristas originarios de Malí y de Mauritania, y el deterioro de la situación interna en Libia obliga a las autoridades argelinas a reforzar sus esfuerzos y más si quiere mantener el liderazgo regional. Como también las francesas, las autoridades argelinas están además sometidas a la presión añadida del período preelectoral que atraviesan, y no deberíamos descartar que tanto AQMI como sus supuestas escisiones vean este momento como propicio para subrayar las vulnerabilidades de ambos regímenes y alimentar su activismo aderezándolo con armas y explosivos abundantes procedentes de Libia. Tanto de Libia como de Argelia procedían además los terroristas tunecinos que se enfrentaban hace algunas semanas a las fuerzas de seguridad en la región de Sfax, 200 kilómetros al sur de Túnez capital, a los que se les intervino abundante armamento y munición y que querían extender a las supuestamente tranquilas tierras tunecinas el activismo terrorista que también se amplía por el sur como lo confirma el doble atentado de Tamanrasset.

Grupo de Estudios Estratégicos (GEES, 12 de Marzo de 2012.

http://gees.org/articulos/yihadismo_terrorismo_en_el_sahel_9221

 

Perú captura al líder de Sendero Luminoso

Perú captura al líder de Sendero Luminoso

El ministro de Defensa peruano, Alberto Otárola, ha anunciado la captura de José Eleuterio Flores Hala, alias 'Artemio', el líder del grupo maoísta Sendero Luminoso. 'Artemio' habría sido apresado cerca de la localidad de Tocache, en San Martín (norte) y ha tenido que recibir asistencia médica, ya que se encuentra malherido.

Otárola ha detallado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial, ANDINA, que el cabecilla del grupo guerrillero ha perdido prácticamente un brazo a causa de las heridas de balas durante el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

 

El titular de Defensa ha indicado que la captura de Artemio fue posible gracias a un operativo conjunto entre la Policía Nacional y el Ejército peruano.

 

Mientras, el presidente peruano, Ollanta Humala, viajaba hacia la región de Tocache, cerca del lugar de la detención, para confirmar la captura de 'Artemio'. El propio Humala informó anteriormente de la detención de varios terroristas que habría permitido localizar un cuerpo sin vida que en un principio se creía que correspondía a 'Artemio'.

 

"Se ha encontrado el cuerpo de una persona, con las características del terrorista 'Artemio' y justamente estoy yendo a la zona de operaciones a confirmar en el terreno y poder dar la buena noticia al país", dijo en declaraciones a la emisora RPP.

 

Humala subrayó que, de confirmarse este hecho, el éxito alcanzado sería consecuencia del esfuerzo permanente de las fuerzas del orden que vienen trabajando silenciosamente y siguiendo una estrategia. El mandatario peruano recalcó que con este hecho se inicia "realmente la pacificación del Alto Huallaga" y se produce en seis meses tras la toma de posesión del nuevo Gobierno, como se prometió.

 

Ahora, dijo, el Gobierno se centrará el desarrollo y la pacificación en el Alto Huallaga, y proseguirá con la captura de los mandos menores. "Para mí el titular (de mañana) sería: venció el Perú", apostilló.

http://www.madridpress.com/noticia/133206/

Triunfo de Hezbolá. Irán gana en el Líbano

Triunfo de Hezbolá. Irán gana en el Líbano

 

Los ayatolás hicieron de la defensa de la comunidad chiíta libanesa uno de sus objetivos fundamentales en política exterior. Actuaron con audacia, creando una nueva fuerza política, Hezbolá, dotada de unas milicias tan bien armadas como entrenadas. Unos y otros saben que la demografía corre a su favor y que la clave está en saber esperar. Si Hezbolá es capaz de bloquear el Gobierno, si consigue convencer al resto de la sociedad libanesa de que la paz depende de que asuman su liderazgo y, desde esa condición, lleguen a un nuevo acuerdo político, la victoria estará en sus manos.

 

La milicia de Hezbolá es hoy día el ejército más importante del Líbano, con el agravante de que están infiltrados en el Ejército Nacional y pueden deshacerlo cuando lo consideren oportuno. De ahí que una parte importante de la comunidad cristiano-maronita haya cedido a su chantaje.

 

El asesinato del máximo dirigente sunita, Hariri, llevó a un sorprendente acuerdo entre Chirac y Bush para exigir responsabilidades. Tras un acuerdo en el Consejo de Seguridad, Siria midió sus propias fuerzas y optó por retirar sus tropas. Eran demasiados frentes abiertos para un país débil económica y militarmente, aislado y amenazado. Pareció llegado el momento de la democratización del Líbano, pero la democracia es cuestión de mayorías y en ese terreno los chiítas tienen muchas cosas que decir.

 

Desde la retirada de Siria han ocurrido dos hechos determinantes. El primero fue la guerra entre Israel y Hezbolá, que se resolvió con una no-victoria de Israel, lo que equivale a una victoria política de los islamistas. Han demostrado a la sociedad libanesa y al conjunto del mundo árabe que están en condiciones de enfrentarse a Israel y no ser derrotados, lo que no habían conseguido egipcios, jordanos, sirios o iraquíes. Su prestigio ha crecido y, sobre todo, ha quedado en evidencia su capacidad. Sufrieron un gran desgaste, humano y de material, pero gracias a las fuerzas internacionales allí destacadas ya disponen de más y mejor armamento que antes de iniciarse el conflicto. En estas circunstancias, ¿quién en Líbano osaría enfrentarse a ellos?

 

El segundo hecho ha sido la crisis política derivada del intento de democratización, auspiciado por norteamericanos y europeos. Hezbolá retiró a sus ministros del Gobierno y bloqueó la designación de un nuevo presidente de la República, cargo que corresponde en el nada democrático reparto de competencias a la comunidad cristiano-maronita. En esta situación el Gobierno decidió echar un pulso a Hezbolá exigiendo que renunciara a su propio y exclusivo sistema de comunicación, un ejemplo más del Estado dentro del Estado creado por esta filial de Irán en el país de los cedros. La respuesta fue un amago de guerra civil en la que Hezbolá volvió a demostrar, por si cabía alguna duda, que dispone del mejor ejército.

 

La Liga Árabe se sintió obligada a intervenir, ante la posibilidad de que la crisis desembocara en la reapertura de la guerra civil, con consecuencias previsiblemente negativas para la comunidad sunita, de la que se siente protectora. Su rechazo a Hezbolá quedó patente durante el conflicto con Israel, cuando apoyaron al Estado judío en la confianza de que haría con los chiítas lo mismo que con ellos en anteriores ocasiones. La decepción fue grande ante la desigualdad de trato. Ahora cabía esperar que forzaran al "Partido de Dios" a ceder posiciones en la cumbre de Doha, pero lo que ha ocurrido ha sido lo contrario. La Liga Árabe ha demostrado una vez más su debilidad. Se ha limitado a dejar constancia del triunfo iraní, reconociendo a Hezbolá el derecho de veto sobre la política gubernamental. Exactamente lo que el Gobierno de Teherán y sus dirigentes buscaban desde hacía años.

 

Árabes y occidentales han acabado de la mano asumiendo su impotencia ante la injerencia iraní en el Líbano. El proceso democratizador está muerto y el Líbano se encamina hacia un cambio de régimen con el que finalmente se reconozca la hegemonía chiíta, bajo un Gobierno islamista y autoritario.

 

Tras estas concesiones ¿cómo podemos esperar que Irán ponga freno a sus intervenciones internacionales o a su programa nuclear? ¿Por qué el vencedor se va a doblegar ante la voluntad del vencido?

