Otro que se cree Humphrey Bogart

Cayetano González, muñidor en sus días de Jaime Mayor Oreja, aseguraba ayer en “El Mundo” que «a la luz de la clarificadora entrevista de ETA en GARA, cobra más importancia la reelección, el pasado sábado, de Francisco José Alcaraz como presidente de la AVT». Y lo explica porque esa organización ­creada y alimentada por el propio Cayetano y cía.­ «se ha convertido en uno de los pocos seguros que tiene nuestra sociedad para intentar evitar que el Gobierno acabe negociando con la banda terrorista». Y llega a descubrir América: «ETA ha dejado claro que no se va a conformar con una paz por presos. (...) Y por si alguien no las recordaba, ETA vuelve a reiterar sus condiciones para que el alto el fuego permanente del pasado 22 de marzo no tenga marcha atrás: autodeterminación, integración de Navarra en Euskadi junto a los tres territorios del País Vasco francés, amnistía para todos los presos etarras y legalización de Batasuna». No dicen eso los portavoces de ETA, pero a Cayetano, a estas alturas, eso le importa poco. Ya se sabe que para los nostálgicos del patascortas cualquier tiempo pasado fue mejor: «desde que Zapatero decidió dar un giro de 180 grados a la política antiterrorista llevada a cabo por los gobiernos de Aznar y que había colocado a ETA y a su entorno contra las cuerdas, la AVT ha sido un sólido muro de contención para los propósitos gubernamentales de negociar con la banda terrorista. En tres ocasiones, a lo largo de los últimos 16 meses, la AVT ha movilizado a los ciudadanos para pedir al Gobierno de Zapatero que al menos en su nombre no negociaran con ETA». Es difícil digerir que se ha perdido la mayoría, ¿verdad? Y para loar al lenguaraz presidente de la AVT, Cayetano nos suelta la perla: «Una persona ­a pesar de la campaña de ligarle al PP­ profundamente independiente de criterio, coherente consigo mismo y con la defensa de la causa de las víctimas. Sólo así se puede explicar que haya tenido la gallardía de hacer frente, en la calle y en La Moncloa, a todo un presidente del Gobierno. Y los socios de la AVT han premiado, ¡y de qué forma!, su trabajo, reeligiéndolo presidente con el 92% de los votos». Si sólo se presentaba él, no parece excesivo el resultadoŠ Y en plan cinematográfico, viene a decir que si falla hasta el PP, para evitar negociación alguna «siempre nos quedarán las víctimas, siempre nos quedará la AVT». Conociendo a algunos, en lugar de Casablanca podía poner Torreciudad, a la vera, verita, vera de San Josemaría Escrivá. –  Maite Soroa Gara, 18 de mayo de 2006