 

GEES

Libertad Digital nº 1483, 30 de mayo de 2008

La vitalidad de la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo Nuclear permite presagiar que la amenaza aumenta

La vitalidad de la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo Nuclear permite presagiar que la amenaza aumenta

 

La planificación en París, el 15 de abril de 2008, del Primer Ejercicio del Grupo de Planificación de la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo Nuclear, supone un impulso a una atractiva empresa puesta en marcha por los EEUU y la Federación Rusa y a la que ya se han incorporado más de cincuenta países.[1] Representantes de ministerios de asuntos exteriores y de defensa, de servicios de inteligencia y de fuerzas de seguridad, además de expertos en energía y en otras materias se dieron cita el mes pasado en la capital francesa para planificar la agenda del ejercicio.[2]

 

Esta reunión seguía a tres importantes encuentros celebrados el primero en Rabat, en los días 30 y 31 de octubre de 2006, el segundo en Ankara, en los días 12 y 13 de febrero de 2007, y, por último el tercero en Astaná en los días 10 y 11 de junio de 2007. Si el primero de estos tres encuentros sirvió para aprobar una declaración de principios sobre la urgente necesidad de prevenir el terrorismo nuclear en el segundo se insistió en la confirmación del compromiso y en la necesidad de reforzar las capacidades de los Estados participantes a través de la cooperación multilateral. Dichas reuniones han contado con observadores de la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y de la Unión Europea (UE).[3]

 

Prevenir los escenarios buscados por los terroristas

 

El objetivo central de la Iniciativa es pues reforzar las capacidades para prevenir la adquisición de materiales y de conocimientos en materia nuclear por parte de terroristas. A nadie se le escapa la obsesión de algunos ideólogos del terrorismo yihadista salafista por utilizar la amenaza nuclear, desde el nivel más rudimentario que sería el de las bombas “sucias” hasta los estadios más avanzados que podrían pasar por atacar instalaciones nucleares o por utilizar algún tipo de ingenio nuclear más sofisticado, tal y como queda reflejado en las sesudas páginas escritas y colgadas en Internet por el hispano-sirio Mustafá Setmarian (alias Abu Mussab Al Suri).[4] Setmarian es experto en guerra irregular y uno de los terroristas yihadistas que más han teorizado sobre la necesidad de utilizar armas de destrucción masiva contra sus múltiples enemigos, musulmanes y no musulmanes, creando con ello una creciente psicosis por doquier. Destacaremos aquí por su actualidad el caso de los individuos detenidos el 21 de mayo por la policía sueca en la central nuclear de Oskarsham, en el sureste del país. Aunque liberados al día siguiente mientras siguen las investigaciones, a uno de ellos, trabajador externo de la central, se le habían intervenido restos de triperóxido de triacetano (TATP), el explosivo utilizado entre otros terroristas yihadistas por Richard Reid cuando portándolo en sus zapatos intentó derribar en pleno vuelo un avión comercial en el otoño de 2001.[5]

 

En la creación de tal estado de terror Setmarian sigue la estela de su máximo líder, Osama Bin Laden, quien ya a fines de los años noventa mostraba desde Afganistán su interés por dichas herramientas de combate. Ya en 1999 dos científicos paquistaníes se habían entrevistado en la ciudad afgana de Kandahar con cuadros de Al Qaida y dos años después, en agosto de 2001, Baschinuddin Mahmud, entonces Director del Comisariado para la Energía Atómica de Pakistán, se reunía también en suelo afgano con el propio Bin Laden. Cabe recordarse que Pakistán era entonces y aún es hoy el único Estado musulmán en el mundo que posee – reconocido oficialmente – el arma nuclear, y que la vulnerabilidad de su armamento y, en general, de sus instalaciones atómicas, se ha puesto bien de manifiesto a lo largo de los últimos lustros.[6] Ya en 1995 una red impulsada por Abdul Qadeer Khan, prestigiosa figura por ser el padre del arma nuclear paquistaní desarrollada en el marco de su pulso tradicional con India, vendía piezas de centrifugadores a Irán por valor de 3 millones de dólares en efectivo. Dicha red ha venido funcionando hasta febrero de 2004, momento en el que fue desmantelada en medio de un gran escándalo a escala internacional. Entonces se supo, seguro que de forma incompleta, de varias operaciones de ventas y concesiones por parte de Khan y sus secuaces a países como Irán, Libia o Corea del Norte, realizadas con la connivencia de algunos elementos de las Fuerzas Armadas de Pakistán.

 

La fijación por parte de esa modalidad más ambiciosa y destructiva del terrorismo que es el yihadista salafista y las vulnerabilidades de un país musulmán como Pakistán para blindar su red nuclear, la militar pero también la civil, frente a posibles atentados o robos de combustible nuclear o de otros materiales, unido a la vecindad con el escenario afgano y por extensión el centroasiático hacen que hoy el esfuerzo de la Iniciativa aquí tratada se centre, aunque sin decirlo expresamente, en atraer a su red al mayor número posible de Estados musulmanes. Por ello es esclarecedor comprobar que las tres reuniones más importantes celebradas hasta esta primavera en el marco de la Iniciativa hayan tenido como escenarios tres Estados musulmanes: Marruecos, Turquía y Kazajstán. Con ello se pretende solidificar a una Iniciativa que se quiere Global pero en la que será muy importante que estén el mayor número posible de Estados musulmanes que, no lo olvidemos, son objetivo declarado de la red terrorista y con los que se quiere contar no sólo en cuanto a su presencia sino también a una participación activa y profunda.

 

Siendo Turquía aliado dentro de la OTAN y un vecino de Irán bien convencido de que la República Islámica no debería de disponer del arma nuclear y siendo Marruecos aliado tradicional de los EEUU y de la Alianza, bueno será que nos detengamos en algunos aspectos del tercer Estado musulmán involucrado de una forma también bien visible en la Iniciativa: Kazajstán. Aparte de haber transferido a la Federación Rusa – como Estado sucesor de la Unión Soviética – hasta 1.400 cabezas nucleares a principios de los año noventa del siglo XX, este república centroasiática ha mostrado en todos estos años un marcado compromiso con la seguridad regional a través del desarme y la transparencia.  Esta actitud se hace aún más importante y necesaria ante el horizonte cada vez más próximo en el que Kazajstán pasará a ser el primer productor mundial de uranio. Produjo 6.600 toneladas de este mineral en 2007, se espera que produzca 9.600 en 2008 y las previsiones para 2010 dan una cifra de 15.000 toneladas que, de confirmarse, llevarían a Kazajstán a superar a Australia que es hasta la actualidad el primer productor mundial. Este Estado musulmán, que ya es un gran productor de crudo y por ello objetivo fijado por Al Qaida para sus ataques, fue capaz de transformar en 2006 hasta 2.900 kilogramos de uranio altamente enriquecido en combustible nuclear por lo que va a ser importante también como exportador de combustible nuclear y ello hará de él un objetivo aún más atractivo para los terroristas. Si la voluntad demostrada por las autoridades kazajas son tranquilizadoras hasta la fecha – en junio de 2006 dotó de Secretaría y por ello de permanencia a la Conferencia sobre Interacciones y Medidas de Confianza en Asia (CICA, en sus siglas en inglés) que ellas mismas lanzaran el año anterior – no lo es tanto el hecho de que Kazajstán sea uno de los cuatro Estados donde se han dado más casos de tráfico de material nuclear. Este dato, aportado por el Director General de la OIEA, Mohamed El Baradei, en una entrevista publicada por El Hayat en enero de 2008, indica deficiencias en cuanto a las capacidades de control del Estado kazajo y permite felicitarse por su actitud constructiva dentro de la Iniciativa Global para Combatir el Terrorismo Nuclear.

 

Las medidas aportadas por la Iniciativa Global

 

De todo lo dicho hasta ahora se deduce no sólo que la Iniciativa era necesaria como reflejo de la voluntad de algunos Estados para atajar una amenaza emergente sino también la gran urgencia tanto para poner en práctica sus medidas como para ampliar al máximo el número de Estados comprometidos con ella.

 

El diseño de su Plan de Trabajo 2007-2008 contiene medidas como el reforzamiento de las capacidades de detectar, investigar y prevenir el tráfico de materiales nucleares por parte de terroristas; la promoción del intercambio de información y de la acción policial conjunta; la adaptación de las distintas normativas nacionales en la materia a unos criterios estandarizados; la reducción al mínimo de la utilización de uranio altamente enriquecido y de plutonio en actividades e instalaciones civiles; la limitación de los paraísos para y el control de los fondos financieros por los grupos y redes terroristas; y el reforzamiento entre todos de medidas que puedan minimizar el impacto de cualquier acción terrorista que utilice el elemento nuclear.

 

En dichas medidas hay por un lado algunas que son genéricas y están presentes en toda iniciativa antiterrorista de carácter multilateral; algunas otras apuntan a aspectos técnicos concretos por los que hay que felicitarse porque finalmente haya una manifestación de voluntad aunque esta sea de principio; y, finalmente pero no por ello menos importante, hay cierto fatalismo ya asumido en cuanto a que se hace necesario minimizar los efectos de un ataque que, con tal planteamiento, se está dando ya como posible.

 

A juzgar por el dinamismo demostrado por la Iniciativa Global si destacamos algunos de sus hitos más recientes – conferencias copatrocinadas por el FBI estadounidense y el FSB ruso con cientos de participantes; esfuerzos nacionales por parte de países como Japón o Australia, Kazajstán o el Reino Unido, por citar sólo a algunos, para realizar actividades dentro del citado Plan de Trabajo – y la voluntad de las Partes de dar plena validez a instrumentos jurídicos internacionales como la Convención para la Supresión de Actos de Terrorismo Nuclear, la Convención para la Protección Física del Material Nuclear y su enmienda de 2005 o las Resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU 1373 y 1540 podríamos estar ante una dimensión de la lucha antiterrorista donde las voluntades convergen a diferencia de otras dimensiones donde las percepciones de unos y otros y/o las mezquindades políticas no hacen sino entorpecer el camino a la ley y allanárselo a los terroristas.

 

 

 

 

Carlos Echeverría Jesús (Madrid, 26 de marzo de 1963) es Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y responsable de la Sección Observatorio del Islam de la revista mensual War Heat Internacional. Ha trabajado en diversas organizaciones internacionales (UEO, UE y OTAN) y entre 2003 y 2004 fue Coordinador en España del Proyecto "Undestanding Terrorism" financiado por el Departamento de Defensa de los EEUU a través del Institute for Defense Analysis (IDA). Como Analista del Grupo asume la dirección del área de Terrorismo Yihadista Salafista.

 

 

Por Carlos Echeverría Jesús

GEES, Apuntes nº 68   |  26 de Mayo de 2008

 

 

Notas

 

 

--------------------------------------------------------------------------------

 

[1] La Iniciativa fue lanzada por los Presidentes George W. Bush y Vladimir Putin el 15 de julio de 2006 tras la celebración de la Cumbre del G-8 en San Petersburgo (Rusia).

[2] Véase sobre la Iniciativa la dirección www.state.gov/t/isn/c18406.htm.

[3] Cabe destacarse que esta Iniciativa Global aquí tratada, impulsada por Washington y Moscú, se sitúa en una dimensión distinta a la colaboración pacifica que ambos países han puesto en marcha en el ámbito del armamento nuclear. Precisamente el 6 de mayo de 2008 representantes de ambos Estados han firmado en Moscú un Acuerdo para la Cooperación Pacífica Nuclear conocido como el 123 Agreement centrado en prevenir la proliferación nuclear pero sin ocuparse del terrorismo, cuestión esta ya cubierta por la Iniciativa Global. Véase US-Russia Agreement for Peaceful Nuclear Cooperation 15 mayo 2008, en www.america.gov/st/texttrans-english/2008/May/20080515141603xjsnommis0.

[4] IRUJO, José María: “Un ‘yihadista’ en el limbo” El País 18 mayo 2008, pp. 1-4.

[5] La central de Oskarsham proporciona el 10% de la energía eléctrica que consume Suecia y la policía confirmó en un primer momento que los detenidos estaban acusados de “preparar un sabotaje”. Véase ÁLVARO ROLDÁN, Carlos: “Alarma en una central nuclear sueca por un presunto caso de sabotaje” El Mundo 22 mayo 2008, p. 30.

[6] ECHEVERRIA JESÚS, C.: “¿Está en peligro la seguridad del programa nuclear paquistaní?” War Heat Internacional nº 61, febrero 2008, artículo disponible en www.gees.org/autor/251.

Crisis en Líbano. De guerra en guerra

Crisis en Líbano. De guerra en guerra

 

La escasa atención internacional a lo que ha sucedido esta semana en Líbano quizás se deba al sentimiento de que no se puede esperar otra cosa del país, pero no por eso es menos importante, no sólo porque Líbano es como un Oriente Medio en pequeño sino sobre todo porque nada de lo que allí sucede puede aislarse del explosivo contorno, en causas y en consecuencias.

 

Los acontecimientos tienen todos los visos de ser el comienzo de la nueva guerra civil que se viene fraguando desde el asesinato por parte de Siria, directamente o por intermediarios, del jefe de Gobierno y líder suní Hariri, el 14 de febrero del 2005; pero puede que se queden, de momento, en una exhibición de fuerza por parte de la organización chíi Hezbolá, el Partido de Dios. Como exhibición resulta gratuita, porque nadie duda de que este partido es más fuerte que el Estado desde casi cualquier punto de vista, y en primerísimo lugar desde el militar. Lleva meses paralizando la elección del jefe del Estado porque quiere una mayor cuota institucional de poder en un país en el que el Estado se reparte por cuotas étnicas proporcionales a la composición de los años treinta. Desde 1932 no se ha vuelto a hacer un censo por las repercusiones políticas que tendría. Los chiíes han aumentado su parte en la población, y sería razonable que aumentaran su presencia en las instituciones. Pero su poder bruto es ya abrumador y sus conexiones con Siria e Irán de todo punto amenazadoras para el resto. Lo son también para los vecinos, Israel de forma inmediata y todo el mundo suní de Oriente Medio.

 

Tras la larga guerra civil que transcurrió entre 1976 y 1990, todas las milicias se desarmaron menos los palestinos, en el origen del conflicto, y Hezbolá, con el pretexto medio aceptado por los demás de que eran los guardianes de la seguridad libanesa frente al peligro israelí. Tras el asesinato de Hariri, el Kalashnikov ha vuelto a convertirse en artículo doméstico de primera necesidad y las demás facciones están reconstruyendo sus milicias, muy a la zaga del matón local chií.

 

Desde el jueves hasta el sábado, las potentes fuerzas de Hezbolá tomaron Beirut Oeste, suní e internacional, burgués y elegante. Atacaron la fortificada residencia de Hariri hijo –líder del conjunto gubernamental antisirio–, la del jefe de gobierno Siniora, sedes de partido, de televisiones y periódicos, para luego retirarse, aunque el conflicto parece extenderse a otras zonas. No buscan la guerra civil ni apoderarse del Estado por la fuerza. Sólo aumentar su influencia en él y neutralizarlo mientras tanto. Para los agredidos es un estímulo más para armarse. No han ofrecido apenas resistencia. No están preparados. Pero le han dicho a Hezbolá que ha perdido su legitimidad como guardián de la soberanía nacional frente a la amenaza israelí. Las ficciones pueden tener su importancia y ésta se ha desplomado aparatosamente.

 

Queda lo más importante. ¿Por qué ahora? Porque el Gobierno intentó utilizar al ejército, el gran ausente de la crisis, para controlar el sistema telefónico privado que los ingenieros iraníes han construido para el ejército chií. Es una parte esencial del complejo dispositivo militar desarrollado con vistas a la próxima guerra con Israel. No sólo Hezbolá tiene el doble de misiles de los que poseía en vísperas de la guerra de junio de 2006, nunca desmantelados en los 36 días de acciones bélicas. Son además de mayor alcance. También han reconstruido el sistema de bunkers subterráneos ante la voluntariamente ciega mirada de los cascos azules. El dispositivo tiene otros elementos claves. Las comunicaciones los conecta y potencia. En conjunto, son varias veces más fuertes que en el año 2006.

 

Pero esta respuesta es insatisfactoria. ¿Por qué el débil Gobierno creyó que podría utilizar al poco fiable ejército para una misión que manifiestamente le desborda? Aquí entramos en zona gris obscura, que para los propios libaneses es de intensa y rica especulación. Pero al menos podemos suponer con grado alto de seguridad que norteamericanos y franceses, con los israelíes detrás, le presionaron para que lo hiciera. Pero ¿por qué creyeron que podría? Esto ya es entrar en zona negra.

 

Por GEES

Libertad Digital nº 1465   |  12 de Mayo de 2008

Situación actual de la banda terrorista ETA

Situación actual de la banda terrorista ETA

La generación de la kale borroka

La situación creada en estos momentos dentro de la banda terrorista ETA esta marcada por el relevo generacional y que guarda un claro paralelismo con las otras cuatro regeneraciones etarras; estas se dieron en 1970 después del proceso de Burgos, en 1985 cuando se fueron apartando determinados miembros de la organización que procedían de la época del franquismo y caída de una parte de la cúpula etarra, en 1992 después de la caída de la cúpula de Bidart y la de 1999 cuando se volvía a los asesinatos después de la ruptura de la tregua unilateral de los terroristas durante el gobierno del PP. Una situación cíclica que se repite una y otra vez dentro del mundo etarra.

La entrada en la actualidad de los jóvenes procedentes de la kale borroka se debe a dos factores: el primero de ellos es porque esa generación borroka es la preferida en la actualidad dentro de ETA (casi todos los miembros dirigentes del ‘aparato militar’ proceden de ahí); con estos orígenes se consigue gente de confianza para la ‘dirección’, gente que ha dado sus primeros pasos en las acciones terroristas por lo que son más fáciles de adiestrar ya que tienen vocación y voluntad de ejercer el terror.

El segundo factor es una motivación logística porque después de las detenciones del 2000 al 2004 la decadencia del apoyo social que se había iniciado a raíz del asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, la asfixia económica a la que había sido sometida la banda terrorista y la ilegalización de Batasuna, se había quedado bastante diezmada la cantera donde reclutar futuros terroristas dentro de la banda. Incluso podemos ver que la edad media de la ETA actual fluctúa entre los 24 y 26 años de los terroristas de primera fila y los 33 y 36 años de los miembros de la cúpula. Casi una media de edad muy similar a la que la banda terrorista tenía a finales de los años setenta comienzo de los ochenta.

El resultado de estos procesos de regeneración y rejuvenecimiento provoca una radicalización extrema de las estrategias y un recrudecimiento de la violencia aplicada, algo que permite equiparar este momento actual con los anteriormente citados. En 1971 se aplica la ‘teoría Txikia’ que es activismo 100%, en 1985 se generaliza el uso de los coches bomba, mientras que en las regeneraciones de la década de los noventa se aplica la teoría de la ‘socialización del sufrimiento’ y la caza del político. La regeneración actual del 2007 se apunta a la búsqueda de los objetivos de toda la vida, las FCSE y los jueces sin olvidar a los servidores públicos. Es decir en esta nueva etapa etarra se unen dos estrategias, la de los ochenta y la de los noventa.

Si se ve a la banda terrorista desde fuera da la sensación que, teniendo estos procesos regeneracionales como base de su actuación, estos ‘momentos’ de radicalización en la forma de actuar y pensar de los etarras parten de dos premisas, la de una fallida negociación que ha provocado ilusiones de poder conseguir sus objetivos con la táctica del asesinato y la necesidad de consagración en el poder de los nuevos dirigentes etarras, necesitados de ganarse la credibilidad interna o el atractivo de ‘los anteriores cabecillas’ sustituidos o apartados.

Una regeneración que ha hecho que la banda terrorista vuelva sus ojos al pasado para volver a empezar su estrategia de terror. La vuelta al pasado, a la ETA de 1978, se escenifica también en la importancia que en la actualidad tienen los ‘comandos de legales’ o de miembros de ETA no fichados por las FCSE que les permite vivir como cualquier ciudadano escondidos en la masa social. En la actualidad este número se podría equiparar con el final de la década de los setenta, alrededor de unos 50 miembros de la organización podrían estar en esta situación en la actualidad con un arma en las manos y sin fichar por la policía o guardia civil lo que permite a la dirección etarra poder planificar con capacidad de éxito atentados como los que está cometiendo o perpetrando los comandos instalados en la actualidad en el País Vasco. Y solo no estamos refiriendo de los etarras que pueden activar una bomba o pegar un tiro; si contáramos a los etarras inscritos en los aparatos de información, captación, propaganda, logística e infraestructura ese número se podría elevar a casi un centenar en la actualidad dentro del País Vasco.

Uno de los motivos, por el momento, de que la banda terrorista ETA haya optado por el uso de los ‘legales’ es por una estrategia clara y no por debilidad. Cuantos más legales, más fácil es su movimiento dentro de España, más fácil tienen el atentar y menos miembros de infraestructura tienen que tener a su alrededor porque no tienen necesidad de esos servicios a no ser que tengan que huir. Además la detención de un ‘legal’ permite detener alrededor de otros tres o cuatro miembros mientras que la detención de un ‘liberado o ilegal’ podría llevar incluso a la detención de la totalidad de la cúpula etarra.

El gran problema con el que se enfrenta el gobierno es que la entrada de ‘nuevos legales’ en la organización terrorista es casi un 75% superior a las detenciones de las FCSE y de la gendarmería francesa. Es decir que por cada tres etarras detenidos se constata por parte de las fuerzas de la lucha antiterrorista que entran en la banda siete.

Vuelta al pasado

La equiparación de la fuerza de la ETA de comienzos de los ochenta con la actual se puede cuantificar en el número de terroristas dentro de la organización. Si en 1980 se tenían ‘censados’ a sus integrantes en un número que oscilaba entre los 750 y los 800, en la actualidad, y según datos de la propia Gendarmería francesa, podríamos estar hablando de 600 o 700 etarras implicados dentro de la banda terrorista. En el año 2005, tal como quedaba recogido en un reportaje publicado el 5 de abril del 2006 en Le Figaro “ETA neu veut pas rendre les armes en France”, los datos que manejaba el ministerio del interior español hablaba de una organización terrorista compuesta de 1500 etarras, 750 en prisión y 750 divididos en 250 miembros ‘operativos’ y 500 en la reserva a la espera de las ordenes de la dirección etarra.

Su vuelta al pasado también se puede ver claramente en sus últimos atentados y en la lectura de sus últimos comunicados. Se vuelve a la teoría de la ETA de 1978 y de comienzos de los ochenta; salvo excepciones, las acciones terroristas se centraran en ataques a cuerpos o instituciones del Estado, Guardia Civil, Policía Nacional, militares, escoltas, políticos, con la función de apretar las tuercas al gobierno para seguir negociando hasta la rendición del Estado. Esta nueva estrategia, la vuelta al pasado, viene dada por una táctica preconcebida y no por una huida hacia delante. La necesidad de volver a tener el apoyo social de sus bases obliga a volver sus ojos hacia las FCSE como victimas de sus atentados para ‘legalizar’ su actividad terrorista al mostrar un enfrentamiento directo contra ‘los ejércitos enemigos que mancillan la tierra vasca y persiguen a sus liberadores’.

ETA, en su base monolítica, sigue teniendo en mente antiguas estrategias para su futuro modo de actuar; entre los etarras se ha recuperado en la actualidad el documento, tal vez el más importante desarrollado por la banda terrorista, realizado por K. de Zumbeltz, de 1969, en el que se pone como objetivo prioritario de los etarras “la destrucción del aparato del Estado español en el territorio nacional vasco”, ahí es donde podemos comprender los últimos atentados. En ese mismo texto, en la página 148, se puede leer algo que se ha vuelto a recuperar estratégicamente en la actualidad, “la Guardia Civil es la fuerza principal de represión imperialista en Euskadi sur. Sin embargo en las ciudades es la policía gubernamental la que desempeña la misión principal”. Pero además han aumentado estos objetivos entre colectivos claramente impopulares dentro de Euskadi. El que los Ertzaintzas hallan pasado a ser una policía donde el numero de personas no nacidas o residentes en el País Vasco ha aumentado considerablemente, añadido a que han asumido las competencias de seguridad ciudadana sustituyendo a La policía y la Guardia Civil, que antes realizaban este trabajo, aumentando la presión sobre este colectivo realizando intervenciones en la lucha antiterrorista por dar cumplimiento a mandatos judiciales procedentes de la Audiencia Nacional, o representar al Gobierno Vasco del PNV, han hecho que pasen a ser incluidos dentro de los potenciales objetivos de la banda por que al igual que a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado porque son victimas ‘asumibles’ y principales.

Esto se nos confirma si vemos los variados atentados que se han sucedido en los últimos tiempos: contra la Casa Cuartel de Durango, la Comisaría de Policía de la Ertzaintza en Zarautz, delegación del ISFAS en Logroño, atentado contra dos guardias civiles (Francia), atentado contra la Casa Cuartel de Calahorra, artefacto trampa contra TEDAX de la Ertzaintza en Bilbao, artefacto trampa contra TEDAX de la Guardia Civil en Navarra, etc.

La propia ETA sabe que el apoyo social vasco es muy importante en esta estrategia del terror y por ello no puede desaprovechar esta oportunidad. Ese tipo de soporte lo ha vuelto a recuperar en poco más de tres años y durante el Gobierno socialista; no puede pasar desapercibido los resultados de las ultimas elecciones municipales donde el partido afín a la izquierda abertzale, ANV, a pesar de tener una gran parte de sus listas ilegalizadas consiguió posicionarse como tercera fuerza política en el País Vasco. Ese mismo apoyo era palpable en varios sondeos los cuales situaban a Otegi entre los políticos mejor valorados dentro de su propio electorado arrebatando ese privilegio a Ibarretxe (euskobarómetro de julio del 2007).

ETA no podía obviar esta recuperación de apoyo y ha decidido centrarse en objetivos que por antaño les proporcionaban la simpatía de la población mientras que la sociedad vasca y la española en general ha confirmado este dato. Es triste ver como la respuesta multitudinaria que en la última etapa del Gobierno de José María Aznar recibía cualquier tipo de asesinato ha brillado por su ausencia cuando las victimas son guardias civiles, o cuando los objetivos son militares o policías nacionales. Guste o no guste esto es así.

El volver a este tipo de objetivos obedece a una estrategia que aprovecha la situación de permisividad que se ha creado para con la banda desde el 11-M; los asesinos son conscientes que un ‘fallo’ como el del atentado de Miguel Ángel Blanco podría hacerles perder este apoyo que el PSOE con su discurso político durante la tregua les ha hecho recuperar.

Por todo ello el análisis que hace la banda terrorista después de las reuniones que mantuvieron miembros situados muy cerca la cúpula, en determinados días del mes de septiembre del 2007, era totalmente obvio. Había que mantener el apoyo social y recuperar la cantera abertzale. ¿Cómo?, en primer lugar complacer a sus simpatizantes conservando la marca, una ETA que responda a las acciones policiales y judiciales, una vuelta al famoso axioma de los ochenta “acción-represión-acción”. Nada peor le puede pasar a una banda terrorista que se ejerzan acciones contra ella y no se responda como sus seguidores esperan. La ausencia de atentados podría suponer una bajada de moral que no se puede permitir la dirección etarra y por ello son elegidos días muy determinados para atentar; esto es lo que se considera ‘el marketing del terror’.

Mientras se hable de ETA en la prensa en el sentido que sea, no suelen darse atentados, siempre y cuando se hable en primera página. Si esta repercusión en los medios de comunicación decae se producen atentados hasta recuperar el liderato mediático nuevamente. A su vez se usa también la kale borroka para mantener la ‘tensión’ social.

Estos actos si tienen una gran repercusión en la zona donde a la banda le interesa y de manera indirecta quedan reflejados en la prensa del ‘Estado opresor’. La segunda forma de mantener el apoyo social y recuperar la cantera abertzale es dirigir sus ataques y asesinatos a objetivos que les eviten posibles pérdidas de simpatizantes o apoyos. Esos objetivos que no les suponen desgaste social en el País Vasco son a los que siempre ha tildado la banda de enemigos de la ‘nación vasca’ y elementos represores, las FCSE y los símbolos que representan a la Judicatura a los que se les amedrenta atacando sus juzgados por la noche. La permisividad en la sociedad vasca nos lo demuestra ciertas actitudes sociales en los últimos atentados; las quejas entre los ciudadanos después del atentado contra el juzgado de paz de Sestao, por ejemplo, no vinieron por la bomba contra el edificio representativo de la judicatura sino por los destrozos a los comercios colindantes.

La estrategia actual

Al igual que cuando se iniciaron las negociaciones de Argel, la estrategia de atentar contra las FCSE se encuadra “dentro de la estrategia de negociación” como forma de presionar al Gobierno socialista. A esta estrategia de la banda terrorista se unen las estrategias de las organizaciones que ‘bajo el manto de la legalidad’ actúan como altavoz de ETA con el famoso lema de ‘que se vayan’ encaminadas a situar a estas FCSE como fuerzas opresoras de los vascos.

La estrategia, como se puede ver con claridad en los comunicados etarras desde que se hacía público la ruptura del alto el fuego por parte de la banda terrorista, se ha escenificado en dos partes. Una primera hasta primeros del año 2008 en la que se apuntalaban objetivos uniformados y de judicatura para justificar ante sus bases la citada ruptura y la segunda en la que se recupera ‘la socialización del sufrimiento’ o la ponencia Oldartzen. La recuperación de esta estrategia no solo no aparta del ‘punto de mira’ etarra a los objetivos uniformados sino que amplía las amenazas con políticos del PSOE, PSE, PP, UPN introduciendo amenazas a los dirigentes del PNV. Es decir un ‘dos en uno’ es la nueva estrategia etarra.

Solo una actuación contra su entorno, la supuesta ilegalización de ANV o PCTV, ha supuesto un pequeño cambio de estrategia dentro de la banda terrorista en la que los servidores públicos, y sobre todo los socialistas, se han vuelto a poner otra vez en el punto de mira. Aquí se puede entender cuando decíamos que ETA ha unificado en una misma estrategia las dos de su historia reciente. Por un lado el atentar contra las FCSE que simbolizan al ‘opresor Estado español’ y por otro atentar contra los políticos que representan, supuestamente para ellos, el freno que les impide conseguir su objetivo de independencia.

En este punto hay que explicar que los datos que se manejan por parte de las FCSE demuestran que la organización terrorista ha recuperado los postulados del ‘Barne Buletina’ (boletín interno etarra) nº 67 de julio de 1993. En ese documento interno de la banda se puede leer lo siguiente, “El día que un tío del PSOE, PP, PNV va al funeral de un txakurra [policía] o cien y se le llena la boca de palabras de condena y lágrimas de cocodrilo, no ve en peligro su situación personal y asume este tipo de ekintzas [acciones] pues están hechos una piña en contra de nuestros derechos como pueblo. Pero el día que vayan a un funeral de un compañero de partido, cuando vuelva a casa quizás piense que es hora de encontrar soluciones o quizás le toque estar en el lugar que estaba el otro (o sea en caja de pino y con los pies por delante).

Hay otros objetivos, tales como las casas del Pueblo del PSE, o contra los Juzgados, que tienen una intención obvia de amedrantamiento tanto a quienes han negociado con ellos como al poder judicial al ser este el brazo ejecutor del Estado de Derecho.

En el caso del asesinato de Isaías Carrasco, ex concejal del PSE, se tiene que englobar dentro de una estrategia muy específica etarra. El atentado tal vez iba más predestinado a un apuntalamiento electoral de la victoria socialista para poder seguir manteniendo la puerta abierta a la negociación y por lo tanto a ese re fortalecimiento de la banda, al menos socialmente; situación de futuro que con un gobierno del PP no sería viable. Además mediante ese atentado se seguía respetando la tregua que fue ofrecida en vísperas del alto el fuego en el cual no se atentaría contra representantes políticos; y realmente así era pues en el caso de Isaías no era un concejal que ocupara ningún cargo en el ayuntamiento sino que simplemente representaba a una ideología y al Gobierno de España.

Este atentado a pesar que se nos ha querido vender como el detonante de la reacción antiterrorista del Gobierno de Rodríguez Zapatero realmente no fue así; esta reacción antiterrorista se produce durante la precampaña electoral pues con ello se intento recuperar parte del voto centrista que era crítico con la sumisión de un estado frente a los terroristas al considerarlos interlocutores validos; el rápido movimiento de determinados políticos socialistas y el ponerle en bandeja por parte de ETA, al partido del Gobierno, la jornada de reflexión ( a pesar que suene duro) consiguió ganar esa baza electoral.

Una estrategia que parece que puede dar sus frutos si tenemos en cuenta las declaraciones de los dirigentes socialistas después del último atentado contra una de las sedes del PSE en Bilbao “ETA jamás obtendrá ningún rédito político mediante el uso de la violencia”. Es decir que la estrategia de presión etarra provoca nuevamente que se la coloque como interlocutora valida para cuestiones políticas. Es decir más de lo mismo.

El gobierno socialista y la estrategia etarra

La legislatura pasada, del año 2005 a primeros del año 2008, el Gobierno se “lavo las manos como Pilatos” cuando se trató el tema de la derogación de la resolución de diálogo con ETA. Ni un solo ministro votó a favor de mantenerla pero tampoco voto en contra. En cambio el grupo socialista en pleno si estuvo a favor de dicha medida, la de continuar con el ‘placed’ del Congreso de los Diputados. Ahora ya sabemos que ETA va a volver a matar, ya lo ha hecho, por la supuesta liberación de su pueblo, va a volver atentar, ya lo ha hecho, para intentar conseguir la independencia, sin que el Gobierno se atreva a declarar que no está decidido a renunciar, para siempre, a la negociación con ETA y a revocar el mandato que recibió, para esa negociación, del Congreso de los Diputados. Mandato que por cierto los señores Urkullu (PNV) y Eguiguren (PSE) defienden.

Otra de las conclusiones que se pueden sacar de los últimos comunicados es que el Gobierno socialista tiene un porcentaje de culpa, no intencionada en principio, de la espiral de violencia que suda los postreros pensamientos que ETA ha trasladado a la sociedad. Zapatero ha sido el detonante de su envalentonamiento asumiendo que existe algo que negociar. Es decir ha hecho creer a la mayor parte de esta gente (que ya era bastante afín) que realmente ETA era algo que si bien no era bueno legalmente si lo era éticamente, o sea que no eran delincuentes, ni asesinos, que eran realmente ‘gudaris’ del pueblo vasco. Por ello cuando se emplean palabras como “accidente”, “acciones fortuitas”, “hombre de paz”, etc., se incrementa esa ilusión y a la cual solo le faltaba ese detonante.

El haber puesto a ETA como interlocutor valido ha permitido a la banda terrorista abrir sus puertas a centenares de jóvenes, que habiendo crecido en un sistema educativo como el del PNV que ha negado al País Vasco ser parte de España, se sienten libertadores de una nación que han estudiado que está oprimida por el Estado español y al cual no pertenecen. Una ETA radicalizada que se auto alimenta de la violencia y con unas ideas de independentismo arraigadas, y lo volvimos a repetir, porque han crecido y estudiado con el nacionalismo vasco.

Una ETA actual que ha vuelto a la ETA del pasado. Un viejo problema que como los ciclos lunares se repiten una y otra vez a pesar de que el Gobierno quiera hacer pensar a la sociedad que la banda terrorista esta más débil que nunca. Hay que ser muy inconsciente si se piensa que se está ante una ETA débil y desestructurada. Tienen comandos dentro de España, han buscado un segundo país como refugio, Portugal, como así queda expuesto en el último informe del mes de abril de la EUROPOL, cuentan con miles de kilos de explosivos, han variado sus estructuras organizativas y tienen una amplia cantera de pistoleros ¿A este tipo de organización se la puede catalogar como frágil y endeble?.

La única verdad es que después de una tregua o alto el fuego es cuando ETA se encuentra más fuerte que nunca por haber sido legitimada ante la sociedad como interlocutor valido y porque ha podido desarrollar y ampliar sus actividades terroristas en la clandestinidad.

La capacidad de los comandos

Sobre la capacidad de los comandos, y quienes los integran es una deducción lógica que ante la ambigüedad del discurso del gobierno, la inactividad de una determinada parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a lo que hay que añadirle que los Servicios de Información de la Policía Nacional en el País vasco fueron Trasladados a Madrid, y que se fomentó un mayor impulso a combatir el terrorismo de carácter religioso fundamentalista, además del aumento del apoyo social que ya hemos referido, propicio un mayor numero de jóvenes procedentes de kale borroka para ser transformados en comandos ‘legales’ (no fichados).

Estos comandos se forman a cargo de ‘liberados’ (a sueldo de la banda terrorista) de la organización los cuales a su vez habían recibido adiestramiento de miembros de la banda curtidos en campos de entrenamiento de la triple frontera sudamericana (Argentina, Brasil y Paraguay); si bien el inicio de estos ‘legales’ ha sido supervisado en principio por los ‘liberados’ hay ocasiones donde estos últimos también participan en los atentados.

El reforzamiento de ETA en medios técnicos o materiales va acompañado de un aumento de ingresos consecuente con los fondos que reciben los partidos afines legalizados que participan en las instituciones, con el pago del ‘impuesto revolucionario’, y con el botín procedente de robos de materiales aptos para la construcción y elaboración de atentados (robo de pistolas, de nitro metano, de laxante, etc.)

El material incautado y el empleado en ciertos atentados como son el de la terminal T-4 de Barajas, o la furgoneta bomba de Castellón, indica suficiencia de material explosivo; la aparición de los componentes separados y correctamente embasados en los zulos intervenidos, así como la fabricación de artificios artesanales simulando a los industriales tales como el cordón detonante, los detonadores, la manipulación de los temporizadores, apuntan sin duda a la existencia de una, o más fabricas de explosivos; esta suposición la refuerza la intervención de sustancias precursores de explosivos como es el caso del laxante que se incautó en Francia, o el robo de nitro metano en este mismo país.

Sobre el famoso ‘complejo Vizcaya’ habría que señalar que realmente es difícil determinar si en realidad puede denominársele como tal o son varios en distintas provincias. Me explico: en el caso del comando Urrederra, desarticulado por la Guardia Civil en marzo del año pasado se producen detenciones de miembros de ETA en varias provincias vascas; con las ultimas detenciones que practica la Benemérita a principios de año se interviene material en varias provincias españolas con lo cual no sería objetivo apuntar a un único comando, o solamente a un ‘complejo’. Si bien si puede relacionarse a determinados individuos con atentados bastantes concretos no así con otro tipo de acciones terroristas.

Por lo que señalar la existencia de un único comando o un solo complejo es cuando menos demasiado optimista a pesar de ser también cierto que las acciones parecen tener como denominador común el enlace a través de la AP-68, pero esta autopista transcurre por todas las provincias del País Vasco y por Navarra. Incluso podemos decir que ETA, según los últimos datos, ha conseguido introducir ‘legales’ en las tres provincias vascas consiguiendo restablecer sus comandos históricos de toda la vida, el ‘Vizcaya’ (uno de ‘liberados’ y otro de ‘legales’), el ‘Araba’ y el ‘Donosti’. A estos habría que unirles el ‘Nafarroa’ que se cree por parte de los miembros de la lucha antiterrorista, Guardia Civil y Policía Nacional, está en estado embrionario.

Si damos por veraz la existencia de ‘los complejos’ podemos asegurar que está usando un modelo organizativo muy conocido dentro de la banda terrorista y que se puso en funcionamiento en el año 1975, el modelo ‘bikotes’. La dirección etarra -se cree que Aitzol Iriondo- ha calcado para este supuesto complejo este modelo. El aparato militar de la banda terrorista ha puesto en marcha la táctica de usar a dos personas para realizar acciones. Una táctica que permite ir avanzando en escala en la preparación de los comandos y al frente de este modelo pudieran encontrarse Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea. El modelo que está usando ETA, es el que esta constituido por una célula compuesta por dos liberados (fichados y a sueldo de la banda terrorista), que tienen a su cargo varios grupos de ‘legales’ (no fichados y desconocidos para la Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza) a los que dan instrucción y con los que conciben los atentados ejecutados o ayudados por ellos como en el atentado de Calahorra. La esencia es transmitir la experiencia operativa a los nuevos e ir formando nuevos bikotes para ir colocándolos como acompañantes de nuevos legales y así y creciendo. La primera vez que ETA uso el modelo organizativo de los ‘bikotes’ como ya hemos dicho fue en 1975 cuando se introdujeron a ‘liberados’ para dinamizar y organizar comandos de ‘legales’ en Vizcaya, Eibar-Mondragón y en el resto de Guipúzcoa. Y un caso similar como el actual, el que dos ‘liberados’ se encargaran de varios taldes de ‘legales’ se dio en 1977 cuando Juan María Olano y Máximo Ayerbe se hicieron cargo de tres grupos, ‘El Zumalacárregui’ en Navarra, ‘El Andoni’ en Vizcaya y ‘el Txiki’ en Guipúzcoa.

La “teoría Argala”

La ETA actual, no podemos olvidarlo, procede la escisión que se produce en 1974 entre ETA ‘militar’ y ETA ‘político militar’. La ETA actual es la sucesión de la ETA ‘militar’ de esos años. ¿Por qué tiene importancia si procede de una o de otra?, por la sencilla razón que al proceder, ser la sucesora en el tiempo, de ETA-M se mantiene viva la teoría ‘Argala’ que apunta con rotundidad que ‘hay que defender un modelo de organización sin vinculación a un partido y que será este partido el que este supeditado a la táctica de ETA’. Esta autodefensa es precisamente para evitar que se produzcan ‘virus maliciosos’ con ideas políticas que hagan porosa a la realidad exterior a la organización terrorista por lo que siempre se podrá constatar que cuando surge un ‘seísmo político’ dentro de la banda terrorista los ‘armados’ enseguida proceden a la toma del poder para blindar a la organización como ha vuelto ha suceder en nuestros días.

En su papel de ‘ejército de liberación de Euskal Herria’, Euskadi Ta Askatasuna tiene un sistema de decisión jerarquizado y concentrado en un grupo de poder muy reducido que dan las órdenes a unas bases que obedecen ciegamente. Las acciones policiales en España y al otro lado de la frontera obligaron al comité directivo de la banda terrorista a centralizarse debido a la enorme dificultad, sobre todo cuando Francia se implico en la lucha antiterrorista en su país, en reunir a sus miembros para someter a discusión la estrategia a seguir. Esto motiva que las decisiones vayan quedando en manos de un pequeño grupo de militantes, dirigentes, en los que no participan las bases. Este movimiento estratégico de la cúpula etarra tiene un problema para los terroristas: se vuelve más vulnerable, pues la captura de la cúpula deja a la organización muy mermada hasta que se sustituye a los dirigentes detenidos (ejemplo en Bidart 1992).

Para que este modelo funcione es necesario que los cargos dirigentes de ETA tengan la capacidad de suprimir las críticas internas. Aunque esto suponga un aislamiento social les permite sobrevivir en la clandestinidad. Y para que el modelo centralizado funcione y se pueda sobrevivir en clandestinidad se eligen de una manera arbitraria a los cabecillas del órgano de decisión. ¿De que manera?, sólo llegan a la cúpula aquellos que están a favor de mantener el conflicto armado con el Estado español, es decir aquellos que piensan que ETA nunca tiene que rendirse. Son los duros los que sistemáticamente tienen la responsabilidad de dirigir a la organización y la capacidad de decidir si se retiran o siguen con los atentados, la extorsión, la violencia callejera…etc., porque los mal llamados blandos o se salen de la organización, de manera voluntaria o expulsados, o se callan porque saben que si no la dirección etarra tomará represalias contra ellos.

¿Se puede romper de alguna manera este circulo vicioso?, muy difícilmente. Los únicos que podrían plantearse abandonar las armas son los mal llamados ‘blandos’. Pero esos blandos son los que están alejados de los centros de poder de ETA: ya sea porque este preso, en un país sudamericano o inactivo por un periodo largo de tiempo. Esto supone que los ‘blandos’ viven más cercanos a la realidad lo que les provoca crisis de identidad y llegan a plantearse el abandono de las armas o por convicción o por cansancio. Esa es la diferencia con los ‘duros’ que viven ajenos al mundo real y viven en un “mundo imaginario” creados por ellos mismos y que les impide ver la realidad, solo ven la realidad que ellos han creado.

Este tipo de modelo organizativo es lo que permite a ETA que siempre sean los ‘duros’ los que se coloquen al frente de la dirección etarra. Y este es otro de los motivos por los que Batasuna o la izquierda abertzale nunca tendrán ascendencia sobre la cúpula terrorista y las bases (que siempre están a las órdenes de los dirigentes). En este punto es bueno recordar una circular, una carta, un documento de consumo interno, de la banda terrorista ETA de 1991 (Letamendía 1994: Volumen III, Pág. 397): “un marco organizativo de dirección centrado en la lucha de masas e institucional, conllevaría rápida e inexorablemente el abandono de la lucha armada, y a la entrega en los brazos del reformismo”.

El gran error de la mayor parte de la sociedad es no saber, la mayoría de las veces por no enfrentarse a la realidad, es que ETA en ninguno de sus análisis de futuro prevé una entrega de armas, ni su desaparición, aunque tengan éxito en sus reivindicaciones. ETA siempre tendrá como bandera la táctica del enfrentamiento, en primer lugar para conquistar sus pretensiones y después de haberlas conseguido para defenderlas. En próximos análisis entraremos más de lleno en esta cuestión.

Por último, tras el estudio de los últimos comunicados de ETA se puede sacar la conclusión de que la persona, o personas, que lo ha redactado tiene una visión muy “dura” de su realidad ya que excluye cualquier línea de diplomacia (algo que si podía leerse en los comunicados durante el reciente alto el fuego), pero realmente esto no es exacto; la variación en la forma de expresión en comunicados obedece a la postura que quiere expresar la banda en cada momento. Lo que si se puede asegurar casi sin temor a equivocarse es que es el ‘aparato militar el grupo que controla en la actualidad la dirección de la banda terrorista a pesar de la hipótesis de algunos estadistas que hablan de una doble dirección colegiada que incluiría al ‘aparato político’. Hace tiempo que la banda decidió que no era posible la vía política sin la intervención del aparato militar por lo que es lógico pensar que desde entonces quien manda es la cúpula militar y más cuando el proceso negociador parece haber llegado a una supuesta pausa técnica y táctica.

 

 

Por Javier Oyárzabal, periodista especializado en temática terrorista, seguridad y Defensa nacional. Asesor externo del PP. Asesor del portavoz adjunto del Partido Popular en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, en la legislatura 2004-2008

 

Colaboraciones GEES nº 2268 | 25 de Abril de 2008

 

Marruecos: islamistas “moderados” y terroristas yihadistas salafistas

Marruecos: islamistas “moderados” y terroristas yihadistas salafistas El desmantelamiento por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes, el pasado 20 de febrero, de una célula terrorista bien armada que pretendía atentar contra diversos objetivos, ha permitido además descubrir sus vínculos con dos partidos islamistas legales, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) y el Partido de la Civilización Alternativa (Al Badil Al Hadari), precisamente de esos que los posibilistas de aquí y de allí consideran como la verdadera alternativa política y social en el mundo árabo-musulmán. Otros dos de los detenidos eran el líder de un movimiento islamista que aspira a convertirse en partido y el corresponsal de la cadena “Al Manara”, el órgano audiovisual del Partido de Dios (Hizbollah) libanés en Marruecos. Los dos susodichos partidos habían concurrido a las elecciones del pasado 7 de noviembre siendo el PJD el segundo más votado tal y como recogíamos en nuestro Análisis del pasado 12 de septiembre.[1] Los detenidos de dichos partidos políticos son el líder de Al Badil Al Hadari, Mustafá Moatassim, e Ibad Alah Maeleinin, un saharaui miembro del PJD.[2]

 

Partidos políticos y/o grupos terroristas

 

La operación policial en Marruecos no sólo nos recuerda escenarios similares de partidos políticos legales interconectados con grupos terroristas en España, en Turquía o en Argelia, sino que también debemos evocar a estos países por la ilegalización de los mismos que se ha producido, tan sólo para uno de ellos, en el caso marroquí. De hecho, el Ministro marroquí del Interior, Chakib Benmussa, afirmaba el mismo 20 de febrero que el ya prohibido Al Badil Al Hadari - que curiosamente se había desmarcado formalmente en diversas ocasiones de los grupos radicales - mantenía relaciones con la propia red Al Qaida y tenía como objetivo inmediato el asesinato de ministros y de militares.[3]

 

Otro de los detenidos, Mohamed Merouani, es dirigente del Movimiento para la Comunidad Islámica (Harakat Al Umma), que a partir de ahora verá con toda probabilidad frenados sus intentos de transformarse en partido político legal. Respecto al PJD, probablemente no se ha tomado medida alguna dada la envergadura del partido y sus resultados electorales que le han garantizado una nutrida presencia en el Parlamento pero es evidente que, en adelante, las fuerzas de seguridad tendrán buen cuidado de vigilar las actividades de sus cuadros y de sus militantes a la luz de lo ocurrido con Ibad Alah Maeleinin. Es importante destacar que la operación policial permitía detener a 32 sospechosos de terrorismo yihadista e intervenir un importante arsenal formado por nueve fusiles de asalto, dos metralletas y siete pistolas. La operación policial se produjo además de forma simultánea en las ciudades de Casablanca, en la costa atlántica, y Nador, en la costa mediterránea y próxima a Melilla, mostrando la dispersión de la amenaza terrorista en el territorio nacional marroquí.

 

Un indicador más de la creciente inestabilidad en el Magreb

 

La operación se añade a otras también realizadas en Marruecos y en las que nos hemos detenido anteriormente, se produce en el contexto del incremento de un activismo yihadista en todo el Magreb que, aunque no goza de mucha visibilidad por no expresarse con atentados sangrientos, suicidas o no, salvo para el caso argelino, sí es preocupante porque aunque manifestado en ataques de baja intensidad estos son coherentes con la ideología destructiva y globalizada de los yihadistas salafistas. Además, y siempre en términos de debilidad regional, y aunque las reacciones de algunos gobiernos están demostrando que se está aprendiendo de los errores del pasado, otras acciones o intenciones demuestran aún falta de aprendizaje y podrían conducir a un incremento de la amenaza para todos, tanto en el Magreb como en regiones y países limítrofes como España.

 

El activismo yihadista salafista de escasa visibilidad pero coherente con la doctrina que lo sustenta se ha reflejado últimamente en acciones como el ametrallamiento de la Embajada de Israel en Nuakchott, que provocaba 5 heridos el 1 de febrero, o el secuestro de dos turistas austriacos que recorrían el sur de Túnez en marzo, acciones ambas reivindicadas por Al Qaida en las Tierras del Magreb Islámico (AQMI), la segunda en un vídeo emitido por la cadena “Al Jazira” el 10 de marzo.[4] El primer ataque, reivindicado por AQMI el 4 de febrero en Internet en un comunicado que titulaba simbólicamente “Henos aquí, Gaza”, se añade a atentados anteriores producidos en suelo mauritano - asesinato de cuatro turistas franceses el 24 de diciembre y de cuatro soldados mauritanos el 26 de diciembre -, que llevaban al Rey de Marruecos, Mohamed VI, a aplazar una visita de Estado prevista para mediados de febrero ante la aparición en Internet el 19 de febrero de amenazas contra su vida expresadas por las autodenominadas “Brigadas Zarkaoui para el Magreb Islámico”, siglas desconocidas pero asimilables a AQMI.[5] Es curioso y triste a la vez observar que en la línea de situaciones similares ya producidas antes en el Magreb, algunos círculos oficiales se entretienen en calificar a dicho grupo fantasma, las “Brigadas Zarkaui para el Magreb Islámico”, de invento de los servicios de inteligencia argelinos para torpedear un acercamiento entre Marruecos y Mauritania que podría debilitar a Argelia en relación con escenarios como el del Sáhara Occidental y otros. Una más de las tan manidas teorías conspiratorias que tradicionalmente se arrojan entre sí los Estados magrebíes y que tanto daño han hecho y siguen haciendo a la lucha antiterrorista en la región. Frente a tales miserias de la política la realidad nos demuestra que el Rally Dakar se suspendía en enero de 2008 y esta tradicional prueba deportiva ha perdido ya para siempre sus atractivos escenarios africanos - ya busca itinerarios sudamericanos para su próxima entrega en 2009 -, que fuerzas especiales de los EEUU acudían urgentemente a Mauritania a fines de diciembre y principios de enero para entrenar a las fuerzas de este país en lucha antiterrorista y que los Estados del Sahel, afortunadamente menos afectados que los del Magreb por enfrentamientos y desconfianzas entre sí, aceleraban la aplicación de las medidas de coordinación tomadas el 18 de enero en una cumbre regional saheliana celebrada en Burkina Faso.[6]

 

Respecto a las lecciones aprendidas cabe recordar que Marruecos es uno de los países árabes que en un momento dado retiró a su Embajador acreditado en Qatar para protestar de esta manera ante el Emir de dicho Estado del Golfo por patrocinar la cadena Al Jazira.[7] Ahora, la detención de Hafid Sriti, corresponsal en Marruecos de la cadena “Al Manara”, podría llevar al Reino jerifiano a adoptar el cierre del instrumento audiovisual de Hizbollah, en la misma línea que Francia y otros países ya han hecho debido al contenido terrorista que transmite. Si tal medidas se tomaran ello sería sin duda positivo para frenar, al menos parcialmente, el acceso de propaganda radical a los domicilios de los ciudadanos marroquíes. En las antípodas de esta posible medida estaría la decisión que la página electrónica de la “Fundación Internacional Gadaffi” que dirige Saif Al Islam, hijo del líder libio, anunciaba el 24 de febrero, a saber: la negociación con dirigentes del Grupo Islámico Combatiente Libio (GICL) de cara a liberar a parte de sus presos.[8] Si esto llegara a producirse, lo cual sería cuando menos sorprendente dado que los yihadistas salafistas no suelen negociar nada con sus enemigos “apóstatas” y así es como califican al régimen de Muammar El Gadaffi, no se haría con ello sino repetir los errores cometidos con la aplicación rápida y generosa en Argelia de la amnistía propiciada por la Carta para la Reconciliación Nacional en los primeros meses de 2006, que ponía en la calle a más de 2.600 terroristas que en su inmensa mayoría seguían abrazando las ideas destructivas que les llevaron a prisión.

 

 

 

 

Carlos Echeverría Jesús (Madrid, 26 de marzo de 1963) es Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED y responsable de la Sección Observatorio del Islam de la revista mensual War Heat Internacional. Ha trabajado en diversas organizaciones internacionales (UEO, UE y OTAN) y entre 2003 y 2004 fue Coordinador en España del Proyecto "Undestanding Terrorism" financiado por el Departamento de Defensa de los EEUU a través del Institute for Defense Analysis (IDA). Como Analista del Grupo asume la dirección del área de Terrorismo Yihadista Salafista.

 

 

Notas

 

 

--------------------------------------------------------------------------------

 

[1]ECHEVERRÍA JESÚS, C.: El islamismo en Marruecos tras las elecciones legislativas del 7 de septiembre. Análisis del GEES nº 216, 12 septiembre 2007, en <www.gees.org/autor/251>.

[2]CEMBRERO, Ignacio: “Desmantelada en Marruecos una amplia red terrorista” El País 21 febrero 2008, p. 9.

[3]“Marruecos prohíbe un partido islamista” El Mundo 21 febrero 2008, p. 36.

[4]“Al Qaeda reivindica el secuestro de dos turistas austriacos” El País 11 marzo 2008, p. 10.

[5]MRABET, Alí: “Sospechosa anulación del viaje de Mohamed VI a Mauritania” El Mundo 20 febrero 2008, p. 34.

[6]“Cumbre africana sobre la inestabilidad en la región del Sahel” El Mundo 20 enero 2008, p. 43.

[7]CEMBRERO, I.: “Cerrojazo de los países árabes a televisiones como Al Jazeera” El País 15 febrero 2008, p. 10.

[8]CEMBRERO, I.: “Libia negocia con Al Qaeda liberar a parte de sus presos” El País 26 febrero 2008, p. 10

 

Por Carlos Echeverría Jesús

GEES, Apuntes nº 63   |  13 de Marzo de 2008